A 78 años del gran premio de Gabriela Mistral: Repaso por la vida del primer Nobel de Literatura latinoamericano
Lucila Godoy Alcayaga, mejor conocida como Gabriela Mistral, nació en Vicuña, región de Coquimbo. Con una madre modista y un padre profesor, se abrió paso hacia su amor por las letras aún siendo muy joven: A los 16 años, influenciada por su maestra Emelina Molina, decidió que quería dedicarse a la docencia. Una profesión que le permitió realizar clases a lo largo de varias escuelas de Chile.
Una apasionada a la educación, Gabriela fue una docente vocacional que entregó todo por sus alumnos aunque, alternamente, desarrollaba su pasión por la poesía que comenzó a publicar en medios regionales como El Coquimbo y La voz del Elqui.
Su prosa caló tan fuerte en el corazón de la gente que sus escritos fueron objeto de estudio de Luis Carlos Soto Ayala, quién recopiló varios de sus poemas para publicar en el volumen de Literatura Coquimbana.
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Pero la publicación que llevaría a Mistral a ser reconocida internacionalmente y ser patrimonio nacional fue con su valorado libro “Desolación”, el cual vio la luz en 1922.
Un poemario nacido desde los desvelos nocturnos, los anhelos, los amores y los dolores. Un trabajo literario que supo expresar la visión de una mujer destruída, pero que escribía con vehemencia sobreviviendo gracias al segundo amor de su vida: La Literatura.
Tanto, que el 10 de diciembre de 1945 recibió el Nobel de Literatura, convirtiéndose en la primera persona latina en ganarlo y, además, en la primera mujer en recibirlo.
Como un efecto dominó, se convirtió en una poeta de cabecera como, por ejemplo, lo fue de Raúl Zurita, quién la homenajeó en 1989: “Los mejores poemas de Gabriela Mistral reproducen, como nadie lo ha hecho en nuestra poesía, el sueño arrasador de una vida que persiste en la elocuencia de su muerte para levantar, desde allí, desde ese gesto de letra, al universo que se cae y se levanta a la par”.
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Desde que ganó el premio muchos tienen algo que decir sobre Gabriela Mistral, quien inspiró a generaciones de poetas en todas partes del mundo.
La mujer, que tanto se nombra en los libros de lenguaje de colegios y liceos con su “dame la mano”, la del billete de $5.000, finalmente se transformó en la favorita de miles y miles de lectores. Esa mujer, poderosa e increíble, que se ganó su lugar en la cultura nacional.
Para conmemorar esta fecha, el Servicio Nacional de Patrimonio Cultural levantó la invitación a no olvidar visitar el museo de Gabriela Mistral ubicado en la ciudad de Vicuña, en la Región de Coquimbo, donde se muestran variadas investigaciones, objetos y recuerdos que relatan y honran la vida de la poeta chilena más importante de todos los tiempos.