La oculta entrevista a fallecido Popeye, exsicario de Pablo Escobar: “Con Chile hubo cero contacto”

La oculta entrevista a fallecido Popeye, exsicario de Pablo Escobar: “Con Chile hubo cero contacto”

Por: Cristian Neira | 03.12.2023
A 30 años de la muerte de Pablo Escobar, publicamos una entrevista inédita con Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias “Popeye”, jefe de sicarios del Cartel de Medellín y responsable de al menos 3.000 muertes en Colombia. En esta conversación, realizada en 2017, el expistolero dio su única entrevista a un periodista chileno antes de morir.

Este 2 de diciembre se cumplieron 30 años de la muerte de Pablo Escobar, el líder del Cartel de Medellín que tuvo de rodillas al Estado colombiano y sembró el terror en las calles de Medellín a punta de carros bomba, extorsiones y sicariato a plena luz del día.

Aunque Escobar está muerto hace décadas, el tráfico de cocaína sigue fluyendo hacia Estados Unidos y Europa incluso más que en los años del Cartel de Medellín. Su figura es odiada y admirada al punto de convertirse en una ícono de la cultura popular, donde narcotraficantes y sicarios le siguen rindiendo pleitesía.

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Uno que nunca ocultó su admiración por el narcoterrorista colombiano fue Jhon Jairo Velásquez Vasquez, alias “Popeye”, jefe de sicarios del Cártel de Medellín y quien no dudaba en matar en nombre de su “Patrón”.

Esta entrevista, guardada por más de siete años, es la única que dio a un periodista chileno. Fue realizada el 20 de enero de 2017, el mismo día en que Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa y quien ocupó el lugar dejado por Escobar como el narcotraficante  más buscado del mundo, era extraditado a los Estados Unidos.

¿Hay vida después de Pablo Escobar?

Vida sí hay. “El Patrón” murió el 2 de diciembre de 1993. Yo seguí adelante, seguí luchando dentro de la prisión. Dentro de prisión intentaron matarme, pero yo logré sobrevivir. Yo siempre he dicho que la cárcel es reflejo de la sociedad. Si hay guerra afuera hay guerra dentro de la cárcel. Y sí, hay vida después de Pablo Escobar. Estoy luchando, me he logrado reinventar. Ahora ya no soy un sicario, un asesino, ahora soy un youtuber, soy escritor, soy un activista político. Tengo mi canal en YouTube y ahí hablo de lo divino y lo humano.

¿Aún tienes que estar cuidándote o ya puedes caminar tranquilo por la calle?

Siempre hay riesgo y el riesgo es lo interesante de salir a la calle. Yo me muevo pues con cuidado pero el principal enemigo es el alcalde de la ciudad (de Medellín), el gobernador (de Antioquia). Ellos no me quieren en la ciudad, pero ellos no me pueden sacar de la ciudad porque eso sería desplazamiento forzado y eso es un delito de lesa humanidad.

Llama la atención que Popeye hable de derechos humanos, teniendo en cuenta que fue el responsable de al menos 3.000 muertes en Colombia, lo que lo llevó a estar más de dos décadas en la cárcel.

¿Qué opinas sobre la narcocultura y que Escobar se haya convertido en una figura de culto, con series como El Patrón del Mal y Narcos?

El narcotráfico es algo delicado. Con la cocaína, lo que todos los jóvenes buscan son adrenalina, autos de lujo, dinero, armas, mujeres hermosas, mansiones. La cocaína es el único producto que tiene publicidad gratis y como es prohibida, le llama la atención a los jóvenes. El día que legalicen la cocaína, a los jóvenes no les va a llamar tanto la atención.

La lucha contra las drogas está totalmente perdida. Muchos muertos. La gente que está cayendo en México es una locura. Las personas que cayeron en Colombia pasaron las 50.000 en esta guerra contra las drogas. Está perdida totalmente. La única forma de acabar la lucha contra las drogas es legalizar la cocaína. La cocaína se puede legalizar tranquilamente, pero no se puede legalizar la heroína ni las anfetaminas.

En tu libro Sobreviviendo a Pablo Escobar da la impresión de que tu destino era convertirte en sicario de Escobar.

Para nosotros Pablo Escobar no era un patrón, era un amigo, era un padre, una religión. La prueba fue que nadie de nosotros lo entregó y la recompensa era exageradamente millonaria pero nadie lo hizo. Yo fui el único miembro del Cártel de Medellín que pagó justa condena. Yo no me siento atrapado por la figura de Pablo Escobar. Yo respeto profundamente a Pablo Emilio Escobar Gaviria. Yo lo amo en el buen sentido de la palabra, ese es el destino. Yo conocía a Pablo Escobar, lo miré a los ojos y desde ese día me di cuenta de que era un líder nato, un gran guerrero y un hombre como yo no va a seguir a ningún cobarde, yo seguí a un gran guerrero.

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Pero mientras era un líder, también era un criminal

Era un líder negativo, pero era un líder. Condujo a más de 3.000 sicarios a tumbar la extradición de colombianos a Estados Unidos de Norteamérica. Arrodillamos a la República de Colombia en los años 80 y 90. Hicimos nuestra propia cárcel. Pablo Escobar tenía muchísimo poder, era un hombre que ayudaba a la gente. El Patrón coincidía con el socialismo, no con el comunismo. De que todos tuvieran su casita, su carrito, su educación, su finca pequeña.

Si Pablo Escobar hubiese nacido en otro lugar que no fuera Colombia ¿habría sido el personaje que fue?

El entorno es el que lo moldea a uno y Colombia entró en el crimen. Pablo Escobar es una figura que no volverá a nacer. Él era un bandido natural, si hubiera nacido en Chile habría sido un gran bandido.

En las palabras de Popeye no se escucha un arrepentimiento sincero, más bien, alguien que se jacta de sus crímenes y que incluso llega a definirse como defensor de los derechos humanos, palabras cínicas o derechamente de un psicópata que tiene cero empatía por un otro

“A mí me han visitado presidentes de la República en la cárcel. El presidente Andrés Pastrana me fue a visitar a la cárcel. Yo lo secuestré. Él me fue a visitar a mi calabozo para hablar de su secuestro”

¿Cómo fue ese diálogo?

El presidente Andrés Pastrana es un buen ser humano. Yo le pedí perdón a la esposa, la señora Nora, a sus hijos por poner en peligro su vida. Le pedí perdón a él, hablamos sobre el secuestro. Hablamos más de cinco horas. Hoy en día tenemos en común que somos activistas políticos en contra del gobierno corrupto de Venezuela. Él es un activista político muy fuerte y es un muy buen ser humano.

Sin embargo, su discurso de defensor de derechos humanos se cae al ponerle en frente la figura de Pablo Escobar.

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Si tuvieras la opción de conocer de nuevo a Pablo Escobar y a matar por él, ¿lo volverías a hacer?

Estoy 50 y 50. Ya he conocido el amor del mundo, la gente en la calle me apoya muchísimo. Dispararle a la gente ya no me llama la atención. Antes lo hacía por la guerra y por Pablo Escobar. Lo pensaría ya pero la figura de Pablo Escobar es muy fuerte. Mirándolo de frente no sabría qué contestarte.

¿Qué te producía Pablo Escobar al mirarlo a la cara?

Me producía respeto profundo y admiración. Es el único hombre en mi vida que lo he mirado a los ojos, hemos estado rodeados por helicópteros, gente de la CIA, la DEA, el Ejército colombiano, la policía, lo he mirado a los ojos y no le he visto el miedo, lo he visto sonreír. A mí me producía admiración, respeto y lealtad.

¿Qué defectos tenía Pablo Escobar?

Pablo Escobar tenía un genio muy bueno. Él no era un payaso, pero sonreía, tenía sus apuntes buenos, muy inteligentes. El mayor error de Pablo Escobar fue abrir tantas guerras a la vez. Abrió muchas guerras, por eso nos acabaron. Pero Pablo Escobar era un hombre que rayaba en la perfección. Era un hombre que siempre pagaba sus trabajos. Los homicidios que nosotros cometíamos nos lo pagaba. Era un hombre que siempre le pagaba a sus pilotos del narcotráfico. Era un hombre muy correcto.

¿No crees que hay una contradicción en decir que eres un defensor de los derechos humanos si en el pasado los violaste sistemáticamente?

Yo fui violador de los derechos humanos y lo acepto cien por ciento, siempre lo he aceptado. Mis derechos humanos fueron violados en prisión. Me tocó una guerra muy brava dentro de la cárcel. Me defendí valerosamente porque soy un hombre de Pablo Escobar y porque soy Popeye (habla en presente). Y hoy en día defiendo los derechos humanos de los hermanos venezolanos. Mi canal (de YouTube) tiene fuerza y estoy ocupando esa ventana para denunciar a los corruptos en Colombia que son la mayoría de los políticos.

Para vencer a Pablo Escobar se tuvieron que unir  la CIA, la DEA, el FBI, el Mossad israelí, la inteligencia inglesa, el Ejército colombiano, la Policía colombiana, la Marina, la mafia de Cali, los Pepes, los paramilitares, para matar a un solo hombre: Pablo Emilio Escobar Gaviria.

¿Cómo es posible que un solo hombre haya tenido tanto poder? ¿De dónde venía ese poder?

El poder de Pablo Escobar venía de nosotros, sus sicarios, de su gran cantidad de dinero, su inteligencia y su infraestructura militar. Era un hombre muy inteligente, que lo amábamos profundamente. Para nosotros Pablo Escobar era una religión. No era un hombre sino que una religión.

¿El Cártel de Medellín tuvo algún vínculo con Chile?

Con Chile, cero. Nunca. Porque la cocaína la enviaba directamente Pablo Escobar Gaviria a los Estados Unidos. Inclusive, Pablo Escobar nunca envió cocaína a Europa. Con Chile nunca tuvimos ningún contacto.

Cuando hablas de esa época se ve que hay cierta nostalgia e incluso orgullo de lo que hicieron

Yo estoy orgulloso de lo que fui y estoy arrepentido de lo que fui. Orgulloso pues pero estoy arrepentido de los crímenes y fuera de eso yo no he hecho carreta ni salgo llorando en televisión. Soy el testigo estrella de la Fiscalía General de la Nación en todos los casos de lesa humanidad del Cártel de Medellín. Soy testigo, coopero constantemente con la Fiscalía General de la Nación. Pues realmente el daño ya está hecho. Yo tengo que vivir de la historia, la conozco, me gusta contarla, la viví, amo a Pablo Escobar Gaviria, no le temo a la muerte, por eso camino en las calles.

16 meses después de esta entrevista Jhon Jairo Velásquez Vasquez fue nuevamente encarcelado, acusado de extorsión. Murió el 6 de febrero de 2020 en una cárcel de Bogotá a los 57 años, luego de varias semanas de hospitalización por un cáncer de esófago.