Israel causa cientos de víctimas fatales en Franja de Gaza tras fin abrupto de la tregua
El Ejército de Israel continúa este sábado su ofensiva militar contra el grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza por segundo día consecutivo desde que se rompió la tregua, dejando más de 200 muertos y 600 heridos en el enclave palestino en solo 24 horas.
"Durante el último día, las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron más de 400 objetivos terroristas en toda la Franja de Gaza", lo que incluyó fuego de artillería y bombardeos, indicó un portavoz del Ejército israelí.
Según Israel, uno de los objetivos fue "una célula terrorista que estaba tendiendo una emboscada a las tropas israelíes", además de "una mezquita utilizada por la Yihad Islámica como centro de mando operativo", y un complejo de almacenamiento de armas, añadió el vocero.
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En el sur, la Armada israelí llevó a cabo una operación selectiva en el puerto de Jan Yunis y en Deir al Balah, para atacar objetivos militares de Hamás, indicó el Ejército. El Ejército de Israel ordenó la evacuación de las localidades de Jabalia y barrios barrios de la ciudad de Gaza.
"Por su seguridad, les pedimos que evacuen sus hogares inmediatamente a través de los ejes Haifa y Jalil al Wazir", indicó Avichay Adraee, portavoz en árabe del Ejército israelí, en su red social X. Israel y Hamás rompieron la mañana del viernes una tregua negociada por Catar, Egipto y Estados Unidos, que supuso una pausa de siete días en su guerra, que estalló el 7 de octubre.
El Ministerio de Sanidad en Gaza informó que más de 200 palestinos han muerto y más de 600 han resultado heridos, la mayoría de ellos niños y mujeres, "desde que finalizó la pausa humanitaria" por los ataques israelíes. Las milicias palestinas han lanzado numerosas andanadas de cohetes hacia territorio israelí desde ayer, pero no se han reportado víctimas por ello.
Las fuerzas de Israel iniciaron una implacable ofensiva por aire, tierra y mar sobre el enclave palestino que, desde el 7 de octubre, ha dejado más de 15.000 muertos, unas 6.000 personas sepultadas bajo los escombros, y casi dos millones de desplazados internos que viven una grave crisis humanitaria ante el colapso de los hospitales y la escasez de vivienda, agua potable, alimento, medicinas y electricidad.