Día Mundial del SIDA: La importancia de las comunidades en las respuestas al VIH
“Hoy 9,2 millones de personas que viven con el VIH no tienen acceso a la terapia antirretroviral que puede salvarles la vida. Cada minuto, se pierde una vida por el sida. Esto no es el destino, podemos cambiarlo. Podemos acabar con la epidemia de sida como amenaza para la salud pública para 2030 si liberamos el potencial del liderazgo comunitario”.
Son las palabras de la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, al prologar el nuevo informe con motivo del Día Mundial del Sida: “Que lideren las comunidades”1, que recoge testimonios de experiencias positivas y de impacto en la respuesta al VIH de las comunidades más afectadas por la pandemia del VIH. Al igual que los informes anteriores, vuelve a posicionar la respuesta comunitaria como imprescindible para “acabar con la epidemia del SIDA como amenaza pública al 2030”, el compromiso asumido por las organizaciones de la sociedad civil, gobiernos y agencias internacionales, aunque la disminución de fondos destinados al trabajo comunitario este poniendo el peligro dicho compromiso, a pesar que la evidencia demuestra el impacto que tienen las iniciativas implementadas por las comunidades afectadas por el VIH, tal como lo establece el informe del Banco Mundial2 citado en este reporte.
La Directora Ejecutiva pone el énfasis en la necesidad de seguir financiando las estrategias de las comunidades para ampliar su contribución y disminuir los obstáculos a las que se ven enfrentadas para realizar dicho trabajo. Un reconocimiento claro del poder de las comunidades es el ejemplo que las campañas de reducción de precios de medicamentos han logrado alcanzar. El reporte lanzado en el día de hoy muestra las diversas iniciativas desde el ámbito comunitario, centradas en las trabajadoras sexuales, los hombres gays, las personas trans y usuarias/os de drogas; y podríamos sumar desde América Latina un gran conjunto de iniciativas que promueven el empoderamiento de las comunidades.
A nivel global, las cifras indican que han ido disminuyendo las nuevas infecciones, siendo la media mundial de -38%, con un gran impacto de la disminución en el Este y Sur de África; aunque Latinoamérica registra un 8% de aumento respecto del año anterior.
Por su parte, el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, destacó en su declaración con motivo del Día Mundial del Sida, que “las muertes relacionadas con el sida han disminuido casi un 70% desde su punto máximo en 2004” al tiempo que recordaba que las nuevas infecciones se encuentran en su punto más bajo desde la década de los ‘80s.
La situación de Chile hacia un “2030 sin Sida”
Según UNAIDS Data 2023 (publicado en octubre de este año), nuestro país tiene un estimado de 83 mil personas que viven con VIH, de las cuales se han diagnosticado 78.170, lo que implica un 94% del total de personas que viven con VIH, muy cerca del compromiso de alcanzar un 95% en el 2030. El segundo pilar, aquellas personas que están en tratamiento son 61.502, es decir, un 78% del total de personas que viven con VIH y conocen su situación serológica. Tenemos una brecha de 16 mil que conociendo que viven con VIH no se encuentran en tratamiento. Y las personas que se encuentran con carga viral suprimida, es decir, que están indetectables, son el 96,5% de las personas que están en tratamiento.
El análisis de estos datos, a través de la serie desde el peak de las nuevas infecciones en el año 2018, muestran que hemos alcanzado una meseta respecto de las nuevas infecciones (estas se encuentran a la baja respecto de los años anteriores) y que ha aumentado la pesquisa, es decir, el diagnóstico de los nuevos casos.
Se da la paradoja que se insiste en realizar Test de VIH a población general, aunque la principal brecha se encuentra en aquellas personas que conociendo su situación serológica no acceden a tratamiento antirretroviral. En una entrevista realizada en el podcast: “Política de VIH” a Fernando Muñoz, de MUMS, acerca de un estudio sobre Testeo Comunitario en VIH que próximamente estará disponible, llamaba la atención a la necesidad de realizar una auditoría en el sistema de salud respecto de las cifras de personas que no se encuentran en tratamiento, para diseñar una estrategia adecuada para que las personas puedan acceder a TARV.
El informe de ONUSIDA vuelve a llamar la atención sobre el impacto de las comunidades en la respuesta al VIH, más cuando tenemos una epidemia focalizada como es el caso de nuestro país y que se replica en América Latina. Se requiere más apoyo a las organizaciones de la sociedad civil que realizan un trabajo de detección y vinculación a personas con VIH hacia los sistemas de salud. Lamentablemente, la inversión en prevención en América Latina ha disminuido, lo que constituye una oportunidad para los fondos nacionales.
Es necesario revisar si estos aportes que están disponibles en las licitaciones de las SEREMI de Salud, están alineados con los compromisos asumidos o siguen financiando estrategias obsoletas para el nuevo escenario de la epidemia del VIH en nuestro país, como es el caso de distribuir condones o llamar a hacerse el test de VIH sin focalizar en la población más afectada.
1 UNAIDS. (2023). Let Communities Led. UNAIDS World AIDS Day Report 2023. Ginebra.
2 The World Bank. Rodriguez, R et al. (2013). Investing in Communities Achieves Results Findings from an Evaluation of Community Responses to HIV and AIDS.