Garzón sobre el arresto de Pinochet:

Garzón sobre el arresto de Pinochet: "No hacerlo hubiera sido una traición a las víctimas"

Por: Matías Humberto Rojas Pérez | 25.11.2023
En una entrevista a un medio francés, el juez Baltasar Garzón rememoró la detención de Augusto Pinochet en Londres, a exactos 25 años de que la Cámara de los Lores del Reino Unido dictaminara que un antiguo jefe de Estado no se beneficiaba de la inmunidad por los crímenes cometidos bajo su mandato.

El exjuez español Baltasar Garzón rememora la orden de arresto que emitió en 1998 contra el dictador Augusto Pinochet, cuando este se encontraba en Londres, y asegura que, con aquella intervención, "el Derecho penal internacional cambió" y no hacerlo habría sido "una traición a las víctimas".

La web del diario Le Figaro publica este sábado una entrevista con Garzón cuando se cumplen justo 25 años de que la Cámara de los Lores del Reino Unido dictaminara que un antiguo jefe de Estado, en ese caso Pinochet, no se beneficiaba de la inmunidad por los crímenes cometidos bajo su mandato.

"Fue un proceso muy complejo y muchos factores jugaban contra mí. Cada etapa tenía que ser impecablemente fundada en derecho para evitar que los amigos del dictador, numerosos y bien asentados en el Gobierno español, se hicieran con el asunto", asegura el exmagistrado.

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"Derecho penal internacional cambió"

"Sin que yo lo quisiera, el Derecho penal internacional cambió" tras el arresto del dictador en Londres, el 16 de octubre de 1998, agrega el jurista, que recuerda que contribuyó "a consolidar la justicia internacional como un actor indispensable de la lucha contra la impunidad".

"Cualquier otra opción habría sido una traición a las víctimas", argumenta.

"La principal consecuencia fue la convicción de que la competencia (jurisdiccional) universal era posible y que ningún autor de crímenes contra la humanidad estaba protegido por las leyes nacionales", señala Garzón.

Pero también dio lugar a reformas legales en algunos países, como en España, para hacer "prácticamente imposible juzgar crímenes contra la humanidad".

Libertad de Pinochet

Garzón recuerda el pulso que mantuvo con el ministro español de Exteriores de la época, el conservador Abel Matutes, que apoyaba el regreso de Pinochet a Chile por su delicado estado de salud, y al que acusó de "injerencia".

Finalmente, el 2 de marzo de 2000 el ministro británico Jack Straw denegó la extradición de Pinochet a España y le concedió la libertad.

El exjuez consideró que los informes médicos que sustentaban el mal estado del dictador eran "incoherentes" y recuerda que subió al avión de regreso a Chile en silla de ruedas y bajó "con una movilidad total y una apariencia muy sana".