De imprevisto tomó al oficialismo la declaración del consejero constitucional, representante de pueblos indígenas, Alihuen Antileo, quien señaló “Recomiendo que esta propuesta sea rechazada por los indígenas de Chile, ya que no nos incluye”, durante la sesión plenaria que discutió las observaciones hechas por los expertos al proyecto constitucional.

La declaración de Antileo fue el primer llamado oficial de un integrante del proceso constitucional a rechazar la propuesta, pero no el único.

En entrevista con CNN Chile, la comisionada experta Alejandra Krauss (DC) hizo pública su opción para el plebiscito de diciembre de este año: En contra.

“Una democratacristiana, que busca cambios y transformaciones, nunca va a poder permitir retrocesos en derechos”, apuntó Krauss como la razón que la motivó a posicionarse contraria a la propuesta constitucional.

Pero la posición del “En Contra” no es exclusiva de Antileo y Krauss. En la interna, el oficialismo reconoce que a estas alturas es “imposible” mejorar la propuesta para que la izquierda se sienta incluida en ella. En ese contexto, el oficialismo ya tantea el momento oportuno para hacer pública su opción para el plebiscito.

Proceso sin acuerdos

“Sin perjuicio del firme compromiso que tenemos con este proceso, es evidente que estamos asistiendo a los últimos estertores de un proceso en el cual la llama de un posible acuerdo se extingue. Somos realistas en las expectativas respecto de lo que queda. Los grandes temas se mantuvieron incólumes, están listos para ser despachados y no fueron objetos de acuerdo ya que no hubo posibilidad de diálogo”.

Con esas palabras se refirió el consejero Yerko Ljubetic a lo que resta del proceso. Sus declaraciones, y las caras de los consejeros de las bancadas de izquierda que estaban a su alrededor no reflejaban otra cosa que resignación.

Los grandes temas ya están zanjados. Y pese a que hay temas que importan en el oficialismo, la comisión mixta solo revisará un margen acotado de 32 observaciones.

Ese panorama, según dicen en el oficialismo, se traduce en que el texto ya está “casi definido” y que ya no hay posibilidad de revertir el carácter del proyecto que se entregará el 7 de noviembre.

Así las cosas, el resultado parece inevitable: el oficialismo llamará a votar en contra en el plebiscito del 17 de diciembre.

Timing

Con la definición ya tomada solo queda definir el timing del llamado al “En contra”. Algunas fuentes de la izquierda dicen que este fin de semana ya se estará en condiciones de empezar a sincerar la postura de forma individual.

Otras voces del oficialismo aseguran que hasta el momento la fecha que se maneja para el llamado es el 7 de noviembre, inmediatamente después de que se entregue el texto.

En todo caso, personeros de los partidos de gobierno continúan en contacto permanente con los consejeros para tantear el terreno. Además, es posible que los partidos se adelanten a los consejeros. Esto ya que los integrantes oficialistas del consejo constitucional no quieren “botar” el proceso antes de que finalice.