De hecho, ilustra respecto de su actividad, detallando que "la última erupción fue la del 2015, anteriormente a esa fue en 1984, antes 1971, 1964, y así para atrás, es de los más activos", agrega ratificando luego que el fenómeno se produce "en promedio cada 10 años, ahora eso no significa que haga erupción cada 10 años, por ejemplo entre la de 1984 y la del 2015 pasaron como 31 años, pero a veces pasa un año entre una erupción y otra".

Casi un año sobre el nivel normal

"Hay que considerar también que el volcán llevaba casi un año, o más de un año en Alerta amarilla, o sea, ya estaba en un nivel sobre el nivel normal que tiene habitualmente cuando hace erupción", agrega.

Paralelamente, recalca que "(estamos) ya en el tercer nivel dentro de cuatro, la Alerta roja, que es una erupción inminente, o una erupción mayor ya en curso", asegura.

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¿Cuáles es su implicancia? "Básicamente esta subida a Alerta naranja fue porque la actividad sísmica empezó a aumentar bastante más que lo que la tenía hasta el momento en Alerta amarilla, y también porque visualmente se percibía en la cima que la actividad magmática, las explosiones que están ocurriendo, eran un poco más grandes y un poco más frecuentes también", comenta.

"Como se observaba ayer (martes) por ejemplo, que se veía esa columna de humo que salía en la mañana cuando estaba despejado, está más activo en la cumbre. O sea, tiene pequeñas explosiones, pequeñas erupciones que aún no representan un peligro para las poblaciones cercanas, pero podrían indicar el comienzo de un nuevo ciclo eruptivo", complementa.

Continuando con su análisis, plantea que "viendo la historia del volcán, por ejemplo, la del 2015, que fue la última, esta actividad como la que estamos viendo ahora, también comenzó un par de meses antes, en febrero".

Ciclo eruptivo puede dilatarse

Si hubiera una erupción en curso, ¿podrían transcurrir varios meses antes de que se generara una erupción propiamente tal?, le consultamos a renglón seguido a Castruccio, quien admite que este escenario es perfectamente posible. "Claro, por ejemplo, en la última grande, que fue la de 1971, la última que generó víctimas fatales, la actividad comenzó justamente en octubre. En octubre comenzó también con explosiones, con pequeños flujos de lava que no llegaban muy lejos, y culminó el 30 de diciembre de ese año. O sea, pasaron aproximadamente dos meses antes de que culminara en una erupción mayor", sincera.

"Y lo mismo pasó, por ejemplo, en el 63 o en 1948. Por ejemplo, en el 48 comenzó como en abril la actividad también así, como in crecendo y culminó en octubre, la primera explosión fuerte (...) Son ciclos que pueden durar varios meses, efectivamente", agrega.

Considerando que podrían pasar varios meses y que las clases presenciales en Villarrica estaban suspendidas hasta esta jornada, con nuevas determinaciones pendientes de adoptar, le consultamos a Angelo hacia dónde se debieran orientar las decisiones de las autoridades y cuál es el llamado a la población afecta a una eventual erupción.

VOLCÁN VILLARRICA?: Reporte de Actividad Volcánica (RAV) sobre monitoreo del #VolcánVillarrica, correspondiente al día miércoles 27 de septiembre: https://t.co/aDvp7WbcsO

Mantiene #AlertaNaranja pic.twitter.com/obt1TLau0b

— Sernageomin (@Sernageomin) September 27, 2023

[caption id="attachment_868801" align="alignnone" width="800"] Angelo Castruccio- Cedida[/caption]

"Es una decisión que tiene que estar tomada en conjunto entre científicos y las autoridades. Porque las erupciones volcánicas, en general, son eventos de baja probabilidad, o sea es poco probable que ocurra una erupción en cualquier momento, pero las consecuencias pueden ser muy grandes", asegura. 

Eso sí, complementa, se trata de "eventos de baja probabilidad, pero de consecuencias muy importantes. Entonces, es súper difícil tomar decisiones, depende un poco también del nivel de riesgo que las autoridades estén dispuestas a tomar y de la opinión, obviamente, de los científicos".

"Actualmente, ni en el Villarrica ni en ningún otro volcán tenemos la capacidad para predecir de manera exacta en qué momento va a ser. Ahora el volcán está más agitado, está en un estado de más desequilibrio, que podría desembocar o no en una erupción. Pero en estos momentos no podemos decir si va a ocurrir una erupción la próxima semana, va a ser en dos meses, o si finalmente no va a haber erupción", aclara.

Hay que evacuar

Respecto de la comunidad afecta, asegura que "la gente que vive en el sector, habitualmente está informada porque hay mapas de peligro donde están establecidas estas zonas y también sabe cuáles son las zonas más seguras en caso de una erupción".

Lo aconsejable, entonces, es seguir las indicaciones de la autoridad. "En estos momentos se decretó un radio de exclusión de ocho kilómetros alrededor del volcán", dice asegurando que no hay mucha gente habitando en el sector de mayor riesgo. "No es mucha, es poca gente porque ocho kilómetros no son mucho, es básicamente el edificio volcánico mismo", detalla aclarando que se trata de personas que viven muy cerca del volcán.

"Lo recomendable es efectivamente hacer esa evacuación hasta que se determine de mejor manera cuál podría ser la posible evolución del volcán. Pero es poca gente, creo que eran del orden de un par de decenas de personas", aclara luego.

Incluso ratifica que no alcanzan a ser 100. "Básicamente, son casas y cosas aisladas. Muy poco, no se acerca a Pucón, Villarrica ni nada", advierte.

Colegio aledaño podría verse afectado

¿Sería recomendable que las clases se mantengan telemáticas? "Es que eso depende, porque, por ejemplo, en Pucón uno de los ríos que viene del volcán que es el Turbio, que está a la salida de Pucón hacia el camino internacional que va a Argentina. Ahí hay, por ejemplo, un colegio que está al lado del Turbio, del río, ese colegio está en una zona de peligro máximo", asegura.

Por último asegura que "con ese colegio habría que tener cuidado, porque en caso de una erupción mayor, podría verse afectado. Pero probablemente la mayoría de los colegios no estén en una zona tan crítica como esa. Entonces, probablemente eso se va a revisar y se van a establecer medidas para que los alumnos puedan ir a clases de forma presencial", concluye admitiendo que una alternativa es que las decisiones se adopten focalizadamente dependiendo de la realidad de cada sector de la comuna.

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