Estos días hemos visto diversos descalabros que el Partido Republicano, apoyado por una buena parte de Chile Vamos, ha instalado en el proyecto de nueva constitución. Uno de estos ha logrado notoriedad por el tremendo impacto que tendrá sobre las personas más pobres de Chile: El fin al pago de contribuciones a la primera vivienda.

El pago de contribuciones no es un impuesto arbitrario. Por el contrario, ya está exento para el 80% de los hogares en Chile y recae principalmente en los propietarios de las primeras viviendas de las comunas más acomodadas. Más del 58% del Fondo Municipal depende de este recurso, y su eliminación tendría un impacto desastroso en las comunas más pobres de nuestro país.

En el Top 7 de comunas que más aportan hoy a este impuesto territorial son las que concentran a las familias más ricas de Chile: Las Condes, Lo Barnechea, Santiago, Vitacura, Providencia, Viña del Mar y Ñuñoa. Por otra parte, el Top 10 de las comunas más beneficiadas incluye a Puente Alto, La Pintana, Maipú, Valparaíso o La Florida, entre otras.

De hecho, extrañamente el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, ha sido enfático en apoyar la medida con inédito populismo, sin al parecer haber notado la inmensa cantidad de recursos que dejaría de recibir su comuna. Quizás ésta ya dejó de causarle interés puesto que no podrá ser candidato ahí nuevamente (tercer período vencido), y ya piensa en una Presidencial.

En el caso de Providencia, la realidad es clara: el 30% de nuestro presupuesto municipal proviene de las Contribuciones, equivalente a $30.154.000.000 de pesos. Estos recursos son destinados a programas esenciales que benefician a nuestros vecinos, como el apoyo a los adultos mayores, el mantenimiento de plazas y parques, la pavimentación de calles, la mejora de la iluminación pública, entre otros servicios fundamentales.

Eliminar este financiamiento por intereses políticos es inaceptable. Representa un ataque directo a las comunas más vulnerables y un intento de profundizar la brecha de desigualdad en nuestro país. Por lo demás, ya existen diversas exenciones a este tributo: adultos mayores, personas con discapacidad y viviendas de menos de 140 metros cuadrados tienen descuentos o no pago. Vale reiterar que el 80% de los hogares no paga contribuciones.

La aprobación de este artículo en el proyecto de constitución sólo afectará a millones de chilenos y chilenas que viven en poblaciones, viéndose profundamente desfavorecidos puesto de estos recursos valiosos y escasos depende su calidad de vida. No podemos permitir que nuestros municipios sufran un desfinanciamiento que, en última instancia, afectará a cada una de las personas que representamos en cada una de nuestras comunas. Es nuestra responsabilidad como líderes locales luchar por un sistema que promueva la equidad, el progreso para todas y todos, y no solo para unos pocos.