Denuncian ríos de caca que corren por las calles de Villarrica y desembocan en el lago
Intensas lluvias como las que ha vivido nuestro país este invierno no solo provocan inundaciones y daños sino que dejan de manifiesto irregularidades en el funcionamiento de los sistemas santiarios.
Es el caso de la ciudad de Villarrica en la IX región, donde un grupo de vecinos y organizaciones territoriales denuncian que las aguas lluvia y las aguas servidas se mezclan en los colectores, y cuando estos se rebalsan tras episodios de lluvia, el agua servida corre por las calles y escurre hacia el lago.
La situación originó dos denuncias presentadas por la fundación Humedales Sostenibles, y por un vecino miembro del Comité Ambiental Comunal. Según declaran, han tenido reuniones gestionadas por el concejal Raúl Landini y autoridades regionales y nacionales de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SII), al tanto de la situación.
Sería en estas reuniones donde se enteraron de que, en ciertos casos, las cámaras donde se colectan las aguas lluvias se mezclan con las de aguas servidas, por lo que cuando los conductos colapsan, corre esa agua servida por las calles y llega hacia el lago por la geografía de la ciudad, donde el lago Villarrica queda en la zona más baja.
Según el director de Humedales Sostenibles, han detectado más de 14 puntos del radio urbano de la ciudad donde llegan aguas servidas desde el río Toltén hacia las playas del lago Villarrica y tienen fotografías georreferenciadas que dan cuenta de la situación.
En algunos de los registros que han publicado, muestran el agua con pedazos de lo que identifican como papel higiénico, además de describir el mal olor que se siente en el agua.
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Apuntan por la situación a un mal servicio de la sanitaria local, Aguas Araucanía y solicitan apoyo de las y los diputados de la región. “Nosotros no estamos en contra de la empresa, solo queremos que den un buen servicio porque ahora no lo están haciendo”, comenta Sebastián.
El lago Villarrica atraviesa una situación de profunda contaminación, que se manifestó nuevamente este verano cuando las aguas se tiñeron de verde consternando a los bañistas.