“Fumigados del Jardín del Edén”. Así llama Mariela Vallejos en su novela “Reemplazada por un software, cuando tu empleo te deja por rival sin alma” (editorial Cuarto Propio), a los que ejercen en los cruces de calles valiéndose de la pausa de los semáforos para ofrecer a los conductores desde bagatelas a mini espectáculos.

Son los desplazados por las nuevas tecnologías, los “esquineros” que sobreviven al margen de la sociedad compitiendo con otros por un reducto donde obtener algo de dinero. ¿Qué pasa cuando la precariedad laboral llega a todos los estamentos del trabajo, cuando las esquinas se convierten en un apreciado lugar de subsistencia?

La mirada de Mariana, la protagonista, es la mirada de una persona de clase media, con educación universitaria que, teóricamente, debería estar inmune a los vaivenes del mercado laboral. Sin embargo, Mariana sufrió la humillación de haber sido reemplazada por esos algoritmos que, sin miramientos, se están infiltrando en todos los espacios del quehacer humano.

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La protagonista representa a la nueva hornada de “perdedores”, que, a pesar sus estudios superiores y de sus años de experiencia, están siendo reemplazados por programas informáticos que no necesitan dormir, comer o tomar vacaciones y no forman sindicatos.

Geoffrey Hinton, uno de los padres de la Inteligencia Artificial (IA), renunció a su alto cargo en Google este año para dedicarse a advertir a la humanidad de los riesgos “terroríficos”, según dice, de incorporar esta tecnología sin haber meditado antes qué queremos lograr con ella.

Paralelamente cientos de científicos han firmado cartas clamando por una moratoria de seis meses en el uso de la IA, tiempo para que la población medite respecto a qué áreas se dejaran al arbitrio de las máquinas y cuáles no. Los empresarios y dirigentes de todo el mundo hicieron oídos sordos a estos llamados.

ChatGTP y todas las otras IA ya están siendo utilizados en todas las áreas de nuestra vida a pesar de los errores que ya se han reportado. A su vez, la OIT y la CEPAL alertan sobre la probabilidad de un período largo de inestabilidad laboral para millones de personas.

La autora de “Reemplazada por un software”, imagina hasta dónde podrían llevarnos los intentos de los desplazados por subsistir en un mundo globalizado, y para ello desmenuza el microcosmos acotado de una esquina que representa la quintaesencia del santiaguino, a pocas cuadras del epicentro del estallido social chileno.

Siguiendo las huellas de Cervantes que, en su Don Quijote, critica con humor punzante las corrupciones de su época, Mariela Vallejos va exponiendo las diferentes capas de la sociedad chilena y desenmascarando sus vicios de la mano de Olegario, un exsindicalista que sobrevive haciendo malabares en la esquina y de Mariana que observa desconcertada el curso de los acontecimientos.