Entregan por primera vez zona costera de Aysén a pueblos indígenas para cuidar y administrar
La comunidad indígena Nahuelquín Delgado lleva 20 años esperando la respuesta a una solicitud para administrar un espacio marino costero en la isla Traiguén, donde viven y donde sus ancestros han hecho uso del territorio.
Esta semana, la Comisión Regional de Uso de Borde Costero aprobó otorgar 264 hectáreas de mar emplazadas al interior de la isla en la región de Aysén, para que la comunidad pueda preservar sus costumbres ancestrales.
Se trata del primer Espacio Costero Marino para Pueblos Originarios (ECMPO) de la región, y el instrumento no solamente entrega a la comunidad indígena la administración del espacio, sino que también le exige tareas y metas de conservación de la naturaleza.
Traiguen es una de las tantas islas privadas en el sur del país, y en el 2019 levantó polémica tras conocerse que el sitio Private Islands la ofrecía para la venta por 25 millones de dólares.
Los ECMPO han sido una herramienta para otras comunidades indígenas para frenar el avance de actividades como la salmonicultura, que se han extendido hacia el sur amenazando los modos de vida de pueblos originarios, que suelen realizar actividades artesanales y sustentables.
La comunidad Nahuelquín Delgado está integrada por ocho familias, y deberá administrar el uso del espacio luego de que se establezca un plan de manejo para el área, donde se define cómo convivirán los distintos usos que se hacen del espacio marino costero.