A inicios de la semana en curso, la Asociación Chilena de Protección de la Familia (Aprofa), alertó respecto de un incremento de las cifras de VIH en nuestro país, detallando que "el Instituto de Salud Pública (ISP) informó que durante 2022 hubo 5.401 nuevos diagnósticos de VIH en el país, configurando una tasa de 25 casos cada 100 mil personas, lo que significa un aumento de un 7% en relación al 2021 y un 13% en comparación a 2020, cuando hubo disminución del 50% de las pesquisas”.

“La falta de Educación Sexual Integral existente en nuestro país propicia el desconocimiento de temas relevantes, generando, por ejemplo, que las personas se enfoquen mayoritariamente en la prevención del embarazo y no sepan los alcances de la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS) o VIH”, aseguró la entidad.

Paralelamente, Aprofa adminitó que se trata de cifras que no “sorprenden, puesto que la salud sexual en Chile es una temática que ha sido descuidada y que, al estar llena de prejuicios, mitos y desconocimiento, ocasiona que las personas no puedan tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y sexualidad”.

Falta de información

Consultados al respecto por El Desconcierto, Debora Solís, directora ejecutiva de Aprofa comenta el adverso escenario que enfrenta nuestro país en este ámbito.

[caption id="attachment_855607" align="alignnone" width="900"] Débora Solís- Imagen cedida[/caption]

Desde Aprofa, ¿a qué atribuyen el incremento de casos de VIH en Chile?

- Como Aprofa creemos que el aumento sostenido en los últimos años de los casos de VIH y otras ITS se debe exclusivamente a la falta de información, de campañas de prevención y por cierto a la falta de una Educación Integral de la Sexualidad garantizada para todas las personas. Ahora, de acuerdo a lo que se señala en la última entrega, del Instituto de Salud Pública (ISP), este específico aumento de casos se debe a un incremento de testeos. Durante la pandemia que azotó al país, se realizaron menos testeos, lo que se retomó con fuerza durante el 2022. De todas formas, el alza del 7% es preocupante, pero no sorprendente.

A la luz de las cifras, ¿qué responsabilidad tienen, tanto el Estado, como la población en esta alza?

- A finales del 2022, el Ministerio de Salud informó sobre un incremento sostenido de nuevos casos diagnosticados de infecciones de transmisión sexual en los últimos cinco años, siendo la sífilis la ITS (Infección de Transmisión Sexual) con mayor predominancia. Ahora, el ISP informa sobre un aumento en los casos de VIH. Es entonces un tema que nos debe preocupar y movilizar a todos y todas. El Estado debe garantizar estrategias que permitan a las personas reconocerse en sus derechos sexuales y reproductivos, y así tomar decisiones informadas sobre su sexualidad.

Contar con educación, información y acceso es parte de los derechos humanos, y como sociedad tenemos que avanzar para que esté garantizado para todas las personas, y así mejorar de manera sustantiva temas preocupantes como la violencia sexual, las altas tazas de ITS y VIH, la discriminación, entre otras. Entonces, la responsabilidad efectivamente recae en el Estado al no implementar políticas efectivas, lo que no ha sido posible debido a aquellos sectores políticos que deslegitiman y entorpecen el avance hacia una sociedad informada sobre sus derechos y dotada para decidir sobre su vida y sexualidad.

"Puede afectar a cualquier persona"

¿Se ha constatado un relajo respecto de esta patología que durante décadas fue de gran preocupación transversal?

- Efectivamente durante la pandemia existió un descuido de muchas temáticas que no tenían que ver con la contingencia sanitaria, pero históricamente el desconocimiento, falta de campañas efectivas e información certera ha generado la idea de que el VIH es propio de grupos de riesgo, lo que sin duda ha contribuido para que las personas no lo vean como un riesgo real.

Es importante aclarar estos mitos, estableciendo que el VIH es una infección que puede afectar a cualquier persona, independiente de sus prácticas sexuales, orientación, identidad, estrato social y cultural, y la única manera de prevenirlo es precisamente entendiendo que el uso de métodos de barrera y hablar sobre sexualidad, es la clave para todas las personas y que así se detiene el avance.

¿En qué dirección debería avanzar el Estado para enfrentar esta realidad evidencian las cifras?

- Creemos que la información es vital para que las personas puedan ser agentes activos en su salud, y en ese sentido, la educación integral de la sexualidad es vital para avanzar hacia el conocimiento científico, concreto y real sobre como tener vidas saludables. Acciones aisladas, no integrales y que no se sostienen en el tiempo, no tendrán impactos efectivos.

Es necesario dotar a las personas de herramientas y conocimientos que les permitan acercarse a su salud sexual y reproductiva sin barreras, impedimentos y prejuicios. Medidas concretas que puede implementar el Estado son facilitar el acceso a métodos de protección, campañas informativas sin eufemismos, vacunación contra VPH en el grupo específico de adolescentes, y test de ITS, facilitan el ejercicio de la ciudadanía sexual, concibiendo la sexualidad desde ópticas más cercanas y positivas.

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