El serbio Novak Djokovic sigue confirmando que tiene todos los dotes para ser considerado el mejor tenista de la historia, al clasificar este viernes a su final 35 de Grand Slam, buscando el título en Wimbledon.

El europeo se impuso por 6-3, 6-4 y 7-6 (4) a Jannik Sinner y buscará el título número 24 en este tipo de torneos, los más importantes del circuito tenístico mundial.

Djokovic hizo su mejor partido de esta edición para imponerse a un Sinner que, aunque parezca mentira por el resultado, hizo una gran actuación y si se fue de vacío fue porque no es el mejor de la historia, logro que su rival sí posee.

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Eso sí debió sortear un polémico momento, cuando el juez de silla le anuló un punto por un extraño grito que realizó el serbio para llegar a una difícil pelota que le puso el italiano.

El nacido en Belgrado discutió la decisión, pero procedió a ganar los dos puntos siguientes, hasta que le señalaron otra advertencia, esta vez por perder tiempo al servir.

Nada de eso lo sacó de su foco: Seguir demostrando que es el mejor tenista de la historia, buscando volver a decirlo este domingo en la final del Grand Slam de Wimbledon, donde se medirá al ganador del duelo entre Carlos Alcaraz o Daniil Medvedev.