Tras superar diversas lesiones, el central Diego Simonet fue en 2018 el primer argentino en alcanzar la final de la Liga de Campeones europea de balonmano -que ganó y en la que fue elegido MVP- y, un año después, el héroe que convirtió 11 goles para que la Albiceleste ganase el oro panamericano en Lima.

Simonet fue una de las figuras que dio brillo a los Juegos de Lima 2019. Y hoy, a exactos 100 días del 20 de octubre, fecha que marca el comienzo de Santiago 2023, su vida se volvió un juego serio.

Si algo llama la atención en el tiempo transcurrido desde la anterior competición continental es que 'el Chino', hoy capitán de la selección argentina de balonmano y gran líder de los 'Gladiadores' tras la retirada de su hermano Sebastián después de los Juegos de Tokio 2020, pasó de defender la bandera albiceleste a jugar con ella.

Y no es una falta de respeto o una frase despectiva.

Empresario gamer

El ganador de la Copa de la Liga francesa en 2016, de dos Copas de Francia (2014 y 2016) y de la mencionada Copa de Europa con el Montpellier, fundó en 2020 la empresa DS4Games para inventar juegos de mesa, cuyo primer lanzamiento fue "1812", un entretenimiento que honra la figura de Manuel Belgrano, creador de la enseña nacional.

Aficionado desde siempre a los juegos de mesa, hasta el punto de que es uno de los animadores en las concentraciones de los 'Gladiadores', y con la misma decisión con la que encara la portería rival, se lanzó a emprender una línea didáctica sin la tecnología dominante hoy día.

Después de dar sus primeros pasos en el mundo de la pintura en 2011, la creación, como otro hobby más, de su empresa en 2020 es, sin duda, un aspecto importante de la vida de Simonet después de aquella final de los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Pero, además, tras aquel oro que permitió a Argentina jugar en Tokio 2020, donde quedó eliminada tras la primera fase, su familia se amplió y a Juana, la primogénita nacida en 2018, se le sumó Benja en 2021.

El jefe

Esa madurez personal, que le hace seguir eligiendo Francia, donde vive desde 2013, por encontrarse en la elite del balonmano mundial, pese a su amor por Argentina, la trasladó a la cancha y hoy, con 33 años, es el 'jefe' de la selección que buscará en los Panamericanos de Chile la única plaza disponible para París 2024.

Frente a aquel Diego más impetuoso que tomaba tiros arriesgados cuando Sebas era referente en la Albiceleste, el gran hacedor de juego en el Montpellier que se transforma en ejecutor en la selección ahora asume el liderazgo del grupo e, incluso, lesionado -como hace apenas un mes en Buenos Aires- participa en las convocatorias.

Pese a que desde Lima no ha logrado más títulos que el oro de los Juegos Suramericanos 2022, en este lapso se ha convertido en referente de la Albiceleste que, además de defender su bandera, ahora también juega con ella. / EFE