ISL y condición de trabajadores en Chile: Pymes son

ISL y condición de trabajadores en Chile: Pymes son "espacios más vulnerables"

Por: Kathia Cancino Rojas | 08.07.2023
En conversación con El Desconcierto, la directora nacional de Instituto de Seguridad Laboral, Aída Chacón, se refirió al nuevo seguro por accidentes de trabajo que acoge a casi medio millón de trabajadores honorarios, además de las condiciones laborales en Chile, que tiene una notoria diferencia entre aquellos que se desempeñan en empresas más grandes y quienes lo hacen en pequeñas y medianas empresas.

Con motivo de la implementación del Seguro Contra Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales administrado por el Instituto de Seguridad Laboral (ISL), y que desde el 1 de julio beneficia a casi medio millón de trabajadores y trabajadoras a honorarios del país, conversamos con la directora nacional de la entidad, Aída Chacón, sobre las condiciones laborales en Chile. 

En la instancia, Chacón destacó las directrices que espera seguir durante su administración, marcadas por la idea de fortalecer la institucionalidad, la promoción y difusión del derecho al seguro de trabajo, tanto para aquellos trabajadores y trabajadoras dependientes como independientes, además de asumir la misión de "convertirnos en garantes y ser referentes de la seguridad y salud en el trabajo". 

Todo ello, marcado por una diferencia entre los trabajadores y trabajadoras que se desempeñan en empresas más grandes, versus aquellos que lo hacen en pequeñas y medianas empresas (Pymes), cuyos funcionarios muchas veces desconocen el seguro laboral contra accidentes de trabajo, por lo que la difusión de sus derechos se levanta como uno de los aspectos más importantes de su gestión. 

-¿Cuál es la condición actual de los trabajadores en Chile? 

Tenemos un millón y medio de trabajadores adheridos al instituto: independientes que son alrededor de 600 mil, trabajadoras de casa particular, que son alrededor de 130 mil, y tenemos servicios públicos que son alrededor de 99 mil trabajadores de servicios públicos (como Fonasa, por ejemplo). 

En ese sentido, las empresas públicas y las empresas grandes de más de 50 trabajadores son más fáciles de atender, porque tienes un lugar, un ordenamiento administrativo, Inspección del Trabajo, hay un prevencionista dentro de un departamento de personas de Recursos Humanos. Pero la parte más precaria, son los trabajadores de las Pymes, que tiene dos o tres trabajadores y que muchas veces desconocen el seguro, el contador paga todo lo que tenga que pagar. Son empresas pequeñas, la botillería pequeña, ellos pagan esa cotización y no saben que esos trabajadores están protegidos, esos espacios son mucho más vulnerables y nos preocupa.

-Entonces, ¿cómo avanzar y cuáles son los principales desafíos para que todos los trabajadores y trabajadoras conozcan el seguro? 

Tenemos tres desafíos importantes: el primero es la promoción del derecho al seguro del trabajo. Segundo, que es interno y tiene que ver con fortalecernos como institución para dar el mejor servicio y convertirnos en garantes y ser referentes de la seguridad y salud en el trabajo. 

Además, estamos en proceso de actualizar la Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, que considera la incorporación del Decreto 190 que aborda todas las medidas para generar espacios de trabajo libre de violencia de género y, especialmente, en contra de la mujer. Asimismo, implica espacios de promoción del derecho, que la gente sepa que existe y que tiene este derecho, y que los organismos no se ahorren esa plata.

-¿Y la fiscalización? 

Es de parte de la Dirección del Trabajo, pero lo que nosotros hacemos es una labor asesora. Si encontramos que hay un problema, no les pasamos una multa (a los empleadores), lo que hacemos es ayudar a que resuelva y pueda generar espacios libres de violencia, o espacios seguros para trabajar: lo asesoramos, le entregamos conocimiento y metodología. Nuestro rol es la seguridad y salud en el trabajo desde el punto vista de asesorar, proteger y cuidar a los trabajadores. 

El estándar mínimo 

Para la directora nacional del ISL, si bien todos los rubros son diferentes, el piso mínimo para garantizar la seguridad de los empleados en sus lugares de trabajo tiene que ver con dos cosas: lo físico y lo psicológico, sumado a ello los entornos libres de violencia. 

-En esa línea ¿cuál sería el estándar mínimo que deberían tener todos los trabajos para ser garantes? 

Las condiciones que debería tener un espacio seguro es lo físico, el contrato de trabajo, las condiciones de seguridad para el trabajo libre de violencia, el maltrato, se hace acompañamiento, porque nosotros vivimos en un espacio que tiene de lo físico, emocional y psicológico. Pero el piso mínimo es que sea donde sea que esté el trabajador, se asegure ese derecho, respecto de los elementos de protección personal, las condiciones psicosociales, los entornos libres de violencia. Lo que nos interesa es que la gente trabaje en condiciones de salud, que trabaje sanamente y que no se enferme por ir a trabajar. Dependiendo del tipo de trabajo, serán las condiciones que tienen que cumplirse, pero el objetivo es que el trabajo no genere daño a las personas. 

-Respecto a los desafíos concretos de su propia administración, ¿cuáles son los lineamientos de su equipo?

Uno de los desafíos es el fortalecimiento institucional, lograr que mejoren los niveles de eficiencia, que tiene que ver con que podamos cumplir con la misión que se nos ha encomendado (garantizar la seguridad laboral). Otro es aportar a promover la seguridad y la salud en el trabajo para toda la ciudadanía, no solamente para quienes estén adheridos al Instituto, (además) tiene que ver con las indicaciones que ha dado el Presidente sobre trabajo decente y seguridad y salud en el trabajo. 

-¿En qué sentido? 

Poder generar un mayor acceso al derecho de los trabajadores, lo que implica trabajar fuertemente con los equipos de nivel central, con las direcciones regionales y poder avanzar en sistemas de tecnolocías que conversen en otros procedimientos internos para una mejor atención de los trabajadores y trabajadoras tanto en ámbitos preventivos, médicos y de entrega de pensiones. Además del desafío de la difusión del seguro como un derecho, pero no solo a trabajadores adheridos, también aquellos que no están protegidos y los trabajadores vulnerables. 

-Ustedes hablan de que quieren ser una especie de referente para los trabajadores adheridos al ISL y también para los que no lo están. ¿Cuál es la evaluación del ISL sobre ser un referente comparado con el mundo privado? 

Hay ciertos trabajadores en los que sí somos referente, como las trabajadoras de casa particular (TCP), que ahí somos los que tenemos mayor cantidad de adheridas. Si bien eso lo hace la ley, después nosotros trabajamos con las trabajadoras y tenemos conexión con todos los sindicatos de TCP, y hacemos muchas capacitaciones porque como no es posible ir a sus casas tratamos de entregar información y mandar info a los jefes, enviamos folleterías. Para ellas, el ISL es su organismo organizador. 

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