La fundición Hernan Videla Lira de la Empresa Nacional de Minería (ENAMI) en la localidad de Paipote, se ubica a 8 kilómetros de la ciudad de Copiapó y fue fundada en el 1952.

Desde entonces, ha sido denunciada por su falta de inversión para mejorar la productividad y disminuir sus emisiones contaminantes, que han generado graves efectos en la salud de los ecosistemas y personas del sector.

En 2021, un reportaje de Ciper reveló que la planta superó la norma de emisiones de dióxido de azufre en 63 oportunidades desde el 2019, siendo uno de estos episodios el más crítico, en que se superó en hasta seis veces el límite permitido del contaminante.

La modernización de la fundición Hernán Videla Lira en Paipote fue anunciada en Cuenta Pública ya en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, pero aún no logra concretarse. Recientemente, desde el directorio de la empresa solicitaron una auditoría externa para revisar nuevamente el proyecto.

Esto, sumado a comentarios del subsecretario de Minería la pasada semana sobre la posible falta de rentabilidad de este proyecto de modernización, levantaron la alerta en la región de Atacama desde donde dirigentes gremiales, autoridades regionales y congresistas solicitaron que el gobierno acelere este proyecto.

Modernizar fundiciones contaminantes

“Actualmente en Chile el parque de fundiciones, compuesto por 7 fundiciones y 3 refinerías para sulfuros, está tecnológicamente atrasado -considerando que en algunos casos poseen tecnología de mediados del siglo pasado-, posee una baja productividad, altos costos de operación y son muy contaminantes”, resume la directora de la Fundación Terram, Flavia Liberona.

Según destaca, los gremios han levantado el planteo de modernizar las plantas para mejorar sus estándares, lo que se ve reflejado en los ejes de trabajo del diseño de la Política Nacional Minera 2050, que plantea un plan nacional para avanzar en esta dirección.

Liberona señala la importancia de modernizar la tecnología de las fundiciones incorporando la fusión continua que permitiría garantizar un alto porcentaje de captura de gases contaminantes.

Pero agrega que este proceso de modernización debe acompañarse de “mejoras sustanciales en las normativas ambientales referidas a la emisión de contaminantes, tales como el dióxido de azufre o arsénico -está última recién en proceso de elaboración-, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud”.

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