Domingo 2 de julio: dos correos electrónicos llegan a El Desconcierto con tintes ultraderechistas. El primero es una encuesta sobre “qué hacer con los inmigrantes ilegales y con los que han sido procesados por delitos”, mientras que el segundo llegó bajo el asunto “Chile en agonía”; todos ellos bajo el remitente Movimiento Chile Libre Vocería. 

De acuerdo a lo informado por el movimiento -el cual no cuenta con redes sociales ni página web según lo chequeado por este medio-, de 300 personas encuestadas, 245 ciudadanos señalan estar de acuerdo con que los migrantes que se encuentran en el país en condiciones irregulares “sean enviados a campos de concentración en el norte de Chile, el resto señala que sean expulsados tomando en cuenta que este nefasto gobierno no tiene agallas para expulsar en masa a inmigrantes ilegales”. 

Mientras, el segundo email corresponde a un ataque a las personas migrantes, feministas, comunidad LGBTQIA+, y a los “políticos corruptos”. 

Discurso de esferas radicalizadas 

Aunque la actitud de estos grupos ultraderechistas no es nueva, para Javiera Arce Riffo, magíster en Ciencia Política, mención Instituciones y Procesos Políticos de la Pontificia Universidad Católica y miembro de la Red de Politólogas, estas esferas se mueven difundiendo mensajes de “amedrantamiento” hacia grupos marcados como sus “enemigos”, cuyas amenazas ha experimentado en carne propia de parte de personas de otra postura política. 

[caption id="attachment_848424" align="aligncenter" width="574"] Primero correo que llegó a la redacción de El Desconcierto.[/caption]

“Lo que hacen las ultraderechas es tratar de generar lo que ellos determinan como enemigos. Entonces, para ellos los enemigos son las feministas, los grupos de la diversidad sexual, los migrantes”, señaló Arce al ser consultada al respecto.

De hecho, enfatizó en que para estos grupos radicalizados “somos como enemigos de la democracia, enemigos de todo lo que hace bien para el mundo, y empiezan a amedrentar a ciertos grupos sociales y sus representantes, con correos electrónicos (por ejemplo)”, e incluso podrían “llegar a matar gente, como lo que le pasó a Marielle Franco en Brasil”. 

Al respecto, la académica de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, Nerea Palma, aseveró que “hay evidencia que sugiere que en condados que Donald Trump —en 2016— hizo rallies de campaña (esta especie de actos de concentración o manifestaciones que hacen los candidatos en USA), los crímenes de odio aumentaron en 226%”. 

“Este tipo de datos nos podría dar pie a pensar que posiblemente la exposición a este tipo de discurso sí tiene un efecto en la ciudadanía”, agregó. 

Caso Franco 

La concejala brasileña Marielle Franco del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) fue asesinada a los 38 años cuando volvía de un acto político en Río de Janeiro: un automóvil se puso a su lado y desde el interior dispararon nueve veces. 

Hasta el momento hay dos sospecohos del crimen, ambos expolicías militares, y si bien no se ha identificado a quienes encargaron el asesinato, las principales sospechas apuntan a la Oficina del Crimen, una milicia paramilitar presuntamente liderada por Adriano Magalhães da Nobrega, quien posteriormente fue asesinado. 

[caption id="attachment_848483" align="aligncenter" width="1136"] Fragmento de segundo correo que llegó a la redacción de El Desconcierto.[/caption]

Según señaló su compañero de partido y diputado Chico Alencar a BBC Brasil, la concejala conocida por sus duras críticas a la gestión del gobierno brasileño contra la violencia, contra la intervención del Ejército en la seguridad de Río de Janeiro y su defensa a las mujeres, “no estaba bajo amenaza, pero incomodaba a muchos policías truculentos y milicianos” relacionados a la ultraderecha. 

Grupos “se van a robustecer en el tiempo” 

Arce mira con preocupación el futuro, de hecho cree que pese al desempeño del Partido Republicano en el Consejo Constitucional, en un paralelismo con La Lista del Pueblo, que salió seriamente debilitada del proceso anterior por los diferentes traspiés y escándalos que protagonizaron, estos grupos “se van a robustecer en el tiempo”. 

Opinión similar es la de Nerea Palma, quien considera que “la extrema derecha aún tiene bastante por crecer” y que, adelantándose a las elecciones municipales del próximo año “a este grupo aún le falta bastante trabajo territorial, que puede hacer que ganen diferentes alcaldías a lo largo de Chile”. 

En esa línea, la preocupación de ambas se traslada a la masificación de estos grupos “violentos” y “amenazantes”, sobre todo pues, de acuerdo a Arce, “la ultraderecha opera atemorizando” a aquellas personas que atentan “contra sus proyectos políticos”.

La “retórica de la extrema derecha no debe mirarse en menos o no ser tomada en cuenta”, cierra la académica de la UDP. 

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