Bárbara Hernández a un mes de tocar la cima en Hokkaidō: "Son nados con los que soñé décadas"
Ya no queda nada. Bárbara Hernández, nuestra apodada “Sirena del hielo”, viaja el 18 de julio a Japón, para enfrentar uno de los desafíos más importantes de su carrera. Tras completar seis nados, la deportista se encuentra ad portas de sumergirse en el mar, para concluir el Circuito de los siete océanos. “Creo que llevamos alrededor de ocho años sacando estos nados, son nados muy difíciles, no sólo por lo extensos, sino además (por) el no uso de traje de neoprén ni grasa aislante del frío, son maratones acuáticas donde es muy importante el volumen diario de entrenamiento”, comentaba a El Desconcierto a comienzos de abril.
Hoy, escasas semanas de instalarse en Asia, y a un mes de enfrentar esta histórica carrera, Hernández nos sincera cómo enfrenta este momento de su carrera.
Ad portas de la carrera que la podría llevar a completar el Circuito de los siete océanos en Japón, le preguntamos a la deportista cómo va su preparación física y qué le resta por hacer en esta última etapa de preparación. "Como bien dices, este es nuestro séptimo océano, siete de siete. Es el último de estos tremendos desafíos, los más complejos y los más difíciles alrededor del mundo. La preparación física va bastante bien, estoy súper agradecida de todo el apoyo que me da la Católica", pormenoriza.
"De hecho", agrega, "por primera vez en mi vida tengo un preparador físico que es Marcelo Venegas, que es también preparador de la Selección Chilena de Básquetbol. Ha trabajado con las Diablitas del Hockey y es el director de desarrollo deportivo del Club Universidad Católica, donde entreno. Entonces, en verdad creo que aún con 37 años es increíble la diferencia que hace tener un preparador físico, me siento muchísimo más fuerte".
Eso sí, la preparación para este nuevo reto, no ha estado exenta de dificultades, como ella misma lo relata. "Pese a que tuve una lesión hace algunas semanas, que fue un desgarro, me recuperé muy rápido. Creo que estamos en buenas condiciones para enfrentar este nado de casi 10 horas o más en la mitad de la noche y con condiciones que pueden ser súper variables y complejas, pero me siento muy fuerte", dice.
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Consultada respecto de sus pendientes previo al viaje, detalla que estas semanas son particularmente laboriosas. "¿Qué nos queda por lograr en esta última etapa? Estamos justo en un momento de mucho volumen, nadando alrededor de tres horas diarias, más el acondicionamiento físico, la preparación física, kinesiología, fisioterapia. Es un período bastante intenso", cuenta.
"Creo que es importante que aprenda a dejar más tiempo de descanso y ya ir nutriéndome de todas aquellas personas, recuerdos, momentos que son los que te dan la fuerza al momento de enfrentarte a un nado tan significativo, porque puedo llegar a ser la primera persona latinoamericana en completar este nado. Es un tremendo logro a nivel mundial también. Entonces, obvio que la presión a veces se siente, es una presión mía, pero también uno llega a percibirla como de la expectativa de la gente, que está bien porque nos han acompañado en todo este proceso de más de ocho años", revela.
Respecto de cómo se ha preparado en el ámbito emocional y cómo llega a la carrera, Hernández tiene claro que "el precio de cada nado se paga en la preparación. Es la preparación lo que te da la certeza, la claridad, la tranquilidad al momento de entrar al agua y poder jugártela. Creo que con mi equipo hemos hecho un muy buen trabajo tanto físico, mental, también toda la importancia de la nutrición y cómo se planifica la alimentación durante estos nados, donde paramos cada 30 o 45 minutos y consumimos líquidos tibios con carbohidratos, proteína, o sea son un montón de variables".
[caption id="attachment_847982" align="alignnone" width="900"] Bárbara Hernández sumergida en su gran pasión- Imagen cedida[/caption]
Y a renglón seguido, cuenta que "todos estos meses después de Antártica (donde logró un récord Guinness tras alcanzar el nado más largo jamás realizado en estas aguas), han significado volver a entrenar mi mente para las largas distancias, mentalizarme para un nado de noche, saber también que hay fauna y que el éxito del nado no pasa sólo por mi preparación, sino que también todo lo que significa el clima y la naturaleza, o sea, la fauna, los tiburones...".
"Mi ventana de nado es del 26 al 30 de julio"
Frente a todo este escenario que involucra un desafío de envergadura, Hernández relata que teniendo todo lo que detalla claro, apela a darle "un lugar a cada uno de estos aspectos, también confiando mucho en el equipo que me va a acompañar. No va mi entrenador, sino parte de mi equipo técnico. Va Jorge, que es mi compañero de maratones y el líder de mi equipo en Antártica, y también Ailén Lascano, una nadadora argentina con la que he competido durante más de ocho años y que desde el último tiempo es parte también de mi equipo de logística y de planificación de estas tremendas maratones. Así que creo que en ese sentido estoy tranquila.
"Obviamente también me pongo ansiosa, estaba mirando el calendario y me quedan dos semanas (para viajar). Siento la presión. Son nados con los que soñé por décadas, estar tan cerca de completarlo también creo que implica el aprender a darle un lugar a cada una de estas emociones y concentrarme mucho en el aquí y en el ahora. De hecho, ahora estoy pensando que ya son casi las 21:00 y me tengo que ir a acostar porque mañana me levanto un poco antes de las cinco de la mañana... Disfruto mucho el privilegio de poder entrenarme en estas condiciones para poder representar a Chile, por supuesto...", nos comenta en medio de su preparación, en un alto para dialogar con El Desconcierto hace un par de días, específicamente el martes de la semana en curso.
Respecto del viaje que la llevará al destino que podría marcar un nuevo hito en su carrera, entrega algunos detalles. "Nuestro viaje a Japón está programado para el día 18 de julio. Desde ahí vamos a llegar a la ciudad de Tokio, luego nos tenemos que mover a Hokkaidō. Obviamente, allá es compleja la etapa previa, porque vamos a estar con 13 horas de diferencia. Eso es un montón. Vamos a estar como en el futuro casi", pormenoriza.
"Tenemos el apoyo del consulado de Chile en Tokio, así que ya nos están ayudando con información. Ojalá nos puedan acompañar en este hito, eso sería muy bonito. Y mi ventana de nado, eso significa que puedo nadar cualquiera de estos días, de día o de noche, en general es un nado de noche, es del 26 de julio al 30", agrega.
[caption id="attachment_847984" align="alignnone" width="900"] Bárbara Hernández- Imagen cedida[/caption]
Las jornadas previas a este trascendental nado, cuenta, las dedicará a la ambientación. "Vamos a estar todos esos días aclimatándonos, nadando. En Japón hay un muy buen clima, el punto es que el agua también puede tener 14 grados, entre 14 y 17 grados. Y más allá de la temperatura, el desafío, por una parte, es la fauna y también el oleaje. El oleaje y los vientos son los que condicionan el nado y por eso es algo tan impredecible", sincera.
"Es un nado complejo, doloroso, en la mitad de la noche hay tiburones"
"Creo que lo emocional es un poco lo que comentaba, como trabajo con una psicóloga, eso por supuesto que me ayuda, intento ir construyendo esos espacios en los que efectivamente me puedo refugiar, sé que es un nado complejo, doloroso, difícil, igual son nados extensos de hasta 10 horas o más, en la mitad de la noche hay tiburones blancos", cuenta al tiempo que aclara que una embarcación que la acompaña, dispone de sensores para anticipar cualquier situación compleja.
"Eso es lo que me dijeron a mí, así que yo muy confiada y creyendo absolutamente en eso, pero es un nado complejo", admite.
Consultada si este es el reto más importante de su carrera deportiva, comparte su certeza de que "la sumatoria de estos siete océanos es lo que marca un antes y un después, también no tan solo en mi carrera, sino que definitivamente en mi vida".
"Ha sido un año con muchas emociones, luego del Guinness por Antártica, viene un documental, ser más conocida y más cercana a la gente, también es algo muy bonito, pero también ha significado que tengo que aprender a lidiar con la presión y aprender a dejar tiempos propios, a priorizar el equipo y aquellos momentos que son los que finalmente te nutren al momento de ir a representar a Chile y darlo todo en un nado que nunca antes se ha hecho por alguna persona chilena, eso también es algo desafiante", cuenta luego Hernández.
[caption id="attachment_847992" align="alignnone" width="900"] "Creo que poco a poco he ido encontrando mi lugar, mi herramienta y mi pasión, que es poder nadar también en Chile, representar a Chile a nivel internacional", sincera Bárbara Hernández- Imagen cedida[/caption]
Canal de la Mancha a la vista
Y en cuanto a lo que vendrá después de Hokkaidō, dice que todavía no lo tiene tan claro. "No he pensado mucho cómo me voy a sentir al terminar el nado, creo que soy súper concreta, entonces voy un paso a la vez, estoy tratando de definir las últimas cosas que faltan respecto al viaje, la estadía, los pasajes, los dineros, porque Japón es realmente muy costoso. De conseguirse esto, ¿cómo enfrentaríamos nuestros próximos deportivos? De verdad no me imagino, creo que es una tremenda emoción", reconoce.
"Debe ser como después de Antártica. O sea, terminó, es como 'con dos Guinness, ¿ahora qué? Y el ahora, ¿qué significa? Seguir construyendo un camino. Estamos pensando en una doble, triple corona junto con mi equipo, que es bastante extremo, significa un cruce al Canal de la Mancha, que es algo que ya hice el año 2019, pero de ida y vuelta, o sea, puede ser unas 25 o 30 horas", dice respecto de sus planes tras Japón.
Sin embargo, cuenta que su intención es darle "su justo lugar a toda la importancia que tienen los Siete océanos, creo que sin querer sonar pretenciosa, (mi deseo) es seguir representando a Chile, seguir haciendo historia para la natación de aguas abiertas, no tan solo en nuestro país, sino que también a nivel mundial, porque creo que con eso colaboro y contribuyo concretamente a que más niñas y más mujeres crean en sus sueños, se acerquen a la maravilla que son las aguas abiertas, a su fuerza, a todo lo impredecible que pueden ser y lo hermoso deporte que es".
"Yo creo que ese es mi real propósito, que la gente se atreva a soñar en grande. Y yo lo hago desde el agua. Y me encanta este rol, porque también me permite hablar del cuidado de nuestros océanos, seguir trabajando con las ONGs como Only One y ASOC, que es la Antarctica and Southern Ocean Coalition, y Only One es la que trabaja también por la protección del océano a nivel internacional. Creo que poco a poco he ido encontrando mi lugar, mi herramienta y mi pasión, que es poder nadar también en Chile, representar a Chile a nivel internacional", concluye.
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