Semiya: El proyecto de Cecilia Vicuña para rescatar semillas que truncó la dictadura
En 1970, la artista Cecilia Vicuña aún vivía en Chile, y tenía un sueño: crear conciencia en torno a la necesidad de cuidar las semillas nativas del país, a través del arte, la reforestación urbana y el establecimiento de un Día de la Semilla.
“En 1971 propuse a Salvador Allende celebrar un día de la semilla: recoger y plantar semillas. Convertir terrazas y techos en jardines, plazas y parques, en bosques y chacras, las ciudades y campos en vergel. Allende se rió y dijo pensativo: quizás para el año 2000”, se lee en la muestra SemiYa expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNAB), en su exposición Soñar el Agua que está disponible hasta el 3 de septiembre.
Y aunque la idea en su momento “no germinó”, Vicuña se dedicó a crear pequeños bosques en los jardines locales y vecindarios, intentando materializar la idea hasta que el golpe de estado sacudió para siempre la vida en el país.
Ahora, en el MNAB, se puede ver parte de la muestra “SemiYa”, que inauguró la artista en los 2000. Su “Quipú Semiyo”, que evoca aquel proyecto con pequeñas esculturas e intervenciones de hilo y ramitas, hongos secos y semillas nativas.
La artista dedica esta muestra a las y los detenidos desaparecidos, haciendo una analogía con la desaparición de las semillas y el bosque nativo.
Soñar el agua
La muestra actual es la retrospectiva más extensa del trabajo de Cecilia Vicuña, que ha recibido varios galardones este año. Desde el nombre de la muestra hasta varias de sus obras expuestas, dan cuenta de su pionero activismo ambiental.
La pieza central de la exposición es su Quipú menstrual (la sengre de los glaciares): una instalación hecha con 28 hilos color sangre, que la artista instaló inicialmente a los pies del cerro El Plomo en la cordillera de Santiago, cuando Michelle Bachelet se convirtió en la primera mujer presidenta de Chile. Esto para pedirle a la presidenta en una carta que se anulara el proyecto minero Pascua Lama.