Alerta Magallanes, aves en peligro
El desarrollo de hidrógeno verde en Chile tiene un severo problema de modelo. Gobierno y desarrolladores ponen foco únicamente en la promesa de la descarbonización, ignorando la multiplicidad de impactos negativos que se generan en los territorios. La Región de Magallanes y de la Antártica chilena es un ejemplo paradigmático que podría terminar pagando el altísimo costo de las externalidades negativas del H2V. Literalmente se pretende un desarrollo a ciegas.
Miles de kilómetros cuadrados de gigantescos aerogeneradores instalados sobre el ecosistema de la estepa magallánica, plantas de desalinización e hidrólisis en las costas, construcción de grandes puertos, plataformas y caminos, líneas de alta tensión y barcos cargados de amoníaco navegando por el Estrecho de Magallanes, serían parte de la nueva fisonomía de la región.
Uno de los temas más preocupantes tiene que ver con la amenaza que se cierne sobre tres especies de aves en peligro de extinción: el playero ártico (Calidris canutus rufa) el chorlo de Magallanes (Pluvianellus socialis) y el canquén colorado (Chloephaga rubidiceps). Los grandes proyectos de hidrógeno verde anunciados para Magallanes, y sus gigantescos parque eólicos, están proyectados justo en áreas que son críticas para que estas especies puedan cumplir sus ciclos de vida.
La estepa magallánica configura un mosaico de distintos hábitats que comprenden vegas, grandes extensiones de coironales, murtillares y lagunas patagónicas que ecológicamente equivalen a la Tundra del Ártico. Todos estos componentes de la pradera se asocian a distintas especies de aves que utilizan estos sustratos de diferentes maneras, para descansar, nidificar y alimentarse.
Una vez finalizada su temporada reproductiva, 13 especies de aves playeras realizan una larga migración desde sus sitios de nidificación ubicados en el extremo norte de Norteamérica, para llegar a la región de Magallanes entre octubre y noviembre. Mientras algunas de estas aves playeras se concentran en lugares específicos de las costas de Tierra del Fuego, otras se dispersan por la estepa ocupando pequeños humedales y lagunas salobres.
La instalación de gigantescos parques eólicos sobre hábitats críticos de tres especies de aves en peligro podría tener consecuencias irreversibles, causando de manera acumulativa interferencias a movimientos locales y rutas migratorias (efecto barrera) obstaculizando patrones de vuelo y afectando severamente ciclos de vida, alimentación, descanso y reproducción.
El playero ártico es un ave playera que realiza una gran migración. Cerca de 30.000 kkilómetros de ida y regreso, desde el Ártico canadiense hasta Tierra del Fuego. Clasificada ‘En Peligro’ en Estados Unidos, Canadá, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay. El Santuario de la Naturaleza “Bahía Lomas”, en la comuna de Primavera, es el sitio de invernada más importante de Sudamérica para esta especie y podría quedar rodeado de grandes extensiones de aerogeneradores.
El chorlo de Magallanes también está ‘En Peligro’ en Chile. Usa como hábitat lagunas salobres de poca profundidad y se mueve en la estepa magallánica. Datos recientes indican un tamaño poblacional crítico, evidenciando que se trata de una de las especies de aves playeras más amenazadas del mundo.
Al igual que las especies antes descritas, la categoría de conservación del canquén colorado es ‘En Peligro’. Con una población muy diezmada, estepa y humedales de la comuna de San Gregorio contienen una población crítica, sobre la cual se están haciendo grandes esfuerzos para su recuperación, incluyendo un Plan RECOGE, financiado por el propio Estado de Chile, para evitar la extinción de esta emblemática especie.
La situación en Magallanes es alarmante, pues al menos cuatro de los megaproyectos de H2V ya se aprestan a ingresar al SEIA con emplazamientos en zonas de alta sensibilidad para las mencionadas especies de aves. Si bien se valoran propuestas en el uso de nuevas tecnologías para aumentar estándares y eventualmente mitigar alguno de los múltiples impactos (ej. uso de radares) de poco sirve la tecnología cuando la locación es el gran problema.
Un grupo de científicas y científicos, especialistas, centros de investigación, ONGs nacionales e internacionales y líderes de la comunidad magallánica, hemos venido alertando de esta situación desde hace más de un año. El riesgo es altísimo. La localización de proyectos de H2V a gran escala no es compatible con un “hot spot” de aves que alberga a tres especies en peligro de extinción.
Es urgente que Ministerios, desarrolladores y bancos financiadores se hagan cargo del tema y que la localización de estos megaproyectos considere la mejor información científica disponible, el principio precautorio y criterios de bajo impacto en biodiversidad, para así poder resguardar la supervivencia de las mencionadas especies.
Sería una gran paradoja que el hidrógeno verde en Magallanes, a nombre de una transición energética justa, termine tapizando la estepa magallánica de aerogeneradores sin planificación alguna y empujando a estas tres especies de aves en peligro, a su extinción.