Cineasta Carmen Castillo: "Nadie puede pedir a los nietos de víctimas que olviden"
La cineasta y escritora chilena Carmen Castillo hizo este viernes un alegato a favor de la memoria en su país porque "hay un presente que interroga", y "nadie puede pedir a los nietos de las víctimas que olviden" el golpe de Estado de 1973 y la dictadura del general Augusto Pinochet.
"Mientras no se trabaje sobre aquello, la maldición que pesa sobre Chile permanecerá. La maldición porque no se trabaja la historia", incidió la documentalista en rueda de prensa en la ciudad de San Sebastián (norte).
La directora recibirá hoy el premio del Festival Cine y Derechos Humanos en la gala inaugural del certamen, que abrirá la premiada película "20.000 especies de abejas", de la española Estibaliz Urresola Solaguren.
Miguel Enríquez
En el festival se proyectará la cinta "Calle Santa Fe", de 2007, que la directora chilena sitúa en los suburbios de la capital chilena para retroceder a octubre de 1974, cuando su compañero Miguel Enríquez, entonces máximo dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionario, murió defendiendo su vida y la de ella, que estaba embarazada y resultó herida gravemente.
"Calle Santa Fe" es, a la vez, un viaje por su historia y la de su país, y se encuentra entre sus documentales más destacados, que son fundamentalmente los que hablan de Chile, de la dictadura de Pinochet y de su exilio, como "La Flaca Alejandra", "El país de mi padre" y "On est vivants".
La cineasta fue expulsada de Chile y acogida en Francia, país que en 1982 le concedió la nacionalidad. Es hija de Fernando Castillo Velasco, emblema de la arquitectura chilena y destacado luchador por la democracia y los derechos humanos, y de la escritora y actriz Mónica Echeverría.
Ahora reparte el tiempo entre los dos países, pero remarcó que a ella nadie le quitará los años de exilio y el "profundo sufrimiento" que ello implica, y que no desea a nadie.
Cine terapéutico
Incidió en que el cine, al que llegó ya iniciada la década de los años noventa, ha sido "un regalo del exilio", la manera que encontró para "luchar contra la máquina del olvido" desde la posición de una superviviente dispuesta a hablar de su experiencia personal.
"El cine me pareció un instrumento de emoción, de preguntas y pensamiento sobre una memoria que nunca está archivada. No se trata de poner el pasado en un museo, mis películas están hechas desde un presente que interroga", afirmó Castillo, cuyos documentales se han exhibido "muy poco" en Chile.
Este año, en el 50º aniversario del golpe de Pinochet, Castillo reivindicó la figura del Presidente Salvador Allende, muerto durante la asonada militar, "del que hoy no se quiere hablar en Chile".
Por ello, ella se ha colocado entre quienes quieren "participar en el combate de la memoria, porque la memoria es una disputa permanente", pues "el golpe fue producto del odio a la igualdad". EFE