Fue casi un año lo que tuvieron que esperar los 34 mil fanáticos de Los Bunkers que repletaron hasta las escaleras el estadio Santa Laura. Fue una larga espera que tuvo su recompensa, con un show de casi tres horas que superó toda expectativa.

La antesala la tuvieron 500 afortunados en la Blondie la semana pasada, quienes vieron un aperitivo de lo que sería una jornada histórica, donde los penquistas regresaron a lo grande, en las ligas mayores, repletando hasta las banderas un estadio de fútbol y emocionando con cada una de las 31 canciones que incluyó el extenso setlist que repasó cada uno de sus siete discos de estudio.

Era una reunión y tenía que ser como tal, con los mejores hits y los temas del recuerdo que Los Bunkers crearon y que los transformaron en una de las bandas más importantes de la música chilena.

Llenaron un largo vacío de nueve años, desde ese anuncio del receso indefinido que tuvo un oasis, una pequeña reunión con un inolvidable concierto el 13 de diciembre del 2019, en uno de los tantos viernes de Plaza de la Dignidad, en pleno estallido social.

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Y es por eso que, desde las 17:00 horas, la gente comenzó a colmar cada lugar del estadio Santa Laura, porque la espera por fin terminaba. Casi un año, desde el 2 de mayo cuando anunciaron su regreso, que los fanáticos tenían marcada la fecha en el calendario y contaban uno a uno los días que restaban para esta reunión.

La velada la abrió la chilena Cancamusa, exbaterista de Amanitas y Javiera Mena y actualmente con Mon Laferte, que puntualmente a las 19:00 horas mostró su proyecto solista, siendo calurosamente recibida por el público, que aplaudió cada una de sus canciones.

Tras la telonera, los días de espera ya eran sólo minutos, que acabaron pasadas las 21:00 horas con “Solsbury Hill” de Peter Gabriel sonando en los parlantes y su traducción al español mostrándose en las pantallas, distrayendo un poco al público mientras Álvaro López, Mauricio Durán, Gonzalo López, Francisco Durán y Mauricio Basualto, entraban al escenario.

“Miéntele”, “Te vistes y te vas” y “Yo sembré mis penas de amor en tu jardín” fueron las tres primeras canciones escogidas por Los Bunkers para desatar la locura en todos los sectores del reducto de Independencia, que casi no mostró claros dentro del público.

Y el show también tuvo espacio para demostrar que Los Bunkers regresaron para quedarse, pues con un sentido mensaje de Francisco Durán a los jóvenes que buscan su identidad, para encontrarla sin miedos a lo que dirán, estrenaron “Rey”, la primera canción de los penquistas en 10 años, recibiendo una buena acogida del público a una creación que destaca por su letra y su videoclip grabado en el Parque Cultural Excárcel de Valparaíso.

El fervor y la emoción estaban a tope, cuando llegó lo que para la gran mayoría de los asistentes fue la mejor parte del show. Los cinco músicos se posicionan en la pasarela del escenario para interpretar un set acústico, sólo con guitarra y bombo, donde sonaron “Pequeña serenata diurna” de Silvio Rodríguez, “La Exiliada del Sur”, el magistral cover al poema de Violeta Parra que musicalizó Patricio Manns; “El Detenido” que es una de sus primeras canciones y “Si estás pensando mal de mí” del disco “La Velocidad de la Luz”. Un momento único, íntimo y cantado a todo pulmón por los presentes.

La noche siguió con canciones como “Pobre Corazón” que desató la locura, “Canción para Mañana” cantada con lágrimas en los ojos por muchos y la discoteca que se armó con “Bailando Solo”, que incluyó mucho baile junto a rayos láser y una bola disco que iluminó todo el Santa Laura.

“Ven Aquí”, canción que le da nombre a esta gira de regreso, sirvió para retirarse del escenario a reponer energías y así volver con el primer bis, que incluyó “Entre mis Brazos”, “El Necio”, “Llueve sobre la ciudad” y la más coreada de la jornada, el gran hit “Miño”, una de sus canciones más representativas.

Acá le damos un consejo a quienes irán al resto de los shows de Los Bunkers… ¡No se vayan después de Miño! Muchos emprendieron camino rumbo a las salidas del estadio, pensando que era el final, pero no.

La banda regresó para despedirse con “La Era está pariendo un corazón” para cerrar con un adiós y un decidor mensaje de Álvaro López en el micrófono: "¡Somos Los Bunkers y estamos de vuelta!".

Y vaya que regreso, directo a los grandes hitos en la historia de la música chilena.

 

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