Pierina Ferretti Fernández es socióloga de la Universidad de Valparaíso y Magíster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Chile. Actualmente cursa su doctorado en la misma casa de estudios y se desempeña como directora ejecutiva de la fundación Nodo XXI.

En conversación con El Desconcierto, aclara que la etiqueta de un “gobierno feminista” responde más a un horizonte, ya que modificar las estructuras sociales es una labor de “largo aliento”.

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- ¿Cuál es tu evaluación de la agenda del gobierno en materia de políticas de género y mujeres durante su primer año?

Este año se han materializado avances significativos para las mujeres de nuestro país. El hito más relevante hasta ahora ha sido la promulgación de la Ley de Responsabilidad Parental y Pago Efectivo de Pensión de Alimentos. Esta ley aborda una arista estructural de la violencia machista: la violencia económica. Esta es una perspectiva que el movimiento feminista ha promovido y que hoy vemos materializada en una política pública y eso muestra la orientación que tiene el gobierno.

Por otra parte, el conjunto de iniciativas reunidas en el Plan Chile para Todas, también avanza también en la dirección correcta.

- ¿Se podría decir que este ha sido un gobierno feminista? ¿Por qué?

Se puede decir que este es un gobierno feminista siempre y cuando se asuma como un horizonte normativo y no como una cualidad que se alcanza por decreto. El feminismo es un proceso, no un estado que se alcanza de una vez y para siempre. El feminismo es un trabajo duro y despatriarcalizar las estructuras estatales es una tarea de largo aliento, que implicará crear otro tipo de Estado.

Por otra parte, el feminismo es una fuerza que excede las instituciones, las tensiona y las transforma. No puede ser encerrado en los márgenes de la política estatal, pero sí puede trabajar al interior de las instituciones estatales transformando sus dinámicas y el propio tipo de Estado. Pero esto es un proceso lento.

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- ¿Cuáles crees que serán los desafíos por delante para el mundo político y la ciudadanía en esta materia?

Me parece que un campo tiene que ver con la llamada conciliación entre trabajo y cuidados. Muchas mujeres en Chile no pueden integrarse al mercado laboral formal porque tienen que cumplir labores de cuidado. Esto impacta en sus trayectorias vitales y en su autonomía económica. Que en Chile las mujeres puedan trabajar debiera ser una meta para el gobierno.

Otra dimensión es la violencia. Sigue siendo un desafío la erradicación de la violencia machista. La aprobación del Proyecto de Ley por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia sigue pendiente y debiera ser una prioridad.

Finalmente, la agenda de derechos sexuales y reproductivos, incluyendo el aborto y la educación sexual integral, debiera ser retomada. En esto, la ciudadanía, sobre todo las organizaciones feministas, tendrán un rol central.