Nacido en Chuquicamata, profesor de filosofía y ambientalista. Ricardo Díaz Cortés hasta el 2021 se desempeñaba como director de la escuela municipal Republica de Italia y Consejero Regional. Ya desde su antiguo rol trabajaba en el desarrollo de una estrategia de innovación en pos de convertir a la región de Antofagasta en un polo de inversión y desarrollo más allá de la primarización de las exportaciones. 

-¿Cómo se trabaja la Estrategia Regional de Innovación (ERI) de Antofagasta para el país?

-Siendo consejero regional participé e impulsé muchísimo lo que era el desarrollo de una estrategia de innovación. Nos interesaban mucho generar en la región la conciencia de que si bien somos una zona minera, tenemos que ver cómo esta gran minería se acerca a los territorios, les agrega valor y como  vamos descubriendo otro tipo de áreas de negocio y riquezas hacia el futuro que  permitan sustentarnos.

Es por eso que tenemos que reconocer los laboratorios y recursos naturales que tenemos, como el desarrollo del litio, de la energía renovable, la posibilidad de desarrollar hidrógeno verde. Para eso es esencial generar un buen ecosistema de innovación.

-¿Cómo ve a futuro esa articulación entre el sector industrial y pymes y las universidades?

-Tenemos que vincular tanto la empresa privada, la gran industria minera, como también con las universidades locales. Ir reconociendo ciertas falencias que el Estado de Chile tiene con la investigación en regiones.

Los aportes de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) a las regiones son bastante pequeños, prácticamente trabaja para la Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile.

-¿Qué están haciendo para avanzar?

-Estableciendo la posibilidad de generar becas y elementos de investigación. La región de Antofagasta tiene ingresos propios a través de la venta del litio, entonces parte de ellos van orientados a la inversión, pero debiéramos invertirlo también en capital humano, en más posibilidades de investigación. Queremos dejar un porcentaje del Fondo Nacional de Desarrollo Regional a la investigación y el desarrollo.

-¿Ve posible diversificar la economía y la dependencia económica que tienen con la minería? 

-En el fondo, tenemos siempre presente que esta región es en gran parte el sustento del país. Hay que mirar el desarrollo a partir del cambio climático, las energías limpias y el cambio en los sistemas de movilidad. Los países industrializados están hablando que el hidrógeno verde es el combustible del futuro y hay que anticiparse.

Otros países miran a esta región con interés. Tenemos la capacidad de producir energías renovables con mucha mayor facilidad. El nivel de radiación solar que hay acá permite este tipo de desarrollos. Si eso lo asocias a la producción de hidrogeno verde, tenemos la capacidad de convertirnos en potencia mundial en el desarrollo de los combustibles del futuro.

Hay otro potencial que los chilenos no hemos sido capaces de despertar. Hoy todos los sistemas de innovación están hablando del procesamiento de información, Big Data y desarrollo de inteligencia artificial. Eso es lo que se hace en investigación astronómica en esta región. Eso es lo que esperamos que se pueda potenciar desde una mirada de largo aliento. Una mirada que potencie ese otro futuro que muchas veces nos negamos.

Es por eso que Antofagasta tiene un rol muy clave en un salto cualitativo y cuantitativo de progreso tecnológico para nuestro país.

-Hay una mirada de hacer de la región Antofagasta a futuro una suerte de Silicon Valley chileno.

-Hay un sector de la región que me gustaría ir generando con inversión regional, utilizando estos recursos que nos llegan por el litio poder invertir en el desarrollo de toda esta riqueza que está.

Ahí es donde creo que el Gobierno Regional puede jugar un rol clave invirtiendo y generando las condiciones para que el desarrollo científico, tecnológico pueda llegar. Ahí estamos esperanzados en generar esa mirada. Pero lamentablemente, miramos que el resto del país no está en esa postura.

Corfo impide el desarrollo de la Región de Antofagasta. Corfo ha sido incapaz de resolver el tema del Instituto de Energías Limpias.

La cantidad de inversión en investigación a nivel nacional, a nuestra región, no le toca. Hay un convenio que mantiene 190 millones de dólares detenidos en Corfo que permitirían hacer todo esto, pero Corfo ha impedido ese progreso no solo para nuestra región, sino que para Chile.

Quisiéramos que el país tuviera esa mirada de largo aliento, emprendedora, que muchas veces por temas burocráticos no se logra.

-¿Cree que son temas burocráticos o voluntad política liberar esos fondos?

-Es un tema de voluntad política, de querer destrabar un tema que es bastante sencillo. No puede ser que el Instituto de Energías Limpias no se defina porque hay intereses creados por cada uno de los miembros del consejo que define esto, que les impide tomar una decisión. Los recursos están hace más de cinco años y Corfo ha sido incapaz  de destrabarlos para el desarrollo de la región. Corfo está impidiendo el desarrollo de la región de Antofagasta.

El desarrollo del futuro del país no va a venir a través Santiago. En las regiones se está pensando el futuro. En ese sentido el centralismo que tenemos en este país inhibe lo que estamos pensando desde regiones. Ya el 2005 la región de Antofagasta quería trabajar con hidrógeno verde y fue la Dirección de Presupuestos de Chile (Dipres), ese año, que impidió que un proyecto que estaba aprobado por el Consejo Regional permitiera el desarrollo de este tipo de energías.

-El gobierno de Gabriel Boric tiene un compromiso regionalista ¿Se está cumpliendo?

-Obras son amores y no meras intenciones. Hemos tenido un discurso muy tajante del Presidente que habla de descentralización, pero al final, cuando se trata de concretarlo en acciones especificas, no lo vemos, como por ejemplo, con lo que está pasando con Corfo.