Disminución de la audición en los jóvenes
El 3 de marzo se celebró el día internacional de la audición y desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacen un llamado al cuidado del oído y la audición para todos. En este contexto, es bueno tener en consideración algunos datos significativos, que nos permiten entender la magnitud de los problemas de audición y su impacto.
La OMS estima que el 50% de la población mundial de jóvenes entre 12 y 35 años (equivalente a 1.100 millones de personas) se encuentra en riesgo de presentar hipoacusia o pérdida de la audición, a causa de exposición a sonidos de alta intensidad, como al escuchar música en sus teléfonos u otros dispositivos.
En concreto, lo que sucede es que, al estar expuestos en forma prolongada a sonidos muy fuertes, las células del oído internos se dañan irremediablemente, lo que va a provocar una disminución de la audición lenta y progresiva, generalmente sin otros síntomas. Esto hace que sea difícil darse cuenta de la aparición de la sordera y, por lo tanto, los jóvenes no consultan al especialista ni dejan de escuchar los sonidos dañinos. Para cuando son conscientes del problema, ya ha pasado mucho tiempo y la hipoacusia o pérdida auditiva ha progresado significativamente y su audición es más parecida a la de una persona mayor que a la de un joven.
Para abordar este problema, la OMS en conjunto con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) han desarrollado una normativa internacional para el uso de teléfonos inteligentes y otros dispositivos de música que busca proteger la audición a través de una escucha más segura.
Presentar una audición envejecida desde muy temprana edad tiene un significativo efecto en la calidad de vida de las personas, impactando en distintos ámbitos del quehacer de los jóvenes. La disminución de la audición afecta la comprensión del habla y del lenguaje, el disfrute de la música, el acceso a la educación y a oportunidades laborales. Puede llevar a una afectación emocional, aislamiento social y, en personas mayores, impactar negativamente su capacidad cognitiva.
La invitación en este día internacional de la audición es a ser conscientes del posible daño que puede causar el uso de este tipo de dispositivos en la audición de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. La mala noticia es que la hipoacusia por exposición a ruido es irreversible y sólo puede palearse su efecto con el ayuda de audífonos, dispositivos que facilitan escuchar los sonidos, pero que no reemplazan la audición. La buena noticia es que se puede prevenir, enseñando a nuestros jóvenes acerca de las consecuencias del uso inadecuado de los dispositivos de reproducción de música y de la exposición a ruido de alta intensidad.