“Se hizo justicia territorial”: comunidad de Tiltil celebra rechazo de planta de residuos
La Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Metropolitana rechazó construir un centro de gestión de residuos peligrosos en la comuna de Tiltil. De ser aprobado, habría sido la empresa contaminante número 50 en la comuna, considerada la “zona de sacrificio” de la región. "Por fin nuestra comuna tiene justicia territorial", festejó el alcalde de la comuna, Luis Valenzuela.
Tiltil es una de las pocas comunas de la RM donde los instrumentos de ordenamiento territorial permiten instalar cierto tipo de industrias, y la planta de residuos rechazada, de la empresa Ciclo, permitía “tratar la peligrosidad de una importante fracción de los residuos industriales que se generan en el país”, según la descripción de la empresa.
“Tiltil presta un servicio a toda la región, permitiéndose ahí la localización y funcionamiento de infraestructura necesaria para el buen desempeño de las actividades productivas y residenciales, al tiempo que son riesgo para la población. ¿Cuál es la contrapartida que recibe Tiltil por cumplir esta función?”, se preguntaba un informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), ya en el 2018, encontrando que los indicadores de calidad de vida y desarrollo de la comuna están por debajo de los niveles regionales.
El proyecto Ciclo lleva siete años en tramitación, en que una incesante lucha judicial llevada adelante por vecinos de la comuna llegó hasta la Corte Suprema, que ordenó al proyecto volver a evaluarse ambientalmente de forma más rigurosa. Tras esta segunda evaluación es que se rechaza el proyecto.
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Polémica: ¿otro caso Fundamenta?
Se generó una polémica tras el rechazo de este proyecto, dado que contaba con una recomendación del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de aprobarlo. Desde la empresa resaltaron esta diferencia comparando su caso con otros como el de la inmobiliaria Fundamenta, donde se sostiene desde diversos sectores que primaron argumentos políticos por sobre las razones técnicas para aprobar o rechazar un proyecto.
Sin embargo, cabe destacar un diagnóstico que han hecho tanto abogados ambientales como ex autoridades del país, en relación a que el SEA tiene ciertas falencias a la hora de evaluar los impactos acumulados de distintas actividades contaminantes que se concentran en un mismo territorio.
“En el caso de Tiltil, queda en evidencia que los actuales instrumentos de ordenamiento territorial y la evaluación ambiental de proyectos, no abordan el efecto de la concentración de actividades industriales en los territorios ni pueden hacerse cargo de las consecuencias acumulativas de sus desarrollos”, analizaba el informe del INDH.
Cuando se aprobó por primera vez el proyecto de la empresa Ciclo, el abogado Jorge Canals, ex subsecretario de Medio Ambiente, opinó que “El proyecto de Ciclo cumplía con las normas, pero en un análisis más profundo, considerando la carga ambiental e incorporando el factor social y la calidad de vida de la población, habría sido deseable que la normativa obligara a encontrar un terreno en otro lugar”.