Accidente de tren genera catástrofe ambiental en EEUU y crece temor por riesgos de salud

Por: María del Mar Parra | 13.02.2023
Tras el accidente químico provocado por el descarrilamiento de un tren en el estado de Ohio, crece la preocupación por los efectos de contaminación a largo plazo y la calidad del agua y el aire del lugar, mientras servicios públicos de Estados Unidos esperan resultados más detallados de los monitoreos.

Un tren que trasladaba químicos peligrosos se descarriló en un pueblo en el estado de Ohio en Estados Unidos en un incidente que liberó más de 300 mil litros de químicos tóxicos a la atmósfera. Se evacuó de forma inmediata a la población cercana y se procedió a una quema controlada de los químicos para evitar una explosión mayor, generando una nube negra. 

Dos días despues de este procedimiento, que sucedió el pasado lunes 6 de febrero, se permitió a las personas evacuadas retornar a sus hogares. Según recuenta el medio norteamericano Washington Post, muchos habitantes denuncian falta de información para sentirse seguros de volver, mientras otros que lo hicieron reportaron fuertes olores, dolores de cabeza e irritación en los ojos y garganta. 

Una de las mayores preocupaciones es la contaminación del agua, y la compañía sanitaria del sector intensificó su proceso de tratamiento de agua como precaución, mientras que estudios más detallados sobre la calidad del agua esperan resultados. Un funcionario público confirmó al medio Washington Post que se habían encontrado peces muertos en algunos cursos de agua cerca del accidente.

Terminado el período de emergencia, diferentes instituciones del Estado están realizando estudios para conocer los efectos a largo plazo de los tóxicos liberados en el desastre. 

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Los químicos liberados

Uno de los principales químicos que se quemaron es el cloruro de vinilo, que está asociado a riesgos de cáncer de hígado según estudios que monitorearon el efecto de una exposición prolongada en trabajadores de fábricas que trabajan con esta sustancia, y que mostraron un aumento en el riesgo de cáncer para quienes trabajaron durante más tiempo o para quienes se expusieron a mayores niveles.

Otro problema resultante del accidente es la quema controlada de este químico, que generó otras toxinas en el aire que en altas concentraciones pueden ser peligrosas. Una de ellas es el fosgeno, que tiene un fuerte olor y que fue utilizado en la Primera Guerra Mundial como agente asfixiante. Otro es el cloruro de hidrógeno, que tiene un fuerte olor y puede provocar irritación en la piel, ojos, nariz y garganta.

Un experto consultado por el New York Times también mencionó el riesgo por la posible presencia de dioxinas, que son compuestos químicos generados a partir de procesos de combustión que impliquen el cloro, y que son contaminantes ambientales persistentes que se albergan por años en el suelo y en el cuerpo humano.  

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