El periodista Jorge Abasolo no es un hombre común y corriente. Autor de varios libros en que mezcla anécdotas de la vida pública nacional con chispeante sátira y profundas reflexiones, se define como un melancólico y voyerista de la vida, pero es a la vez un optimista sin remedio y amante de largas conversaciones con amigos alrededor de una buena mesa.

Se dice de él que es taciturno e hiperkinético, que vive apurado, pensando en que lo que hizo debió hacerlo mucho antes. Fue redactor de la otrora exitosa Revista Topaze, a lo largo de varias décadas ha sido columnista y periodista en distintos medios escritos del país, libretista de programas de televisión como Los honorables y el Jappening con Ja, y de destacados comediantes como Juan Carlos “Palta” Meléndez y Coco Legrand, entre varios otros.

Durante 16 años se desempeñó, además, como asesor parlamentario en el Senado, y recientemente fue nombrado miembro de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile. Desde esa experiencia, y ad-portas de lanzar su próxima publicación Política y Humor, conversó esta semana con el programa Manos Libres en El Desconcierto, ocasión en que analizó la actualidad, el comportamiento de los dirigentes políticos y el desapego de la ciudadanía con esa actividad.

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Aquí, un recuento de la entrevista:

Retroceso del humor político en Chile

"Hay varios elementos ahí, hay una multiplicidad de factores. Yo, que estuve en Topaze y que estuve detrás de tres de los libretos de Palta Meléndez en el Festival de Viña del Mar, creo que hay que tener un poco de conocimiento histórico, soy fanático de la historia, no soy experto, pero sé de historia política, sobre todo en la que va del año 38 en adelante con el advenimiento del Frente Popular, en mi libro hay varias de Pedro Aguirre Cerda y otros personajes de esa época. Creo que hay que aplicar la tres “t”: tino, tacto y tono. Siento que lo que hizo Nathalie Nicloux -que es una gran actriz- en el Festival del Huaso de Olmué fue escribir un guión sin mostrárselo a nadie, no se lo mostró a un profesional para que le dijera ´no digas esto´, porque todo lo que dijo a mí no me movió un músculo de la cara ni siquiera para una sonrisa. Hizo un análisis casi serio de la situación (política)…además, decir que votó por el Apruebo en público fue una mala señal. El verdadero humor es el que no se casa con nadie, el verdadero humor político siempre está en la oposición. Cuando se quiso hacer, en los tiempos de Frei Montalva, el Topaze con camiseta, como le llamaban porque lo compró la Democracia Cristiana, ¡fue lo más fome que hubo! Fernando Jousseau, el gran dramaturgo, siempre me recomendaba que leyera humor francés, que se ríe del celibato sacerdotal, del aborto, se ríe de temas que acá sería imposible… Hay un gran desconocimiento del humor político del pasado, y lo otro es que la clase política en general está tan depreciada que la gente se aleja. Supón que un humorista diga ´voy a contar un chiste político´ ya se arriesga a ciertas pifias. En tiempos del rey (de este género) que era Manolo González, la gente vibraba con el humor político, tú podías ser socialista, del Partido Nacional, comunista, etc., ¡hoy la gente no vibra con el humor político, esa es la verdad!!”, señaló.

Somos un país tristón

“El contubernio del negocio y política siempre existió, pero desde hace unos diez o doce años llegó a tal límite la grosería…o sea, repugna el hecho de que el empresariado comprara a los políticos. Se sabía antes que había negocios espurios, bajo cuerda, pero cuando llegamos a un límite grosero…y ahí es donde yo recomiendo el libro de Renato Garín (El Fracaso) donde está todo cruzado, a la hora del negocio todo se cruza, antes había un poquito más de disimulo. Una vez, hace muchos años, Antonio Horvath, que en paz descanse, con quien trabajamos juntos, y fue mi gran amigo, tomando un trago después de unan intensa jornada de trabajo me dijo ´Jorge, yo te aseguro que Soquimich, a través de Ponce Lerou, tiene comprados a todos los senadores excepto dos, Ossandón y el que habla. Yo le creí porque fuimos muy amigos ¡y después se comprobó!, lo que me dijo él fue refrendar lo que todos sabíamos o intuíamos. Entonces esas cosas repugnan la conciencia nacional. Tendría que salir un humorista político muy perspicaz, muy agudo para te hiciera reír a costa de la política. Además, añadámosle que la sociedad chilena está bien descocada, somos el segundo país más depresivo del mundo producto del encierro de la pandemia, de la incertidumbre económica, por muchas razones, entonces la gente no quiere saber nada con esto. Si bien es cierto yo echo de menos el humor político porque me hace falta una revista donde poder escribir todas estas cosas, y a pesar de la seriedad que tenemos, de ser un país tristón, de carácter grisáceo, yo creo se pueden sacar risas todavía. Pero nadie se arriesga a hacer una revista de humor porque dicen ´para qué, si lo más probable es que fracasemos´.

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"Salí de Topaze porque toqué a un intocable, el señor Coloma”

“Yo no trabajé en la época de Jorge Délano (Coke), estuve ahí cuando se compraron los derechos y salía como suplemento del diario La Tercera. La diferencia con el Topaze antiguo fue que antes, Coke apeló a los mejores humoristas de ese tiempo, este es buen dibujante, este otro es ingenioso´, ahí estuvo Eugenio Lira Massi, escribía Hernán Millas, etc., todos buenos. En cambio, cuando vuelve la revista como suplemento muchos años después, se hace con la gente que ya había en La Tercera y algunos no eran muy graciosos. ¿Yo cómo entró ahí? Se hizo un concurso para quienes querían integrarse como redactores, donde se presentaron casi 500 personas. Había que mandar escritos graciosos y quedé como uno de los dos seleccionados, pero el resto se hacía con la gente del diario no más y eso -que nunca se lo dije al director porque yo era un peón más-, (había que hacerlo) con los mejores escritores de humor político…lo que no fue así”. Junto con ello, el periodista comentó cómo se produjo se propia salida de ese suplemento, algo que se vincula con un personaje político vigente hasta hoy “yo reconozco que Topaze ha sido la única revista de la cual me han echado… ¡y eso fue porque toqué a un intocable, toqué a un diputado intocable que hoy día es senador, el señor (Juan Antonio) Coloma, y el señor Coloma era muy amigo del director, Raúl Rojas…y pa’ fuera! Pero yo creo que dejé ahí algo”.

Importancia del rescate del humor social

“Yo diría que hagamos lo de Chaplin, que el peor día es el que no hemos reído. El humor cumple el mismo papel que un parabrisas en un auto en un día de lluvia, no detiene la lluvia, pero te permite seguir avanzando. Todos tenemos días malos en que no queremos existir, hay que tener claro que la gente que practica el humor, como es el caso mío, no somos gente habitualmente alegre. Creo que el dolor y alegría son como el anverso y reverso de una medalla, están de espaldas, pero están juntas, cuidado. La vida cambia en un minuto, yo lo he experimentado de forma personal. De manera que aprovechemos el día a día, ¡seamos lo más felices que podamos con lo que tenemos!”.