La ministra en visita extraordinaria Paola Plaza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, procesó a cuatro exagentes de la dictadura por el crimen del ex conservador de Bienes Raíces de Santiago Jorge Renato Francisco León Zenteno, ejecutado el 30 de noviembre de 1976, en su departamento ubicado en la comuna de Providencia, mediante la inhalación de gas sarín.

La magistrada encausó a los exagentes Guillermo Salinas Torres, Pablo Belmar Labbé, Manuel Pérez Santillán y René Quilhot Palma, todos integrantes de la Agrupación de Seguridad Adelantada Indirecta de Augusto Pinochet, como autores del homicidio calificado, por envenenamiento y premeditación conocida, de la víctima.

La actuación criminal de los procesados fue ejecutada en apoyo a un operativo de la Agrupación Quetropillán de la DINA.

El abogado querellante, Francisco Ugás Tapia, del Estudio Jurídico Caucoto Abogados, destacó el procesamiento dictado por la ministra.

“Mediante una investigación rigurosa y acuciosa, y pese a las dificultades derivadas del tiempo transcurrido, la ministra ha logrado reunir los antecedentes que permiten tener por justificada la existencia del delito en cuestión y, asimismo, aquellos que permiten presumir fundadamente la participación de este grupo de elite del dictador. Reconocemos la gran valía del trabajo desarrollado por la Judicatura en este caso, en pos de alcanzar la verdad y la justicia, el cual había permanecido en la impunidad por largo tiempo”, destacó.

De acuerdo a la investigación, Jorge León Zenteno tenía 69 años al momento de los hechos y, según expresa en el certificado de defunción, la causa de su muerte fue “Toxemia aguda inespecífica”.

[caption id="attachment_807136" align="aligncenter" width="960"] Los titulares de la época por el caso del conservador de Bienes Raíces. Foto: http://gritografiasenred.org/?p=713[/caption]

La familia de la víctima sospechó que en su muerte habían intervenido terceras personas, y especialmente agentes del Estado, ya que León Zenteno se habría opuesto a traspasar ilegalmente inmuebles a la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, éstos emplazados en Santiago y que habían sido despojados a opositores del régimen militar.

Pese a que hubo un proceso penal instruido en la época para esclarecer los hechos, nunca alguien fue responsabilizado ni sancionado por su participación.

El sarín es un gas mortal cuyos efectos pueden ser confundidos con los provocados por un ataque cardíaco y que la DINA fabricó durante la dictadura para el exterminio de opositores. Fue desarrollado por el químico chileno Eugenio Berríos, en una trama que incluye al agente estadounidense Michael Townley.

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