Nueva ley aumenta multas a empresas por escape de salmones
Tras cuatro años de tramitación, se aprobó una ley que endurece las multas ante escapes masivos de salmones y exige a las empresas salmoneras poner a disposición la información sobre contaminantes, uso de antibióticos y mortalidad.
Desde la Subsecretaría de Pesca destacaron la necesidad de prevenir escapes. “Antes se creía que el escape de salmones era un problema de privados, pero es un inconveniente que puede tener una afectación directa al medio ambiente y las comunidades aledañas, y con esta normativa se está trazando un camino hacia una actividad más sustentable, segura y transparente”, afirmaron.
Además la ley responde a un recurrente conflicto de acceso a la información sobre la operación de las empresas salmoneras, que ha enfrentado a la industria con pescadores artesanales y organizaciones ambientalistas.
“Desde 2014, Oceana comenzó a solicitar anualmente a Sernapesca la información sobre uso de antimicrobianos y producción por empresa, encontrándose siempre con la oposición de la mayoría de las salmoneras, las que argumentaban que la entrega de estos datos afectaba sus derechos económicos y comerciales”, comentaron desde la ONG ambientalista que fue una de las grandes impulsoras de la iniciativa.
“La negativa, daba paso a largos procesos judiciales que duraban hasta cuatro años, para que finalmente las salmoneras fueran obligadas a liberar la información, cuando esta ya había perdido gran parte de su valor”, agregaron, recordando casos que llegaron hasta la Corte Suprema.
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Nuevas exigencias
Ante escapes de salmones, la normativa establece varias medidas:
Se establece una multa cuyo avalúo será equivalente al valor cosecha de los ejemplares escapados que no sean recapturados.
Se arriesga la suspensión de operaciones en el centro por un plazo de entre uno y cuatro años, y para ello se considerarán el número de salmones escapados, ejemplares recapturados y eventos anteriores.
El responsable deberá financiar por dos años el monitoreo de ejemplares de las especies escapadas para determinar los efectos derivados.
También se permite que tras un escape de salmones, los pescadores artesanales puedan recapturar los ejemplares. “Este método ha sido calificado por la ciencia como la medida más eficaz para su recaptura”, afirman desde Océana.