25N: Cuatro puntos para avanzar en detener la violencia de género
Llegamos a un nuevo 25N sin que los femicidios hayan disminuido, un problema que no deja de aquejar a nuestro país y que el Estado no ha logrado resolver. Según cifras de la Red Chilena contra la violencia 43 mujeres han sido asesinadas este año por el sólo hecho de serlo, sumado a 6 suicidios femicidas. Pero ¿qué cantidad sería una aceptable para quedarnos tranquilos como país ante esta realidad? La respuesta no puede ser otra que: 0. Y aún estamos muy lejos de lograrlo.
La violencia que enfrentan niñas y mujeres debe ser individualizada y visibilizada porque se trata de un fenómeno en el que se actúa con desprecio hacia su identidad y su libertad. En ello, existen múltiples factores que atacar y que he querido puntualizar.
- Acceso a la vivienda
Frenar la dependencia económica y facilitar el acceso a la vivienda es fundamental. Cuando una mujer sufre violencia muchas veces no tiene dónde acudir o cómo alejarse del agresor. Muchas incluso lo han intentado y ante la falta de redes deben volver al hogar donde son vulneradas. En ese sentido, urge que las políticas de vivienda consideren la violencia de género como un factor determinante.
Otra constante es también la distribución social de roles. Cuando a las mujeres se les asignan arbitrariamente las labores de cuidado, de crianza, y a los hombres las de proveer económicamente; no sólo se favorece la dependencia económica, sino que también se perpetúa la violencia hacia las mujeres que no “encajan” o no “cumplen” estos roles. En ese sentido nuestro Programa de Gobierno incluye varios puntos que deben avanzar con celeridad.
- Sistema Nacional de Cuidados
Un Sistema Nacional de Cuidados que promueva la corresponsabilidad entre Estado, sociedad y comunidades locales; y la igualdad entre mujeres y hombres en el rol del cuidado, valoración del trabajo doméstico y del trabajo de cuidados es indispensable. En ese sentido, si bien el Registro Nacional de Personas Cuidadoras es un gran avance, queda avanzar prontamente en el marco legal del sistema. Por otra parte, también resulta clave dar pasos decididos en lo dispuesto en el Programa respecto de la “igual distribución del costo social del cuidado, a fin de corregir la excesiva carga que recae sobre las mujeres: licencia de cuidado, derecho a sala cuna y jardín y otros derechos sin distinciones por género”.
- Trabajo
Otros aspectos en los que es urgente avanzar son los que dicen relación con los compromisos de capacitación y empleo de las mujeres, para lograr acceder a puestos de trabajo con menor vulnerabilidad y mayores oportunidades; sobre todo en un momento en que la pandemia y la posterior crisis económica nos hicieron retroceder considerablemente en cuanto a la participación laboral femenina. Si bien esas tasas se han ido recuperando, seguimos siendo el tercer peor país de la OCDE en este índice.
- Seguridad
Si bien hace varios años se ha venido avanzando en programas y protocolos con perspectiva de género en policías y en el Poder Judicial, urge una intervención sistemática para que nunca más tengamos cifras como las obtenidas en años anteriores, cuando supimos que una gran cantidad de mujeres víctimas de femicidio había denunciado sin “éxito”. Al mismo tiempo, se hace necesario avanzar en el compromiso del Gobierno con el Plan Integral de Acción contra las violencias por Motivos de Género.
Sin duda los avances en materia de género del gobierno del Presidente Gabriel Boric son pasos esenciales, sin embargo, y ante la ineludible realidad de que a las niñas y mujeres nos siguen violentando por el sólo hecho de serlo, nos queda hacer todavía más, ir más allá y hacer lo imposible, de forma tal que Ni Una Menos no sea sólo una consigna sino una realidad.