La póliza que dejó el notario: La disputa por el millonario seguro de Patricio Zaldívar
Casi un mes después del fallecimiento del notario Patricio Zaldívar Mackenna, el 9 de marzo de 2021, María Consuelo Court Ballesteros salió de su casa en Zapallar rumbo a las oficinas de la Compañía de Seguros de Vida Consorcio, ubicadas en el exclusivo barrio El Bosque Sur, en la comuna de Las Condes. Recorrió en total 169 kilómetros.
El largo viaje tenía como objetivo hacer efectivo el cobro de una póliza de seguro que su exconviviente había dejado a su nombre y por la que pagó sagradamente todos los meses durante más de dos décadas, casi los mismos años que la pareja se mantuvo unida en el último tercio de sus vidas.
“Amarga fue la sorpresa”, dice la querella con ímpetu literario, cuando la señora Court se enteró por un empleado de la aseguradora que la póliza había cesado por orden expresa del mandante, Juan Ignacio Zaldívar Grass, hijo del primer matrimonio del escribano y encargado de administrar las finanzas de su padre antes de morir.
La póliza que acumulaba hasta entonces más de 111 millones de pesos, fue cesada dos meses antes de la muerte del notario por Juan Ignacio Zaldívar, el 2 de diciembre de 2020, solicitando que el “total del valor” fuera depositado en la cuenta corriente de su padre del Banco de Chile.
La acción buscaba evitar el pago correspondiente de alrededor de 3.700 UF a quien había sido designada como beneficiaria exclusiva -la señora Court Ballesteros- y así “engrosar la masa hereditaria” del recién fallecido, titular de la Décimo Octava Notaría de Santiago, una de las más grandes e importantes del país.
Un monto en verdad menor comparado al total de la herencia de Zaldívar Mackenna, estimada según la querella en más de 100 millones de dólares. “Cada uno de los hijos del señor Zaldívar (5), debería disponer conservadoramente hablando de un patrimonio de alrededor de USD$20 millones de dólares”, explica el libelo.
[caption id="attachment_282785" align="alignnone" width="900"] AGENCIA UNO[/caption]
El hijo no sólo habría contrariado la voluntad de su padre, “con el objeto manifiesto de perjudicar a la señora Court”, continúa el documento, sino que en su calidad de administrador de los recursos podría reclamarlos como parte de su derecho a herencia, o sea, en beneficio propio.
Millones más, millones menos, la señora Court Ballesteros aclara que siempre ha sido una mujer independiente económicamente, primero debido a su extensa carrera como abogada, y luego por contar con una pensión producto de su trabajo y ahorro.
El Desconcierto se comunicó con Juan Ignacio Zaldívar para consultarle respecto a las acusaciones en su contra, pero declinó referirse al tema debido a que se enteró por nuestro medio de la querella.
Economía familiar
La querella por estafa y administración desleal en contra de Juan Ignacio Zaldívar Grass fue interpuesta el 4 de julio de este año por los abogados Miguel Schürmann Opazo y Alejandro Awad Cherit, socios del emergente estudio Bacs, especializado en resolución de conflictos de alta complejidad.
El documento parte relatando la convivencia por más de 25 años, entre Patricio Zaldívar y María Consuelo Court, en su domicilio ubicado en Camino de Las Flores, en la comuna de Las Condes, al interior de un condominio privado familiar de 4 casas, donde vivían otros tres hijos del primer matrimonio del notario.
María Consuelo Court asegura haber tenido una “muy buena comunicación con cada uno de sus vecinos”, pero algo “tensa y poco amistosa” con el único de los hermanos que vivía afuera de la residencia: Juan Ignacio Zaldívar, quien el 7 de junio de 2018 recibió el mandato de su padre para administrador sus bienes, detentando la gerencia de la sociedad familiar de Inversiones Patricio Lynch SpA.
Las diferencias se traducían básicamente a materias relacionadas con la economía familiar. Quejas de Juan Ignacio Zaldívar sobre la mantención del auto en un servicio técnico autorizado, su disconformidad con el monto de las cuentas domiciliarias y el constante regateo por el salario de las enfermeras que cuidaban a su padre, quien desde fines del año 2019 padecía una enfermedad mental de carácter degenerativa, que le impedía “caminar, hablar y alimentarse por si mismo”.
“La situación descrita se hizo cada vez más difícil de sobrellevar a medida que la salud mental y física del conviviente de doña María Consuelo Court se iba deteriorando”, detalla el escrito.
Patricio Zaldívar Makenna, a raíz de su delicado estado de salud, dejó de ejercer su trabajo a fines de 2018. El fallecido notario es pariente del exsenador Andrés Zaldívar y tío de la exministra de Medio Ambiente Carolina Schmidt. Fue socio del Haras Curiche y fundador del Haras Santa Marta. Su padre, Rafael Zaldívar, también fue titular de una notaría en Santiago.
Zaldívar Mackenna estuvo casado en dos oportunidades. La primera de ellas con Joan Grass Kurte, con quien tuvo a sus hijos Patricio, Juan Ignacio, María Pía y María Loreto. Esta última fue la que salió en defensa de su difunto padre cuando el Servel cuestionó las firmas de la precandidatura presidencial de Diego Ancalao, interponiendo una querella por uso malicioso de instrumento público.
Luego del primer matrimonio, Zaldívar Mackenna se casó en segundas nupcias con Patricia Fernández Santelices con quien tuvo a su hija menor: María Jesús Zaldívar Fernández. Cuando el segundo matrimonio llegó a su fin, el escribano comenzó una convivencia de 25 años con la abogada María Consuelo Court, con quien habría contraído sólo el vínculo religioso, “para evitar cualquier tipo de conflicto de carácter económico en caso de una eventual separación”. Una convivencia, asegura el libelo, caracterizada por un “gran respeto, afecto y admiración mutua”.
Hacia fines del año 2020, sin embargo, la vida de Patricio Zaldívar comenzó a declinar progresivamente, no sólo perdiendo la capacidad de desplazarse por sus propios medios sino también de “hablar o darse a entender por cualquier otro medio”. Es precisamente en este instante, apunta la querella, que el hijo del notario cancela la póliza.
“Juan Ignacio Zaldívar Grass, en el mes de diciembre del año 2020 (pocos días antes de la muerte del señor Zaldívar) no pudo haber recibido ningún tipo de instrucción u orden, ni verbal, ni escrita de parte de su mandante en dirección a cancelar y dejar sin efecto la Póliza”, detalla el escrito.
Con el objeto de aclarar los puntos en cuestión, el 23 de marzo de 2021, se inició un procedimiento civil a través de una medida prejudicial en contra de la Compañía de Seguros Vida Consorcio, para que exhibiera todos los antecedentes relativos a la frustrada póliza del notario.
Consultado por los alcances de la acción judicial presentada por la Señora Court, el abogado Alejandro Awad sostiene que la querella habla por sí misma. “En un alevoso acto de avaricia, el querellado abusó de los poderes que le había conferido su padre moribundo y despojó a nuestra representada de lo que, de acuerdo a la voluntad sostenida de su compañero de vida, le correspondía al momento de su muerte", concluye.