Marco Moreno, analista político: “Se puede caer el proceso constituyente”
Como una “parálisis” originada por distintos factores, calificó el analista político Marco Moreno el actual momento de los diálogos constitucionales tras el triunfo del Rechazo el 4 de septiembre. En su opinión, tanto el oficialismo como la oposición han detenido las negociaciones en virtud de sus propios cálculos, según dijo en “Manos Libres en El Desconcierto”.
“Se puede caer (el proceso constituyente) porque, efectivamente, en la medida que tenga poca tracción y en la medida que los ciudadanos sientan que la solución a estos dos grandes problemas -como lo son la seguridad pública y la inflación-, no pasan necesariamente por un proceso constituyente, se pueden privilegiar otras cosas. Es cierto, y yo soy partidario de eso, que se puede caminar y mascar chicle en el sentido que se deben hacer las dos cosas, avanzar en este proceso y, en paralelo, el gobierno también gobernar para resolver los problemas más acuciantes para la ciudadanía. Hay que hacer las dos cosas, pero hasta ahora vemos que no se está siendo claro con ninguna de las dos”, indicó.
En este contexto, destacó que la cita oficialista programada para este fin de semana en Cerro Castillo puede ser clave. “Vamos a ver qué acuerda el gobierno el próximo domingo en este cónclave, cuáles son las prioridades que va a fijar, cuál es el relato que se construye ese día para poder salir con mucha claridad frente a la ciudadanía respecto a lo que el Ejecutivo y lo que las fuerzas oficialistas que lo respaldan pretenden hacer”.
Profundizando en el asunto, para el director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, existen otros elementos que han ralentizado este camino. “Aquí hay dos extremos que están interesados en que esto no avance y es por eso que el proceso constituyente ha tenido poca tracción en las últimas semanas, lo que es preocupante, y es ahí donde la derecha ha jugado un rol de mucha pausa, de poner el freno, como decía Francisco Chahuán. Pero eso va a tener un costo en un momento cuando la gente les pase la cuenta porque ellos podrían aparecer como los responsables, eventualmente, de que este proceso no siga avanzando. Como lo dijo la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (Flavia Torrealba), este proceso no está teniendo la fuerza ni la energía que permita avanzar. Aquí hay una responsabilidad de la derecha que está jugando su apuesta, ellos tienen el sartén por el mango de alguna manera, tienen el control, ganaron con el 62 por ciento y se lo adjudican, a pesar de que sabemos que eso no es así, pero eso les da el control. Pero también del lado del oficialismo pareciera ser que se ha instalado un miedo bastante significativo de lo que pueda pasar con la derecha, pero sobre todo con el Partido de la Gente en una eventual nueva elección de convencionales”.
[caption id="attachment_774201" align="aligncenter" width="900"] Agencia UNO[/caption]
Moreno lo ejemplifica así: “Pongámonos en el escenario de que hubiera esas elecciones en el mes de abril y el gobierno no ha logrado sacar adelante las reformas tributarias y la de pensiones, ¿qué es lo que puede mostrar a la ciudadanía para convencerla de que vote por los candidatos que podrían ser cercanos a su sector político? Entonces, hay una parálisis también en el oficialismo. Está ese miedo respecto a lo que pueda ser, eventualmente, una votación adversa por parte de los partidos de la oposición o (partidos) que tengan una muy buena votación en un nuevo proceso. De los dos lados no está habiendo mucho interés en que esto avance. No hemos visto al gobierno con la intensidad de antes, hoy día están paralizados y el diálogo se va a retomar para recién discutir sobre una instancia que pueda hacer valer las bases constitucionales que habían suscrito. No se han puesto de acuerdo ni siquiera en quienes conformarían esa instancia, menos todavía han acordado sobre el mecanismo y la forma en que se elegirían a los nuevos convencionales. Hay una situación muy delicada, y si el gobierno quisiera jugarse todas sus fichas en esto, podría hacerlo. Recordemos que hoy por 4/7, Renovación Nacional, la UDI y Evópoli -junto con el Partido Socialista, el PPD, los radicales y los liberales-, podrían llegar a un acuerdo sin el Frente Amplio ni el Partido Comunista. La pregunta es por qué no se está haciendo, cuál es el costo de esto, esas son las cosas que tenemos que estar preguntando. Ese acuerdo no se está forzando, porque sería un costo también para los socialistas, el PPD, etc., salir del gobierno y romper con Apruebo Dignidad”.
“Entonces -acota el cientista político- hay una situación complicada que está haciendo a todos los sectores entrar en una especie de parálisis que se empata, además, con esta idea que se instala en la ciudadanía respecto de que las prioridades hay que colocarlas en otro lugar, en el combate del orden público y la seguridad, en cómo enfrentar los problemas que está generando la inflación, que son los temas que preocupan mayoritariamente a las personas, y en donde el tema constitucional ya no está ocupando el lugar que tenía hace unos meses”, indicó.
El nuevo centro político y el ocaso de la DC
Consultado por la aparición de nuevos referentes cercanos al centro, como por ejemplo, el Partido Demócratas y el movimiento Amarillos, y cómo ello puede reconfigurar el actual mapa político, Marco Moreno indicó que no se trata solo de habitar ese lugar en la política nacional, sino que el desafío es mayor.
“Convengamos en que el centro político que había existido en Chile se había licuado, venía desapareciendo porque el país se fue radicalizando y polarizando en dos posiciones, entre la derecha y la izquierda más radical. El Partido Demócrata Cristiano, los radicales, el Partido por la Democracia, que habían representado históricamente ese mundo, hoy día pasan por una crisis. Por lo tanto, lo que llamamos centro no tenía representantes, y después del plebiscito (de salida) se produjo una revalorización, podríamos decir, de eso que caracteriza al chileno, que es la moderación, el reformismo y el incrementalismo en los cambios. El centro es necesario en un sistema político. Entre otras cosas, los problemas que tenemos en nuestro sistema es porque ese centro ha desaparecido. Es una señal de buena salud tener un centro político, pero no un centro político cualquiera, no el que está intentando instalar el Partido de la Gente con una lógica más bien pragmática, sin ideología, actuando en función e intereses particulares”, indica.
En este sentido, indicó que “esa demanda que se instala después del 4 de septiembre tiene poca oferta. El Partido Demócratas y los Amarillos por Chile lo que buscan es tratar de conformarse en esa oferta que intenta interpretar esos intereses. Algunos dicen que aquí hay una sobre interpretación, que en realidad el centro no existe, que es un espacio vacío de ideas, pero hay un grupo mayoritario de personas ahí. Si a ese 62 por ciento (del plebiscito de salida) le quitamos el 22 que votó Rechazo en el plebiscito de entrada, que es la derecha dura, bueno, estamos hablando de un 40 por ciento. O sea, la mitad del electorado sigue apuntando en esa línea”.
[caption id="attachment_787971" align="alignnone" width="900"] La senadora Ximena Rincón y el senador Matías Walker, en la presentación de Demócratas. Foto: Agencia UNO[/caption]
En este mismo sentido, y respecto a la profunda crisis que viene atravesando la DC, con una profusa fuga de militantes, Marco Moreno parafraseó a Gabriel García Márquez para graficar su análisis: “Es la crónica de una muerte anunciada, no es una novedad que hoy día esté pasando esto con la Democracia Cristiana, (ese partido) tiene un declive que parte en 1997. Si situamos una fecha, en la elección parlamentaria de ese año, la DC empezó a perder su poderío electoral que le había dado una bancada formidable a comienzos de los 90, en el Senado tenían las mayorías y eran el partido que de alguna manera ordenaba la política chilena”.
“Pero, a partir del año 97 comienza a experimentar una caída electoral que tiene que ver también con el cambio en el mundo. Los partidos demócrata cristianos son hoy una anomalía, existe fundamentalmente en Chile, en Latinoamérica desaparecieron, en Europa la DC alemana es un partido de derecha, en Italia desapareció, en fin. Por lo tanto, no hay referentes de lo que es la DC. Era inevitable que esto ocurriera. Pasó lo mismo con el Partido Radical, que sigue existiendo, pero es irrelevante. Eso va a pasar con la Democracia Cristiana. Así es que lo que estamos observando no es una crisis, sino que es el ocaso de un partido que fue muy importante, pero que producto de los cambios que hemos tenido en el sistema mundial, y en Chile en particular, dejó de ser algo que represente intereses”, finalizó.
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