Milagro del norte de Chile: “Cómo floreció un desierto en el lugar más seco de la Tierra”
Las lluvias invernales inusuales han producido una floración floral y una explosión de color en las llanuras áridas del desierto de Atacama, lo que llevó al gobierno de Chile a tomar medidas para proteger el área.
Este mes, el Presidente Gabriel Boric, anunció que el área se convertiría en un parque nacional, la protección más alta que otorga el país, para salvaguardar el desierto florido, un fenómeno raro que ocurre cada pocos años.
El diario inglés The Guardian, publicó un artículo en donde se destaca este “milagro” que ocurre cada cierto tiempo en el norte del país y que ha alcanzado fama mundial.
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Aunque aún no se ha determinado el área exacta del parque nacional Desierto Florido, se ubicará entre las ciudades nortinas de Copiapó y Vallenar en el desierto de Atacama, el lugar más seco de la Tierra.
“Este anuncio es una gran noticia… y está en línea con nuestro compromiso de ser un gobierno ecológico que prioriza a las personas y la naturaleza”, dijo Maisa Rojas, ministra de Medio Ambiente de Chile.
Cada pocos años florecen más de 200 especies de plantas, produciendo una espectacular alfombra de flores moradas, rosadas y amarillas en el suelo del desierto. Muchas de las especies son endémicas del área, incluyendo nolanas, huillis y añañucas.
Las plantas son geófitas, lo que significa que sus bulbos permanecen inactivos bajo tierra durante el período seco y, cuando finalmente llegan las lluvias de invierno, emergen a la superficie en la primavera siguiente. Las lagartijas, los mamíferos y los insectos acuden en masa al área cuando emergen las flores, con zorros del desierto, roedores y guanacos unidos por saltamontes y mariposas.
El fenómeno suele seguir a El Niño, la fase cálida de un sistema meteorológico en las aguas tropicales del Océano Pacífico que provoca lluvias en las zonas costeras del desierto de Atacama.
Sin embargo, este año es La Niña, la ola de frío del ciclo, lo que hace que esta floración sea muy inusual. La última gran floración ocurrió en 2017, y los científicos creen que el fenómeno podría durar hasta finales de noviembre de este año.
“Todos los sistemas biológicos extremos están al borde de la supervivencia, por eso es tan importante protegerlos”, dijo el dr. Cristian Atala, profesor del instituto de biología de la Universidad Católica de Valparaíso, quien saludó la decisión del gobierno de declarar el parque nacional.
“El más mínimo empujón y estos ciclos se pierden para siempre porque son más sensibles que la mayoría”, agregó.
Aunque Atala dice que los turistas son en gran medida respetuosos con la floración floral, en el pasado la gente a menudo recogía las flores, lo que perjudicaba las posibilidades de que ocurrieran eventos futuros.
“Las flores producen frutos y semillas, así que si te llevas las flores de hoy, también te llevas la próxima floración”, explicó.
El gobierno de Boric ha convertido la protección de la biodiversidad y el bienestar animal en el centro de su programa de gobierno y prometió liderar la lucha contra el cambio climático.
El país está cerrando lentamente sus 21 centrales eléctricas de carbón restantes, y la semana pasada la energía solar y eólica superaron al carbón como fuente de energía en la red nacional por primera vez en la historia del país.
Pero el árido norte de Chile, la potencia minera de una de las economías más fuertes de América del Sur, está bajo una amenaza particular.
“Aunque no siempre se ve, hay una gran biodiversidad en el desierto y hay muchas especies únicas y endémicas”, dijo Cristina Dorador, microbióloga de la ciudad portuaria de Antofagasta, en el norte de Chile.
“Pero el desierto está amenazado por el cambio climático y la minería en particular. Es imperativo que lo protejamos todo, no solo las flores”.
