Más mujeres en directorios: La ruta del proyecto que busca acercar a Chile a estándar OCDE
Chile tiene la participación más baja de mujeres en directorios de empresas en comparación con otros países de la OCDE, con apenas un 15,2 % según datos de la entidad internacional y la Comisión del Mercado Financiero (CMF) de 2021.
Pese a que la cifra representa un aumento respecto a los últimos años, la deuda sigue vigente. Por eso, el gobierno de Gabriel Boric se encuentra dando los últimos detalles al proyecto de ley Más Mujeres en Directorios, el cual pretende contrarrestar esta situación a través de una inserción gradual de mujeres en los directorios de las empresas.
El trabajo comenzó con la instalación del nuevo gobierno, de mano de un equipo interdisciplinario, compuesto por sociólogas, abogados (as) y economistas de los Ministerios de Economía, Hacienda, y Mujer y Equidad de Género, además del apoyo técnico de la CMF.
A estas rondas prelegislativas sumaron organizaciones de mujeres y del sector empresarial, como Chile Mujeres, el Instituto Nacional de Directores de Chile, Comunidad Mujer y la Red de Mujeres de Alta Dirección. Y el ministro de Economía, Nicolás Grau, y su par de la Mujer, Antonia Orellana, han tenido varias reuniones con parlamentarios para preparar el terreno.
Además, el equipo a cargo del proyecto sostendrá otra reunión -en una fecha a definir- con representantes de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), la Cámara Nacional de Comercio, la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras y otras organizaciones para seguir socializando las bases de esta política pública.
En el Ejecutivo estiman que el proyecto ingresará a la Cámara de Diputados y Diputadas en las próximas semanas, para ser visto en las comisiones de Economía y de Mujer. “Como se trata de un proyecto acotado y necesario, esperamos que sea aprobado durante el 2023”, señala a El Desconcierto Beatriz von Loebenstein, asesora legislativa de la cartera de Economía.
[caption id="attachment_786154" align="aligncenter" width="900"] Gráfico de participación de las mujeres en puestos directivos. OCDE, 2021.[/caption]
¿Desconexión del Gobierno?
Contrarrestar la brecha de género en los altos cargos de los grupos empresariales es el objetivo principal del proyecto de ley, que llega en medio de un periodo de recesión económica mundial y nacional.
De ahí surgen las primeras críticas. “Abordar este tema como un eje prioritario de política pública en estos momentos refleja cierta desconexión con los grandes problemas de crecimiento que estamos enfrentando”, señaló Fernanda Hurtado, gerenta general de Fundación Generación Empresarial, en una columna de opinión del Diario Financiero.
Pero su opinión no es compartida en el mundo de las mujeres empresarias. Desde Chile Mujeres, en cambio, advierten que la propuesta es de carácter urgente. “Tener a mujeres en la toma de decisiones trae cambios, y beneficia directamente a otras mujeres en la organización. Necesitamos estos cambios en un país donde menos de la mitad de ellas accede a un trabajo remunerado”, señala a este medio Francisca Jünemann, directora de la organización.
En el mundo de la minería, la iniciativa genera cierta simpatía tomando en cuenta que el tema de la inserción de la mujer ha avanzado a pasos agigantados en el último tiempo.
Dominique Viera, directora de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (APRIMIN), advierte sin embargo que por tratarse de una obligación hacia las empresas, en el caso específico de la industria minera podría representar una sobredemanda para un mercado laboral insuficiente.
“No es que nos opongamos a la propuesta, sino que al ver el número de mujeres que van saliendo de la carrera de ingeniería civil en minas o similares, por ejemplo, nos vamos a estar quitando las mismas niñas, independiente del mérito”, explica Viera.
Jünemann subraya que este es un riesgo latente, pero está ligada a la responsabilidad empresarial, pues las compañías tienden a recurrir a mujeres que ya son directoras de otras empresas, en vez de apostar por una diversificación del mercado.
Lo mismo opina Beatriz von Loebenstein, asesora encargada del proyecto de ley, quien sostiene que existen mujeres más que calificadas para ocupar estos cargos, pero han sido históricamente invisibilizadas.
“Nadie pone en duda que hay hombres calificados, en cambio las mujeres tienen que demostrar que cuentan con esas calificaciones. El proyecto busca justamente que estas mujeres tengan acceso a altos cargos directivos”, explica.
Propuesta en curso
Otra duda que despierta en el mundo empresarial es la obligatoriedad de la norma.
María Teresa Vial, presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago, valora positivamente la iniciativa pero señala que no puede ser obligatoria para las empresas, pues “éstas deben tener la libertad de elegir a los miembros de los directorios por sus competencias”.
Desde el Ministerio de Economía aclaran que la propuesta contempla una cuota sugerida y otra obligatoria. La primera etapa sugiere a las empresas tener al menos un 20 % de mujeres en sus directorios; la obligatoriedad se introduce tras 6 años, con la imposición de alcanzar un 40 por ciento.
Von Loebenstein explica que en esta materia los avances han sido más bien lentos, por lo que “es necesario ponerse metas graduales pero claras, para garantizar el aumento de la participación de mujeres”.
En la cartera subrayan que hay evidencia comparada que demuestra que el modelo de cuota sugerida tiene un efecto positivo en aumentar la participación de mujeres en directorios.
Dicho efecto ya es visible en APRIMIN, quienes propusieron cuotas de género mucho antes de la propuesta de ley, y hoy cuentan con un 17 % de participación femenina en los directorios de sus empresas asociadas. Ello, en un mercado laboral fuertemente masculinizado como lo es el rubro de la minería.
La gradualidad del proyecto de ley apunta a lo mismo, permitiendo “que las empresas tengan tiempo de adaptarse, de buscar estos talentos y ampliar el listado de candidatas a integrar a sus directorios”, indican desde el Ministerio.
[caption id="attachment_786299" align="alignnone" width="900"] Tabla de la OCDE de partición de mujeres entre 2018 y 2021.[/caption]
Francisca Jünemann señala que con este mecanismo sugerido se va “pavimentando el camino, vas preparando a las organizaciones y se hace mucho más amable el nombramiento de mujeres como directoras”. “Así llegan a ese directorio más validadas, porque es difícil ocupar un puesto cuando sientes que estás representando una obligación legal y no una composición de la organización”, concluye la directora de Chile Mujeres.
En el gobierno defienden la lógica de abandonar la gradualidad en cierto momento, porque ésta tiene un techo: aquellos países con sistemas recomendados alcanzan una participación promedio del 26 %. En contraparte, aquellos con cuota obligatoria aumentaron dicha participación a un 39 por ciento.
"Estos números son relevantes porque frente a las proyecciones que realiza la CMF acerca de cuándo se alcanzaría una composición paritaria en los directorios de algunos sectores empresariales, el modelo de cuota sugerida, por sí solo, resulta insuficiente. Por ejemplo, la CMF estima que el sector de bancos recién alcanzará esta composición en 38 años más. No podemos esperar tanto", finaliza Von Loebenstein.
Revisa el informe de la OCDE pinchando aquí.