Un día como hoy, 25 de octubre, fue una jornada histórica por la convocatoria de más de un millón de personas en el eje Alameda-Providencia en la denominada “Marcha más Grande de Chile” en pleno estallido social, una manifestación que se replicó en distintas zonas del país.

Eran días de efervescencia social desde el 18 de octubre, día en que explotó la revuelta social, y donde las demandas de la ciudadanía contrastaban con la dura represión policial.

De hecho, tan sólo cuatro días antes, en momentos que decretó el toque de queda y envió a los militares a las calles, el propio Presidente Sebastián Piñera lanzó la criticada frase “estamos en guerra”, la cual fue tomada como una provocación por los millones de chilenos que salían a protestar o cacerolear.

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La convocatoria

En medio de este ambiente para el viernes 25 se convocó a una gran marcha en Plaza de la Dignidad, para hacer sentir el malestar contra el gobierno de Piñera. Sin embargo, nadie dimensionó lo que sucedería esa tarde.

Las 17:00 horas era la partida para que muchos llegaran hasta el corazón de las protestas del estallido social, pero desde temprano se sentía en el ambiente que esa manifestación no sería como cualquier otra.

Estaciones de Metro y paraderos del Transantiago completamente saturados de gente que quería dirigirse hasta Plaza Baquedano, caminatas masivas de cientos de personas, banderas, música e, incluso, barras bravas de fútbol unidas. Todo eso se produjo en Santiago el pasado 25 de octubre del 2019.

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La masividad de la movilización fue un llamado de atención para la clase política, partiendo por el entonces Presidente Sebastián Piñera. "La multitudinaria, alegre y pacífica marcha hoy, donde los chilenos piden un Chile más justo y solidario, abre grandes caminos de futuro y esperanza (…) Todos hemos escuchado el mensaje", reconoció en Twitter.

Medio Santiago en las calles

Metro recomendaba bajarse en Estación Los Héroes o, máximo, Moneda, para quienes asistían a la denominada ‘Marcha más Grande de Todas’, debido a que desde temprano la calzada de la Alameda estaba atiborrada de gente.

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Fue una tarde de muchos íconos, como la interpretación del himno "El Baile de los que Sobran" de Los Prisioneros por decenas de guitarristas en el frontis de la Biblioteca Nacional y la conjunción de barras bravas de fútbol archirrivales, como las de Colo Colo, la U y la UC.

Para los asistentes, un trayecto por Alameda hacia Plaza Italia que podía durar minutos, se alargó incluso por una hora debido a la enorme cantidad de asistentes. Los más afortunados, que pudieron llegar a la esquina de Vicuña Mackenna, disfrutaron de ese histórico show de Sol y Lluvia en las afueras de la sede del Partido Comunista, que sirvió de plato de entrada para una tarde inolvidable.

Represión y caminatas en toque de queda

Fueron horas de sana convivencia y manifestaciones pacíficas, que poco a poco comenzaron a pasar a hechos de violencia, barricadas y enfrentamientos con Carabineros de Chile, quienes lanzaron una  bombas lacrimógenas hacia la zona de Plaza Baquedano.

Es por eso que, pasadas las 21:00 horas, la enorme mayoría de personas comenzó a enfilar rumbo a sus hogares por lo irrespirable del aire y por la cercanía del inicio del toque de queda, dispuesto en esa época para las 23:00 horas.

Lamentablemente, millones de personas quedaron sin locomoción colectiva esa noche, viéndose obligados a caminar durante varias horas hacia los sectores más periféricos de la capital. Alameda con rumbo al poniente estaba copada de personas caminando, debido a la total ausencia de microbuses del Transantiago y el cierre del Metro.

Muchos regresaron en pleno horario de toque de queda a sus casas, pero con la confianza de haber estado presente en un hecho histórico, una de las marchas más multitudinarias de la historia del país diciendo que querían un cambio de Constitución.

Es por eso que se toma esa tarde como el puntapié inicial de un proceso que sigue abierto hasta el día de hoy, porque, también un 25 de octubre, pero del año 2020, se llevó a cabo el Plebiscito de entrada, donde el 80% del país señaló que buscan cambiar la Carta Magna redactada en plena dictadura militar de Pinochet.