Subsidio al transporte público ahorró 1,8 millones de toneladas de CO2 en Alemania
El billete mensual de 9 euros (equivalentes a unos $8.500 pesos chilenos), que permite viajar por todo el país europeo en trenes, metros, tranvías y autobuses regionales, evitó la emisión de 1,8 millones de toneladas de CO2. Esto debido a que los viajeros no usaron tanto sus autos privados.
De acuerdo a lo señalado por las autoridades de transporte público germánas VDV, el boleto, que entró en vigencia en junio y venció a fines de septiembre, está destinado a ayudar a suavizar el golpe de la inflación en la economía más grande de Europa en medio de un aumento en los precios de la energía y el combustible provocado por la guerra en Ucrania y la baja en la produccón de petróleo a nivel global. Si bien existen preocupaciones sobre la financiación del boleto y las tensiones en la red de transporte, varios políticos alemanes quieren que el subsidio se extienda de alguna forma.
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“Debemos encontrar una solución de seguimiento convincente para un boleto de transporte local a nivel nacional para continuar aliviando a los ciudadanos que dependen de él en tiempos de aumento de precios y costos”, dijo en un comunicado Petra Berg, ministra de Medio Ambiente y Movilidad en el estado occidental de Saarland .
Se han vendido unos 52 millones de los boletos, y uno de cada diez compradores se deshizo de al menos uno de sus viajes diarios en automóvil, dijo la VDV. El grupo citó los resultados de una encuesta encargada por el gobierno de 78.000 personas que realizó con Deutsche Bahn AG y los institutos de encuestas Forsa y RC Research.
A pesar de las consecuencias positivas del billete de 9 euros, se ha culpado al sector del transporte de Alemania de no alcanzar los objetivos ambientales en unos 3 millones de toneladas de CO2 el año pasado, lo que aumenta la presión sobre el gobierno para encontrar más formas de reducir las emisiones.
Una de las alternativas que manejan en el país europeo para cumplir sus metas climáticas sería imponer un límite de velocidad en la Autobahn, pero el ministro de Transporte, Volker Wissing, reafirmó el rechazo de la coalición gobernante a la medida, incluso cuando el país sufre una escasez de energía. En una entrevista con Bloomberg TV, Wissing indicó que el dicha medida sería socialmente divisiva en un momento en que Alemania necesita solidaridad.