Ante el aviso de un verano con calor extremo y, para no repetir las tragedias que han sacudido al país en los últimos años, el gobierno presentó su Plan Nacional de Protección contra Incendios Forestales.

Esto, para evitar sucesos como el ocurrido en el verano del 2017, cuando un mega incendio forestal, entre el 18 de enero y el 5 de febrero, se prolongó desde las regiones de O’Higgins, el Maule y el Biobío, dejando 10 fallecidos. Estos eventos se suman a los dos grandes siniestros en la ciudad de Valparaíso.

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Ante esto, el gobierno ha construido una estrategia de protección contra incendios forestales, tanto en recursos de combate como de prevención. Dentro de las medidas más destacables, está el aumento del presupuesto a $83.000 millones, para la época más crítica.

“La prevención, foco prioritario en la actual gestión, es clave en la protección de las personas como primer objetivo y de nuestros ecosistemas boscosos y de la vegetación en general. En este aspecto, la comunidad juega un rol relevante asumiendo una conducta preventiva, a través de la implementación de diversas medidas para evitar o mitigar los efectos de un incendio, como construcción de cortafuegos, limpieza de vegetación seca, eliminar basura en contenedores, evitar usar herramientas eléctricas, no hacer fogatas, podar árboles bajo los tendidos eléctricos, etc.”, informó el Ejecutivo.

“Los efectos del cambio climático están provocando en la actualidad incendios forestales que son cada vez más violentos y dañinos en comparación con los siniestros de hace una década, agravado con las olas de calor por sobre los 30° durante tres o más días continuos”, añadió.

Plan de acción

La prevención, eje central del Plan Nacional de Protección contra Incendios Forestales 2022-2023, es responsabilidad tanto de CONAF como también de toda la sociedad, entendiendo que en Chile la causa de los incendios forestales es, en un 99,7%, producida por la acción humana, ya sea por negligencia, accidente o a causa de una intencionalidad.

La prevención y mitigación es un trabajo que se realiza todo el año, priorizando las acciones de intervención en el territorio y de vinculación con las comunidades durante las épocas más frías, con el fin de desarrollar actividades y reforzar los mensajes que se enfocan en las buenas prácticas destinadas a evitar la ocurrencia de estas emergencias.

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El Programa de Educación Ambiental en Prevención de Incendios Forestales, enfocado en la capacitación de docentes, ha instruido a 401 docentes a lo largo del país, quienes desempeñan sus labores en 157 establecimientos educacionales ubicados en comunas consideradas de mayor riesgo de incendios forestales, impactando a 20.652 alumnos.

Finalmente, el gobierno informó que “la investigación sobre el origen y causas probables de los incendios forestales es otro de los ámbitos de la prevención. Tiene como objetivo direccionar las gestiones en el territorio. Durante la temporada 2020-2021, se determinaron la causa y origen de 828 incendios forestales a nivel nacional, lo que representa un 11,7% del total de los incendios forestales registrados en el periodo de mayor ocurrencia. Una meta para esta temporada es mejorar las investigaciones de causalidad de incendios forestales, para abordar con un plan nacional la intencionalidad junto al Ministerio Público y las policías”.

Sobre las penas legales, quien fuera sorprendido provocando un incendio forestal se expone a un castigo de 20 años de presidio y una multa de $10 millones como máximo.