Entrevista exclusiva con Mon Laferte: “El miedo paralizó a un país”
Cuando se menciona el nombre de Mon Laferte, el primer reflejo mental es visualizar a la cantante en el escenario con guitarra en mano, estadios repletos de fanáticos, la potencia de su voz, la fuerza de sus letras. Sin embargo, cuando los focos se apagan y la artista vuelve a la intimidad de su hogar, otra dimensión de ella se desarrolla.
Multifacética y pluridisciplinaria, Mon Laferte pinta también. Una práctica que desarrolló en paralelo de su música, pero que no sacó a la luz hasta hace unos años solamente, un poco por pudor, un poco por estar concentrada en su carrera musical. Así los cuadros se fueron acumulando en la casa de la artista hasta que se dijo que debía hacer algo con ellos.
Un recorrido fulgurante que la llevó a exponer sus obras en Chile, México e Inglaterra y que, nuevamente, presenta en Francia como parte del contingente de artistas chilenos que expone la Galería Bahía Utópica en la Feria Internacional de Street Art District 13 que se lleva a cabo en París y que reúne a las galerías de arte más importantes de esta disciplina del mundo.
En esta oportunidad Mon Laferte estuvo en la inauguración de District 13 con una serie de cuadros mucho más melancólicos y sombríos que los que presentara en ocasiones anteriores, pero siempre con este estilo cute y naif que caracteriza toda su obra.
Como una visitante más recorrió las diferentes salas, observó el trabajo de los artistas de otras nacionalidades y compartió con el público europeo, que no la conoce necesariamente. Además, fue parte de la obra colectiva que se pintó en un espacio del Hôtel Drouot, la reconocida casa de subastas de Francia, y donde vuelve a plasmar el tema de la niñez, del machismo y el abuso.
En esta entrevista exclusiva, Mon Laferte se refiere a sus nuevas obras y la importancia que comienza a tomar la pintura en su carrera artística, sin eludir el nuevo proceso constituyente en marcha en Chile tras el triunfo del Rechazo en el Plebiscito del 4 de septiembre.
- Tus obras ya habían sido expuestas en Francia, en la feria de Street Art District 13, pero es la primera vez que estás presente. ¿Qué se siente estar en París delante de tus obras?
Estoy emocionada, no puedo creer que estoy en París y que estén aquí las obras, es muy bonito. Además, compartir un espacio con tantos artistas.
Tengo que ser honesta; de repente uno llega y uno solo ve imágenes y uno no tiene el contexto completo de todas las imágenes, pero Nancy –directora de la Galería Bahía Utópica- me hizo un recorrido y me explicó por ejemplo: «este artista tiene una mirada sobre esto y esto, este otro sobre esto otro y así». Me imaginé a todos los artistas trabajando en sus talleres, creando sus obras, que vienen de lugares distintos: Ámsterdam, Valparaíso, etc. es emocionante pensar que se une toda esta gente y todas estas obras en un solo lugar y que yo puedo ser parte de esto. Encuentro que es muy poético.
- La gente te conoce por tu música, pero este es un lado más íntimo. ¿Cómo surge la creación por el lado de la pintura?
Para mí es todo lo mismo, no hago una separación tan grande en mí, porque finalmente lo que yo busco es –supongo- expresarme y puede ser a través de un lienzo o una melodía. Lo que quiero es expresarme, pero hay una cosa distinta con la pintura, que es más meditativo, de contemplar, más solitario. Eso lo encuentro en la música, pero en el momento de la composición. Es fugaz, me llega la idea, termino de componer una canción y después se vuelve masivo, el momento de compartir una música es siempre con gente, con ruido, en cambio la pintura tiene esta cosa, una persona se para delante de una imagen, de una pintura y esta le va a decir algo y se va a crear su propia historia de la obra, le va hacer sentir cosas que solo esa persona sabe, es como si le contara un secreto a alguien.
- En tus canciones eres más directa, sin embargo en tus pinturas nos entregas solo indicios, un mensaje encriptado
Es cierto, es críptico. Pero en estas obras que están aquí intenté ser menos misteriosa y tiene graffitis muy literales. Mi idea era poner mensajes en los baños públicos.
- Pero son bastante fuertes porque en estas pinturas se puede leer: «puta», «ella se lo buscó»…
Existe esta conversación en los baños. Cuando era niña en mi escuela siempre habían cosas escritas tipo: «A la del 4to B le gusta el pico» y eso es muy violento, porque la niña del 4to B quedó super marcada, ya que una persona contestó abajo y después otra contestó, y así. Entonces todo se resume que a través de este baño –que es como pasa en las redes sociales ahora- quedó marcada, que era como la puta de la escuela, y que es algo que siento que las mujeres hemos tenido que lidiar durante toda la historia de la humanidad. En la historia la mujer ha sido marcada como puta o bruja y hay que quemarlas o apedrearlas. Yo me sentí muchas veces así y tenía tanto miedo que fueran a decir que yo era la puta del grupo de la escuela o del barrio que yo misma me vi señalando a otras para sacarme eso porque yo no quería serlo. De eso tratan estas obras, de la rabia, el miedo y la ignorancia de mi parte de señalar a otras mujeres.
- Hay mucho feminismo en tus obras, vemos siempre a este personaje que puede ser una niña o una mujer con esta mirada tan particular. ¿Eres tú esa protagonista?
Siento que me voy conociendo a través de las obras y hay cosas que las hago muy consciente y otras que son totalmente inconscientes, que voy como en un trance pintando e intento acercarme a la poesía con mis obras. Hoy viéndolas creo que sí soy yo, creo que es mi niñita, pero cuando lo estaba haciendo no lo estaba pensando. Creo que inconscientemente he estado dibujando y pintando a mi niñita, a la que le hizo falta abrazos y cariños, a la que tuvo las carencias y también a la que tuvo sus momentos de felicidad en la infancia. Sí, creo que he estado pintando inconscientemente a mi niñita.
- ¿Crees que tu embarazo y el hecho de ser madre por primera vez ha influenciado tus pinturas?
Creo que sí, de hecho dos de las pinturas que están acá, las hice justo después de dar a luz. Al ver a mi bebé pensé mucho en mi mamá, cómo tiene que haber sido esa relación de mi mamá conmigo de bebé, cómo se sintió ella. Me conecté con un lado más infantil, con un lado más sensible también, y es mi niñita dejándose llevar por un monstruo que está representado muy cute, pero realmente son todos esos miedos, inseguridades, miedos de niña. Recuerdo que en mi infancia haber sentido mucho miedo, los padres y el entorno adulto te asustan cuando eres niña: «Va llegar el cuco y te va a comer» o «Va a llegar el viejo del saco». Muchos miedos, la gente está con mucho miedo todo el tiempo, el miedo nos paraliza.
Justo pensando en el contexto actual, en Chile, con el tema de la Constitución, en donde la gente votó en su mayoría por el Rechazo, es el miedo que paralizó a un país, porque nos educan con miedo, nacemos y es: «cuidado con esto», «tienes que tener cuidado, tienes que tener miedo». Con estas obras intento tomar de la mano y abrazar todos estos miedos. Creo que mis pinturas son una terapia, porque siento que me sano un poco más cada vez que pinto.
- Con respecto a lo de Chile, tú eres una persona que ha estado implicada en el proceso de la Constitución, tuviste problemas judiciales por expresarte acerca del estallido social, hiciste un mural en Valparaíso que hablaba de la menstruación y que fue vandalizado. ¿Cómo ves tu implicación con Chile desde el lado artístico, pero también desde el lado político?
Contemplando a Chile, estando un poco afuera y un poco adentro, porque no vivo en Chile, pero siempre estoy, está mi familia, y puedo tener una mirada más de afuera, siento que nos han metido mucho miedo desde hace muchos años y nos han tratado como a un niño chiquito: «Esto no se dice, esto no se hace, esto no es correcto». Por ejemplo, que no se hable de la menstruación y que hoy sea un tema tabú y de escándalo, habla de un pensamiento muy infantil en donde hay cosas que no se pueden decir, muy católico. Yo no tengo nada en contra de la religión, pero me parece que le ha hecho mucho daño a la humanidad, por ejemplo con estos temas: los cuerpos desnudos, la sangre, la regla. Siento que tenemos mucho de esto no solo como país, sino en Latinoamérica. Ahora, que tengo un bebé, pienso qué diferencia de vida va a tener mi bebé, porque el mundo ha cambiado muchísimo desde que yo era niña. En mi época no se hablaba de estos temas, no se hablaba de la menstruación, de la sexualidad, había muchos temas muy tabú y siento que poco a poco ha cambiado pero nos falta todavía mucho. Si el arte puede, de alguna manera, servir para generar esta conversación, creo que está bien, no es decorativo simplemente, sino que genera un debate y conversaciones y eso me parece muy interesante.
- ¿Qué sentimiento te deja que haya ganado el Rechazo en Chile?
Estoy muy triste realmente. Estaba viajando, yo había terminado un concierto y estaba en Europa y sentí una tristeza muy profunda porque estaba muy segura o demasiado entusiasta de que se iba a lograr y que íbamos a ser un gran ejemplo para el mundo con una Constitución que era muy adelantada para sus tiempos. La veía bella, era el mundo que sueño para mi hijo, pero insisto, Chile tiene miedo. Yo nací durante la dictadura y no es tan fácil quitarse eso, que te decían «no puedes decir esto, no puedes hacer esto». Me gustaría que Chile deje de estar tan polarizado y que de alguna manera podamos encontrarnos y coincidir en que queremos todos lo mejor para el país y que tenemos que crecer, todavía somos como niños chicos, pero ya estamos creciendo.
*Artículo publicado en alianza con Culturizarte.
Exposición Mon Laferte
Galería Bahía Utópica
Feria Internacional de Street Art District 13
Paris, Francia