Las posturas enfrentadas sobre proceso de biorremediación que se aplicará en Las Salinas
La decisión del Comité de Ministros de aprobar el proceso de biorremediación para descontaminar el paño Las Salinas en Viña del Mar, sigue generando opiniones encontradas entre quienes confían en la ciencia detrás de la decisión, y quienes consideran que falta evaluación y diálogo sobre las distintas técnicas y sus externalidades.
Varias opiniones se han hecho públicas defendiendo la decisión, y llamando a no mezclar la discusión científica con las oposiciones al proyecto por oponerse a un desarrollo inmobiliario en el terreno. Es el caso del ex ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, en una columna de opinión. “Cuál sea el destino de la zona en unos años - sin duda una discusión importante que debe darse después, no puede impedir la recuperacion de suelos, flora y fauna, que hoy son el problema urgente”, declara.
Por su parte, organizaciones ambientales y autoridades locales afirman la necesidad de evaluar y transparentar los efectos que podría tener la remoción de contaminantes en el predio con la técnica elegida, así como la evaluación de técnicas con menos externalidades negativas. La falta de confianza en la institucionalidad ambiental y en las empresas juegan también un rol en el conflicto.
La disyuntiva deja en evidencia la necesidad de contar con información clara y accesible para toda la comunidad, para facilitar la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones que impactan a su territorio; principios que recoge el Acuerdo de Escazú, al cual Chile adhirió este año.
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El proceso de biorremediación
“La decisión ministerial es una excelente noticia para la región de Valparaíso y una gran oportunidad para avanzar hacia su aplicación en sitios urbanos contaminados en todo Chile. (...)La biorremediación es sustentable, mitiga el cambio climático y permite recuperar sitios impactados, para su reincorporación a la trama urbana y los ecosistemas, defiende en una columna Michael Seeger, doctor en biotecnología e integrante del equipo científico que ideó el proceso de remediación que se aplicará en Las Salinas.
El científico además defiende la forma en que se decidió la técnica a utilizar. “En este proyecto de biorremediación del paño Las Salinas han trabajado en forma mancomunada, junto a la empresa Inmobiliaria Las Salinas, las instituciones regionales Universidad Técnica Federico Santa María, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y Universidad de Playa Ancha, con el entusiasta apoyo de sus autoridades. Los estudios durante los últimos 7 años liderados por sus profesores en los laboratorios de investigación, que incluyen investigadores asociados, ingenieros, investigadores de Doctorado y Magister, y estudiantes de pregrado, han sentado las bases que permitieron proponer la biorremediación como la tecnología más apropiada para el saneamiento ambiental de este terreno”, comenta.
Desde la misma inmobiliaria Las Salinas también aseguran que el proceso elegido ha sido aplicado sin riesgos en otros lugares del mundo. “Cada proyecto es único en cuanto a la forma de aprovechar las ventajas de la biorremediación para las necesidades particulares de su entorno, pero el desarrollo de proyectos coexistiendo con población cercanas, hoy es una realidad. En Arpajon, Francia, la remediación de suelos con hidrocarburos en un sitio que anteriormente había sido utilizado como centro logístico de combustibles, se desarrolló en base a biopilas, las cuales operaron próximas a viviendas y al hospital de la localidad. Asimismo, en Italia, una antigua oficina de gas de ciudad, fue remediada y transformada en el Campus Luigi Einaudi de la Universidad de Turín, donde aún se está desarrollando la remediación de las aguas subterráneas mientras funciona activamente la universidad.”, afirman.
Los cuestionamientos
Desde las organizaciones ambientales y vecinales del sector, han surgido cuestionamientos sobre la técnica elegida. “La empresa propone una técnica de saneamiento en el mismo sitio (on site) pero removiendo los contaminantes hacia la superficie (ex situ). El problema es que la empresa presenta este proceso como si fuese inocuo, prácticamente inofensivo, cuando en realidad se trata de una gran faena industrial, instalada en el corazón de la ciudad, que en 5 años removerá más de 1 millón de metros cúbicos de arenas, con el respectivo movimiento de camiones y maquinarias”, sostiene Pedro Roncagliolo, ingeniero, vecino y parte de la agrupación de Un Parque para Las Salinas.
Según el ingeniero existe una alternativa: el proceso de atenuación natural motorizada, que también es un proceso de biorremediación que, según sostiene Roncagliolo, es menos invasivo pero más lento. Según el ingeniero este proceso podría ser aplicado mientras algunos sectores del terreno se habilitan para uso superficial como parque. En su opinión, la aspiración de la empresa de construir edificios en el lugar es la que guió la elección de una técnica por sobre la otra. Su opinión ha sido replicada en redes por autoridades locales como el gobernador regional Rodrigo Mundaca, o la alcaldesa Macarena Ripamonti.
Rodrigo Mundaca se sumó a las voces que rechazaron la decisión del comité de ministros. “Nunca una técnica de biorremediación de estas características se ha empleado con esta envergadura en un paño urbano y lo que dice la jurisprudencia internacional y la comunidad científica es que ante una situación de esta naturaleza lo que tiene que prevalecer es el principio precautorio”, menciona. Esto se suma a otras críticas que mencionan que las experiencias en Chile con esta técnica, como la de Puerto Montt, se hicieron en terrenos más pequeños, por lo que las posibles externalidades no son comparables.
El gobernador también hace otra crítica que ha sido replicada por Ripamonti, quienes mencionan que el paño de Las Salinas no es el único lugar contaminado. “No contemplan el borde costero. No contemplan la playa, no contemplan las zonas aledañas que se encuentran contaminadas, no incluye un estudio epidemiológico”, reclamó Mundaca ante la prensa. La alcaldesa Ripamonti, quien tuvo una actitud más conciliadora ante la decisión, afirmó que “tomamos como un gran desafío la responsabilidad de velar por la transparencia y cumplimiento de los monitoreos de contaminación y participación ciudadana” durante el proceso.