Milton Juica, expresidente de la Suprema: “Este cuentillo de rechazar para reformar es mentira”
“Me pesa mucho el Rechazo, porque lo que hace es mantener una Constitución ilegítima”. Así de claro es el expresidente de la Corte Suprema, Milton Juica, quien entró de lleno en el debate por el Plebiscito constitucional del próximo 4 de septiembre.
En conversación con el medio Ex-Ante, el emblemático juez de casos de derechos humanos abordó la discusión entre el Apruebo y el Rechazo y si bien evitó decantarse por alguna opción fue enfático en cuestionar la alternativa de mantener la actual Carta Magna heredada de la dictadura.
“Yo viví la dictadura y viví cómo se implementó una Constitución mentirosa en que se engañó al pueblo (…) ¿Cómo voy a seguir manteniendo algo que desde el punto de vista moral uno ve que es fraudulento? Ese es el desencuentro que tengo”, confesó.
[Te puede interesar] Plebiscito: El escepticismo de Jaime Bassa con el “rechazar para reformar”
[Te puede interesar] La falacia del rechazar para reformar y del aprobar para mejorar
Juica tuvo una trayectoria marcada por el papel que jugó en casos emblemáticos de violaciones a los derechos humanos en dictadura, como ministro en visita en el caso Degollados –el secuestro y asesinato de tres miembros del Partido Comunista de Chile en 1985– y en la investigación de la llamada Operación Albania. Por eso sufrió el veto político de la derecha, la que bloqueó su ascenso a la Corte Suprema, el que solamente logró destrabarse en el Senado el 12 de abril de 2001. Llegó a ser presidente del máximo tribunal entre 2010 y 2012, durante el primer Gobierno de Sebastián Piñera, y dejó el Poder Judicial en el año 2018 al cumplir la edad límite de 75 años.
Ahora como profesor de derecho en la Universidad Andrés Bello, Juica asegura que está en pleno estudio de la propuesta de la nueva Constitución. “Yo pensaba que podía ser peor, porque los primeros tiempos dieron la sensación de personas que no estaban imbuidas para la misión de crear una Carta Fundamental que nos sirva de paraguas contra los abusos de la autoridad”, comienza señalando.
“Pero estuve viendo el borrador, que era enorme y muy desordenado. Pero, finalmente, se entregó un proyecto que es Constitución (…) Encuentro que la (nueva) Constitución tiene cosas positivas, pero también otras que no me satisfacen (…) posiblemente pueda encontrar algo que no me gusta y considere que es un peligro. Pero, hasta este momento, no me parece tan delicado el asunto”, indicó.
Por ejemplo, a diferencia de algunos juristas, desdramatiza el cambio de nombre del Poder Judicial al Sistema Nacional de Justicia. “La nomenclatura, la designación de una institución, no marca ninguna diferencia”, indica. “Tampoco hay que dramatizar lo del Consejo de Justicia en cuanto a que podría politizar un tema que ya es político, porque el sistema actual también lo es”, señala.
Y en lo que sí es enfático es mostrarse contrario al “rechazar para reformar” levantado por la derecha y ahora por algunos sectores de la Concertación,. “Este cuentillo que ahora se dice que se rechaza para reformar, es mentira. ¿Desde dónde van a sacar quorum para reformar otra vez y entrar en esta nueva aventura? Esto pasó y no va a suceder nunca más. Esta es la única Constitución que por lo menos tiene un grado de legitimidad. Todas las anteriores nacieron de situaciones traumáticas, como golpes de Estado o guerrillas”, indicó.