En su primera Cuenta Pública, a menos de tres meses de asumir el mando del país, el Presidente Gabriel Boric se dirigirá a la ciudadanía para dar a conocer el trabajo realizado hasta el momento por su administración, y lo que se viene para el futuro de Chile. Con una agenda que ha sido saturada por el aumento de delitos y violencia en las calles, además de los impactos económicos producto de la pandemia del COVID-19, Boric abordará los “temas urgentes” para su gestión.

El lunes, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, había destacado que la ceremonia “no es solamente para poder dar cuenta al país de lo que se ha hecho en estos dos meses y medio de trabajo como gobierno, sino que también proyectar los desafíos que tenemos hacia adelante en los cuatro años de gobierno que tenemos que enfrentar con mucha decisión, con mucho trabajo colaborativo, con mucho compromiso”.

Efectivamente, no son pocos los desafíos que tendrá la administración del mandatario más joven de la historia del país, puesto que al ambicioso programa por el cual fue electo el gobierno de Apruebo Dignidad, se suma el acontecido año presente, donde las labores de la Convención Constitucional, la inflación e incertidumbre económica post pandemia del COVID-19, junto a las crisis no resueltas relativas al histórico conflicto mapuche y la violencia en la Macrozona Sur, han turbado la instalación del primer gobierno de su coalición.

Violencia y seguridad

A estas situaciones se suma el incremento de la inseguridad ciudadana, por un aumento de la violencia en el país, que además ha sido constantemente exhibido a través de los medios masivos. Es así, que un sondeo de opinión respecto a la “gestión de la seguridad pública en el país”, desarrollado por la Asociación de Municipalidades de Chile (AMUCH), reveló que más del 91% de la población apoya la idea de un acuerdo nacional por la seguridad.

Para Gonzalo Huenumil, consultor internacional en materias de policías, seguridad y prevención, “el problema de la delincuencia es un tema que lleva mucho tiempo, y que durante los 30 años de retorno a la democracia sólo se ha atendido desde una mirada punitiva, endureciendo las penas, creando más tipos penales y aumentando las atribuciones de las policías, sin considerar otro tipo de intervención”.

Esto precisamente se ha declarado por la nueva administración, durante estos escasos dos meses de ejercicio, apunta Huenunil, “es decir, una atención que apunte al origen de las conductas violentas y del delito, lo que implica atender a aquellos grupos más vulnerables”.

De todas formas, el experto y Magíster en Criminología evalúa que “hay que considerar que esta nueva mirada transita por el mediano y largo plazo, por lo tanto, para enfrentar el problema hoy, es conveniente acudir a ambos enfoques e indiscutiblemente mejorar la calidad del trabajo policial, con el objeto de que las fiscalías posean el insumo necesario para desarrollar una buena persecución penal”.

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Las reformas que ha buscado impulsar el gobierno “son profundas”, de acuerdo con lo enfatizado por la ministra Vallejo, quien en su vocería del lunes procuró enumerar las que ya han sido anunciadas “en materia de pensiones, en materia de cuidados, ambiental, entre otras cosas”. Todas ellas, con una mirada que apunta hacia la reactivación económica, para paliar los efectos de la pandemia y el accionar de las grandes empresas frente a esta.

De acuerdo con Francisca Barriga, investigadora de la Fundación Sol, considerando que la administración de Gabriel Boric asumió hace 80 días, “por una parte, las medidas puntuales que ha presentado e implementado el gobierno para una reactivación económica, colaboran”, pues “ciertos bonos y subsidios van en una dirección correcta”.

De todas formas, la economista de la Universidad de Chile agrega que, desde la fundación, “creemos que tienen que avanzar hacia una perspectiva más integral de las medidas, que tengan criterios de suficiencia, y que tengan en mente una reactivación no precaria”. Por ejemplo, respecto a la reforma de salario mínimo, “observamos que existe un aumento, pero aun no alcanza un criterio de suficiencia en el que pueda a sacar a un hogar promedio, de cuatro personas, de la pobreza”.

“De alguna manera, aun no observamos una política que sea más integral, en la que no se vuelva a lo que había antes. Estamos hablando de una recuperación, pero no recuperar lo que existía antes, sino que avanzar hacia la no precariedad”, considera la experta.

Como ejemplo, apunta a la totalidad de nuevos empleos que se han generado desde el momento más complejo de la pandemia, el trimestre mayo-junio-julio del año 2020, donde se registraron más trabajos perdidos. Sobre la recuperación, “hasta los últimos datos que tenemos hoy día, el 48% de esos nuevos empleos son informales, casi la mitad. Por lo tanto, la reactivación ha sido a costa de una precarización del trabajo, y precarización de las condiciones de los hogares”.

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Este 1 de junio, el Presidente Boric se enfrentará nuevamente a la opinión pública, que aguarda con expectativa los anuncios en torno a las principales problemáticas que aquejan al país, y a las reacciones que se generen desde el mundo político, tanto afín como opositor. Para los expertos, las declaraciones del mandatario deberán ir en camino a fortalecer las propuestas contempladas en el programa, tomado en cuenta las crisis a nivel país que se han desatado en los últimos años, y que no lograron ser resueltas en gobiernos anteriores.

En materia de seguridad y prevención del delito, por ejemplo, Gonzalo Huenumil indica que “lo que todos esperamos como sociedad es que se instale o recomponga la institucionalidad, principalmente, de los organismos policiales, dado el grave cuestionamiento que ha surgido sobre estos a partir de inconductas del alto mando, tanto de Carabineros como de la Policía de Investigaciones y, por sobre todo, de procedimientos policiales inadecuados con grandes costos sociales”.

Por lo tanto, y en ese ámbito, la expectativa sería en torno a “conocer de acciones concretas, contundentes y de corto plazo sobre las policías, que apunten a mejorar el trabajo policial preventivo y persecutorio, con el objeto de acrecentar la calidad de vida de las personas, aumentando la sensación de seguridad y tranquilidad”.

Reformas verdaderas y “no cosméticas”

Respecto a los anuncios económicos, desde la Fundación Sol “al menos estamos esperando que, por una parte, se despejen ciertas ambigüedades que existen hoy día en algunas reformas”, particularmente en la de pensiones, la reforma tributaria, y el frecuentemente anunciado sistema de cuidados, “que fueron promesas del programa y que, de alguna manera, no han tomado forma aún. Esperaríamos que, entendiendo la situación política en la que se encuentran algunas reformas, existiesen anuncios más concretos en estas temáticas”, considera Barriga.

Por otro lado, la investigadora estima que “se debería reforzar y avanzar hacia cambios que se puedan hacer cargo de la concentración de poder en distintos ámbitos, no solo el económico, sino la concentración de poder político e instrumental”. Evalúan que “algo fundamental sería que se pudiese hablar de una verdadera reforma, no solamente cambios cosméticos, por ejemplo al sistema de pensiones”.

“Desde Fundación Sol trabajamos junto a la Coordinadora No + AFP con una propuesta bastante clara, y en ese sentido consideramos que algo fundamental sería avanzar hacia un sistema que se rija por los principios verdaderos de la seguridad social, y no lo que hoy tenemos, que es una incertidumbre individual”.

Además, para el centro de investigación y acción resulta necesario “pensar en soluciones más estructurales, apuntando a esta concentración de poder”, como, por ejemplo, “dotar de herramientas al mundo sindical, laboral y de las organizaciones sociales, para que puedan fortalecer sus negociaciones colectivas, en la participación de administración de empresas, entre otras cosas”.

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Por su parte, Huenumil, asegura que respecto a la problemática de violencia “la mirada se dirige necesariamente sobre las policías, y en este orden es posible distinguir variados aspectos, entre ellos, se debe mejorar la formación profesional, lo que no implica necesariamente aumentar los años de estudios, sino que es conveniente mejorar la calidad de la educación, el contenido y los profesores”.

También es fundamental “mejorar la calidad del trabajo preventivo, el que se logra en algún grado con una mayor presencia policial en las calles, y para ello es necesario que disminuya el trabajo administrativo realizado por Carabineros, lo que requiere a su vez que se optimicen los procesos internos, lo que no va a cambiar si lo sigue analizando y realizando la propia institución”.

“De igual forma, es necesario que exista una mayor colaboración y coordinación entre policías y Ministerio público, lo que puede comenzar con la disponibilidad de datos y tecnología de uso en carabineros con las fiscalías, favoreciendo los tiempos de entrega de documentación y datos para análisis delictuales”, evalúa el experto en seguridad.

Finalmente, considera que, “dentro de muchas otras cosas importantes en materia de seguridad interior, resulta conveniente mejorar y reforzar los sistemas de inteligencia, sin perjuicio fortalecer el control sobre los mismos, a fin de verificar su contribución a los resultados en materia delictual, es especial sobre temáticas como las drogas y organizaciones criminales”.