Este lunes, el Sexto Juzgado de Garantía decretó la medida cautelar de arresto domiciliario para las dos personas que habrían disparado contra la marcha del Día del Trabajador. La solicitud de la acción precautoria generó la sorpresa de la jueza Paulina Moya, quien incluso hizo entrever su desacuerdo.

Durante la audiencia de formalización de los detenidos, el fiscal Fernando García solicitó la medida cautelar de arresto domiciliario, momento en que la jueza Moya lo interrumpió para decirle "¿Dijo que va a pedir arresto domiciliario total?". Ante lo que el representante de la Fiscalía Centro Norte asintió.

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Posteriormente, Moya accedió a la petición del Ministerio Público, que coincidió con la solicitud de la parte querellante, sin embargo, indicó que "el tribunal no puede imponer una medida cautelar más intensa, como sería la prisión preventiva, si los intervinientes no lo han solicitado".

Finalmente, la jueza recordó a los imputados que de no cumplir el arresto domiciliario podrían ser detenidos y recibir una medida cautelar más intensa. "Los insto a que cumplan con la medida que se acaba de disponer", concluyó.