Carabinero que disparó en marcha de la Confech presenta querella por homicidio frustrado
Tres funcionarios de Carabineros presentaron una querella por homicidio acusando que habrían sido agredidos en una marcha de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) el viernes pasado en Santiago.
Los miembros de la policía uniformado que se hicieron parte de esta acción judicial son el sargento primero Patricio Gómez, la sargento segundo Carmen Figueroa y el carabinero Leonardo Quezada.
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Este último fue quien disparó contra un joven después de haber sido agredido, según quedó registrado en un video difundido públicamente. Por este último hecho las autoridades anunciaron que se inició un sumario administrativo de la institución policial y una investigación por parte del Ministerio Público.
En el marco de estos hechos, Quezada fue detenido, sin embargo, finalmente quedó en libertad luego de que la justicia considerara que actuó el legítima defensa. En cuanto al receptor del balazo, solo quedó con lesiones superficiales.
Versión de los carabineros
En la querella ingresada este jueves, el funcionario Gómez expone que después de recibir piedrazos mientras dirigía el tránsito se dirigió a la intersección de la Alameda con Diagonal Paraguay, donde "me dieron alcance, lanzándome contra la pared y recibiendo golpes con objetos contundentes, en donde yo solo trataba de protegerme, cubriendo mi cara y cuerpo".
"En esos mismos instantes de agresión en contra de mi persona, es que me percato que el carabinero Quezada Castro se encontraba en el suelo y estaba también siendo agredido por varios individuos vestidos de uniforme, pero debido a los golpes tuve que volver a cubrirme la cara y es en esos instantes que escuché un disparo", agrega.
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Por su parte, el carabinero Quezada indicó que "estos sujetos comenzaron a rodearnos, y me percato de que mi sargento Gómez quedó atrás, por lo que me di vuelta para buscarlo y un sujeto encapuchado me pegó un golpe de puño, al parecer con una manopla en mi cabeza, a un costado de mi ceja izquierda, ante lo cual caí al suelo inmediatamente y comencé a cubrirme la cabeza con ambos brazos, ya que varios encapuchados se acercaron para propinar golpes de todo tipo”.
"Cuando logré ponerme de pie, veo de entre 10 a 15 personas a mi alrededor, quienes me continuaban pegando y lanzando objetos, y momentos antes me había quitado mi bastón retráctil, por lo que ante el miedo de mi integridad física, es que desenfundé mi arma de servicio revolver, y efectué un solo disparo al suelo, por lo que los individuos se alejan de mí y logro divisar a mi sargento Gómez ingresando a un edificio, al que también hago ingreso para resguardo", agregó Quezada.