Karen Rojo fue condenada por el delito de fraude al fisco a raíz de contratos irregulares, a través de la Corporación de Desarrollo Social, de la Consultora Main Comunicación Estratégica, entre los años 2015 y 2016, donde habría pagado por realizar trabajos oficialmente no comunicados, con el fin de recibir asesorías en su campaña por la reelección.

En ese contexto, la exalcaldesa de Antofagasta, según lo determinado por el Tribunal Oral en lo Penal de Antofagasta, fue sentenciada a cinco años y un día de presidio, en la Cárcel Femenina de Antofagasta. Sin embargo, el pasado jueves 24 de marzo, Rojo emprendió un vuelo a la ciudad de Ámsterdam, situación que habría sido fríamente calculado por la exautoridad regional debido a su oscuro panorama judicial.

El plan Rojo

La fuga de Karen Rojo no fue algo espontáneo ni algo del momento. La exalcaldesa de Antofagasta conformó un plan de emergencia que le diera la posibilidad de no pagar con pena de cárcel su sentencia, lo cual, por ahora, le ha dado resultados positivos.

Considerando que no había medidas cautelares en su contra y a pesar de la condena impuesta sobre ella, Rojo, según lo constatado por La Tercera, compró un pasaje en la aerolínea KLM pagando en efectivo $954.844, 24, horas antes de que se conociera el fallo definitivo que la condicionaría a permanecer tras las rejas.

Según fuentes cercanas a la ex militante de Renovación Nacional, ella habría planeado esta fuga muchos meses antes de que se conociera el fallo definitivo, lo cual habría permitido estudiar los destinos de países más viables para alojarse, en donde sobresalía el nombre de Países Bajos.

Dentro del Ministerio Público especulan que lo hizo porque es un país con el cual no existen tratados vigentes de extradición. Para eludir la justicia chilena, y que la causa prescriba, deberían pasar al menos 20 años, durante los cuales Rojo no puede ser detenida en el país europeo, concretando un plan de escape perfecto.