Fernando Estenssoro: “EE.UU. alentó a Ucrania a entrar a la OTAN y ahora los dejan solos”
Este jueves se quebró la tensión entre Rusia y Ucrania. El líder ruso, Vladimir Putin ordenó la invasión del país vecino y avanzó hacia Kiev, en acciones que fueron transversalmente rechazadas por los líderes mundiales.
Miles de personas cruzaron las fronteras hacia Polonia intentado huir del conflicto. Por otro lado, los avances por tierra de los efectivos rusos y los constantes bombardeos en distintas ciudades ucranianas han dejado hasta el momento el saldo de más de 130 personas fallecidas, de acuerdo a las autoridades de Ucrania.
En este contexto, Fernando Estenssoro, historiador y analista, entrega claves sobre lo que está ocurriendo en Europa y la pretensiones de Putin. El también académico de la Universidad de Santiago de Chile (Usach) sostiene que estamos presenciando un proceso de cambios en el orden de las potencias mundiales que, como latinoamericanos, tenemos que seguir con atención.
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Pero también apunta directamente al rol de Estados Unidos y su injerencia tanto en el golpe de Estado de Ucrania en 2014, como en las tratativas para que el país europeo ingrese a la alianza militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Esto último, en opinión de Estenssoro sería el punto de inflexión que llevó a Putin a la invasión.
Por esto es necesario entender el rol del país norteamericano en el conflicto, así como su declive y la amenaza que representa China en su horizonte. Movimientos tácticos para afianzar el poder, mientras en redes sociales y medios de comunicación se multiplican las imágenes de los bombardeos y familias refugiadas en los subterráneos de ciudades ucranianas.
“Ellos (EE.UU.) no dicen que los que alentaron a Ucrania a entrar a la OTAN fueron ellos, dijeron que los iban a apoyar y ahora los están dejando solos, porque ellos no están dispuestos a ir a una guerra con Rusia por Ucrania”, argumenta.
-El alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, afirmó que estas “son las horas más oscuras para Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial”. ¿Coincide?
No, creo que eso es propio de la tensión de la coyuntura, que es difícil, pero indudablemente han pasado varias cosas entremedio. La guerra espantosa cuando se disolvió Yugoslavia, que ahí intervino y bombardeó la OTAN. Él (Borrell) juega un papel destacado como figura de la Unión Europea, por lo que tiene que decir algo, porque finalmente no va a hacer nada.
-¿Es una exageración?
Más bien la situación política es muy compleja y dado que la UE no va a hacer mucho, salvo discursos, es parte del discurso.
-Dentro de su justificación, Putin dijo que Ucrania “no es sólo un país vecino (…) Es parte inalienable de nuestra propia historia, cultura y espacio espiritual”. ¿Cómo resumiría la naturaleza de la relación entre ambos países?
Tiene tres aspectos, una dimensión histórica, una estratégica y una política ideológica. Desde un punto de vista histórico, Putin tiene razón. El título oficial del Zar de Rusia era el Zar de todas las rusias, porque cuando se constituyen como pueblo-nación lo hacen en base a tres grandes principados. Uno fue el principado de Kiev, que es Ucrania, de ahí al de Moscú y al de Minsk, y el zar se transformó en el rey de todos. Ahí se empezó a formar el imperio ruso. Cuando viene la revolución rusa, los soviéticos son herederos de este imperio. Además, cuando se constituyen en Unión Soviética reordenan, porque en todo ese tremendo imperio hay más de 100 nacionalidades, entonces crean una serie de repúblicas. Dentro de eso, por ejemplo, Crimea era de Rusia, pero para tiempos de la URSS se lo pasaron a Ucrania, aunque era parte de un ordenamiento interno y todo era un gran país. Cuando se disuelve la URSS queda la tremenda confusión. Dentro de ese esquema, lo que era Ucrania, Rusia, eso siempre fue ruso, eso nunca estuvo en cuestión, claro que eran formalmente países independientes.
-Se ha apuntado al ingreso de Ucrania a la OTAN como el principal motivo de las acciones rusas, ¿está de acuerdo?
Putin puso una línea roja, dijo: "Ucrania no puede entrar a la OTAN", porque además que la OTAN se creó para pelear contra la Unión Soviética, cuando era comunista, pero cuando dejaron de ser comunistas la OTAN no se disolvió. En el entendido de que Rusia estaba súper débil en los años 90', entonces desde un punto de vista geopolítico los rusos ven que se acercó EE.UU. y los trata de meter a la OTAN, entonces, EE.UU. trata de acercarse al máximo y poner misiles lo más cerca posible de la Plaza Roja, en la capital Moscú.
-¿Ese el riesgo que ve Putin?
Claro. Ahora Putin quiere que Rusia vuelva a ser una gran potencia, evidentemente no va a ser lo que fue la URSS, es más bien un tema geopolítico, ellos le dijeron "no vamos a permitir que Ucrania ingrese a la OTAN" y pidieron una seguridad formal con occidente, por supuesto no se lo firmaron. Pero no solamente eso, sino que alentaron a un sector de Ucrania, porque hay un sector nacionalista ucraniano que también es histórico, que siempre ha existido y que efectivamente apoyó a los alemanes en la segunda guerra mundial, entonces los ucranianos están divididos. Hay un sector importante que es prorruso, además que hay rusos viviendo en Ucrania. Putin advirtió que es una línea roja que no va a dejar que se traspase.
-A esto se suma que Occidente prometió a Mijaíl Gorbachov que no habría una expansión de la OTAN hacia oriente...
Todo eso no se cumplió, porque Rusia es un país tan grande que también es una tremenda tentación, con una gran cantidad de recursos. Esa es la parte que no se dice. Pero, en la parte estratégica, el gran problema de EE.UU. no es Rusia, su problema es China. Porque Rusia podrá crecer, expandirse, pero la verdad es que a lo más llega a potencia regional, está haciendo esto para compararse con Alemania, Inglaterra o Francia, que son las grandes potencias europeas. Pero la verdad es que, si bien Rusia tiene armamento atómico, no es lo que era antes. China sí se está transformando en la mega potencia mundial, está empezando a superar a EE.UU. La situación de EE.UU. es tremendamente compleja. En el fondo se va a hacia un mundo multipolar, aunque esto no ocurre de la noche a la mañana, es un proceso. Ese tremendo poder que tenía EE.UU. y del que se colgaba la UE, que han sido los aliados histórico, está disminuyendo, porque aparece una nueva potencia mundial en el horizonte.
Estados Unidos dice que no va a intervenir, no va a ir a una guerra mundial por Ucrania. En Europa van a hacer una serie de declaraciones terribles, exuberantes, pero la verdad es que van a terminar negociando. Porque Europa qué les dijo a los rusos, que si ellos aceptaban estarían en contra los derechos de los pueblos a autodeterminarse y que si los ucranianos quieren entrar a la OTAN no les pueden decir que no. Eso es lo que les estaba pidiendo Putin, ahí viene la parte política.
-Pero, Ucrania sí tiene derecho a buscar ser parte de la OTAN…
Claro, pero yo no creo que esto sea como en los tiempos de la Guerra Fría, que estás a favor del capitalismo o a favor del comunismo, esa imagen ha sido construida. Es la imagen que lamentablemente viene construyendo EE.UU. y sobre todo el Reino Unido porque quieren “salvar la cara” en este asunto. Porque ellos no dicen que los que alentaron a Ucrania a entrar a la OTAN fueron ellos, dijeron que los iban a apoyar y ahora los están dejando solos, porque ellos no están dispuestos a ir a una guerra con Rusia por Ucrania.
Eso del derecho, sí, existe un sistema internacional, pero resulta que el derecho va de la mano con la fuerza, el derecho está permanentemente evolucionando. Entonces Ucrania para los rusos es como Taiwan para China. Hoy día China no acepta a Taiwan como Estado independiente y está dispuesto a ir a la guerra si EE.UU. lo reconoce como independiente. Esa es la complejidad que tiene esto, que no va ser lo último, va a seguir ocurriendo, porque hay otros temas. Por ejemplo, Taiwan. El poder de Estados Unidos está declinando, ya no tiene el poder de antes. Le surgen poderes rivales, entonces vamos a un multipolarismo, probablemente cuatro o cinco grandes centros que van a negociar entre ellos el sistema internacional.
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-¿Se podría haber manejado de otra forma la crisis?
En política internacional lo que se conversa a nivel de la alta política, o la política de Estado, no es lo que se habla públicamente. El escenario público tiene mucho de mascarada, en una de esas ya sabía Putin que EE.UU. no iba a intervenir militarmente, porque también EE.UU. si se le pone complicado el tema con China va a tener que recurrir a aliados y no puedes descartar que los rusos de “malos” pasen a “buenos” de la noche a la mañana. Esto es mucho más complejo que lo que estamos viendo ahora. Hay un problema estratégico de fondo que es que está cambiando el orden internacional y ese cambio es la declinación del poder de Estados Unidos.
-¿Qué se va a negociar en Ucrania? Diversos analistas dicen que Rusia buscará la salida de Volodímir Zelenski y su reemplazo con un líder prorruso.
Es probable. Hay que recordar cómo empezó el conflicto. En Ucrania en 2013 había un Presidente prorruso, Víktor Yanukóvich. La Unión Europea y la OTAN hicieron acercamientos a Ucrania, iban a firmar un tratado de ingreso de Ucrania a la UE, eso para los rusos es lo mismo que entraran a la OTAN. Yanukóvich rechazó ese tratado, entonces vino la “Revolución Naranja” y derrocaron a ese Presidente, hubo un golpe de Estado. EE.UU. y Europa occidental apoyaron el golpe. De acuerdo a, en ese minuto, la política de tratar de cercar lo más posible a los rusos.
-¿En qué sentido apoyaron el golpe?
El alzamiento fue promovido por occidente, era "popular" entre comillas. Como el alzamiento de Siria. Obviamente hay elementos de descontento, pero se exacerba ese descontento y se dan garantías a sectores que son más “ultras” para que derroquen gobiernos que ellos consideran que son hostiles a sus intereses estratégicos. Siempre las grandes potencias han intervenido, los rusos hacen lo mismo, son igual. Intervienen en la política interna de los países poniendo a gobiernos proclives a sus intereses y sacando a gobiernos que consideran que son hostiles. Como en Chile en 1973, donde la intervención de EE.UU. está probada históricamente. A nivel de especialistas de geopolítica se sabe, porque circulan los documentos, pero esto no circula a nivel de opinión pública.
Se estimuló a los grupos nacionalistas y pusieron al actual presidente en el gobierno. Entonces cuál es la respuesta de Putin, se anexa Crimea y dice "no voy a permitir que entren a la Unión Europea y menos que entren a la OTAN". Si Putin acepta, son los rusos los que le hacen un golpe de Estado y lo sacan, porque Putin también responde a la política interna. Después de la disolución de la Unión Soviética, Ucrania es formalmente un país independiente, pero está este problema histórico-cultural. Además, es un país riquísimo, grande para el contexto europeo y estratégico, porque es clave para llegar a Moscú. Entonces los incentivaron, habían intereses.
-Algunos analistas han hecho un paralelo a lo ocurrido este jueves con la crisis de los misiles de Cuba en 1962, ¿coincide con esa comparación?
Absolutamente, es igual. Estados Unidos hizo exactamente lo mismo cuando quisieron poner misiles en Cuba, estuvo a punto de ir a una guerra. ¿Por qué no se disolvió la OTAN? Si era para frenar el comunismo. Pero esta es una guerra entre capitalistas, nadie está hablando de cambiar el sistema económico o social, estamos en una geopolítica clásica. Entonces, todo esto se expresa finalmente en una guerra político-ideológica en donde todos quieren justificar sus posturas, porque también tienen que ganarse a la opinión pública, eso es parte del proceso estratégico. Sobre todo si la cosa se pone más compleja. Por eso tienen estos debates. Ahora, por ejemplo, Naciones Unidas va a haber que modificarla porque no sirve para estas cosas. La verdad estamos volviendo a un esquema del siglo XIX, todo esto está en discusión.
-¿Pueden hechos como los ocurridos hoy llevar a que otros países cercanos a Rusia quieran refugiarse en la OTAN, como Suecia o Finlandia? Ya fueron invitados a la reunión de emergencia del grupo, a pesar de no formar parte del mismo.
Creo que hay que ver cómo evoluciona, no lo descarto, pero lo veo difícil, porque sería seguir provocando a los rusos. Rusia le ganó la guerra a Finlandia, que fue aliado formal de Alemania, no se anexó a cambio de que Finlandia tenía que permanecer neutral. La diferencia es que son Estados que antes habían sido independientes, no es la situación cultural de Ucrania. Obviamente, la OTAN va a jugar sus cartas y va a buscar aumentar el aislamiento de los rusos, pero no sé si están dispuestos. Creo que ni los rusos ni los europeos quieren una guerra, no están buscando eso. Lo que están buscando es afianzar sus posiciones y estar lo más fuertes posible al minuto de negociar. Y EE.UU. tampoco está buscando una guerra en Europa, porque el problema más serio lo tiene en el Pacífico. Por eso es esta reacción de Biden de que va a ser muy duro, que va a haber sanciones, pero después va a empezar un juego para ir levantando las sanciones.
-¿Qué tan disuasivas pueden ser estas sanciones económicas?
Ya no fueron disuasivas, los sancionaron en 2014 por Crimea y ahora los van a sancionar de nuevo. Vamos a ver si los sacan del sistema de pago internacional (Swift), eso sería súper perjudicial para la economía rusa. Pero, si los rusos le hubieran tenido miedo a las sanciones económicas no habrían hecho esto. Lo pusieron en una balanza, aunque saben que van a tener consecuencias, consideraron que pierden más si permiten que Ucrania entre a la OTAN. Por otro lado, hoy Rusia no depende tanto de la economía de occidente, dependen de China. Estratégicamente, lo único que está haciendo Europa es empujar Rusia a China, lo están diciendo analistas estadounidenses. Ya están construyendo nuevos gasoductos hacia China y probablemente si quedan sin el Swift, van a hacer un sistema alternativo al occidental.
-¿Qué le ha parecido la reacción del Presidente Sebastián Piñera y del Presidente electo Gabriel Boric?
Son opiniones de Estado, puedes estar de acuerdo o en desacuerdo, pero ellos representan al Estado. Desde mi postura como académico, mi recomendación es que es muy importante mirar estos fenómenos que están dentro de un marco de largo tiempo. A nosotros lo que nos va a afectar es este reordenamiento mundial, esta declinación del poder de Estados Unidos y este surgimiento de multipotencias, nosotros deberíamos estar súper atentos y también deberíamos estar pensando en unirnos, en este mundo al que ya estamos entrando. Un país solo y menos un país como el nuestro, tan chico, no tiene mucho futuro que digamos. Individualmente somos países extremadamente pequeños. Si Sudamérica no se une como región, o por lo menos no se coordina, estamos en una situación compleja. Esto se está discutiendo en varios países de América Latina.