El Ministerio de Salud debió salir a explicar la medida adoptada el lunes, debido a la polémica que se causó al entenderse que se había dejado la responsabilidad de la trazabilidad de casos COVID-19, a los contagiados.

Esto es, que las personas que se habían infectado, eran los que debían llamar uno por uno a los que consideraba contactos estrechos, término reemplazado por ‘persona en alerta COVID’, con el fin de recomendarles hacerse un examen y guardar cuarentena.

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Luego de los cuestionamientos donde se criticó que el Minsal tuvo un “abandono total de la trazabilidad”, la ministra de Salud (s), María Teresa Valenzuela, salió a aclarar las críticas.

“Queremos aclarar que la trazabilidad no se ha terminado, sólo se ha adecuado a una nueva situación epidemiológica dada por una nueva variante denominada Ómicron, cuya velocidad de transmisión es varias veces mayor a otras”, comenzó, en declaraciones que recoge Cooperativa.

“Esto nos obliga a tener que transitar hacia una trazabilidad orientada a hilar oportuna y correctamente a todos los casos con COVID-19. En virtud de optimizar los tiempos, es mucho más efectivo que el caso confirmado avise a sus posibles contactos estrechos de su condición”, añadió.

Finalmente, el Minsal acusó que casi 1.300 personas que llegaron al país desde el extranjero por el Aeropuerto de Santiago, que resultaron positivas, se encuentran inubicables para seguir haciendo la trazabilidad.