Paulina Urrutia y desgarrador testimonio por Augusto Góngora: “Una muerte en cámara lenta”
Un angustioso y desgarrador testimonio fue el que entregó Paulina Urrutia, revelando lo que han sido estos dos años de pandemia de COVID-19 junto a su esposo, el periodista Augusto Góngora, quien padece un Alzheimer avanzado.
La actriz y exMinistra presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile durante el gobierno de MIchelle Bachelet, dejó todo de lado hace varios años, para convertirse en la cuidadora de su pareja
“Yo siempre digo que esto es un proceso, pero yo creo que lo más difícil que he vivido este último tiempo es darme cuenta de que, pese a toda la voluntad y amor, hay cuestiones tan duras, como que ya no me lo puedo. Yo he vivido momentos muy duros al constatar la miseria humana, la impotencia, la vulnerabilidad extrema, que no es solamente de él, sino que es la mía también”, comenzó en CNN Chile.
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“Me da mucha impotencia cuando Augusto me dice que lo ayude y yo por más intentos que haga no puedo. Aquello es lo más duro que he vivido y obviamente eso solamente va a evolucionar (…) y en algún momento tengo que ser capaz de separar a la cuidadora de la mujer y permitir la ayuda para mí”, añadió.
En ese sentido, Paulina Urrutia confesó que “mi voz lo calma, mi mano lo calma, sé cómo hacerle cariño para tranquilizarlo. Soy yo y no soy yo. Yo creo que eso también es esta enfermedad, es darnos cuenta de que todos para calmarnos a lo mejor no necesitamos a la mamá que yo perdí, necesitamos a otro, alguien que esté ahí para contenerte, para hacerte reír, para acompañarte”.
Alzheimer y pandemia
Para la actriz, la pandemia del COVID-19 y el encierro por las cuarentenas, empeoró el cuadro de Augusto Góngora.
“Lo que se avanzaba en años se avanzó en meses, semanas, de un día para otro. Eso lo que me hace reflexionar es que el ser humano es gregario; aprende, se desarrolla y se potencia en comunidad, con otros y, por lo tanto, todo este desarraigo y desapego entre los seres humanos lo único que hace es involucionar a la humanidad”, reveló.
Finalmente, Urrutia confidenció que “viví el proceso que viven muchas mujeres, porque las cuidadoras, especialmente en Chile, un 86% son mujeres y suelen ser las hijas, hermanas, sobrinas o mujeres de personas que están enfermas. Yo en dos segundos dejé de ser mujer y dejé de ser actriz para convertirme en la cuidadora de Augusto y eso repercute”.