Melania Macaya y Galería MA: Un espacio no convencional para el arte
Veinte días atrás conocí a Melania Macaya, coordinamos la entrevista y un sábado me presenté en su casa/taller. El departamento olía a incienso, las paredes estaban pintadas de un rojo mate, casi no había muebles en el living, una buena decisión, porque así lucían mejor esos lienzos en los que el cuerpo era el protagonista.
Mientras sostenía entre sus manos una taza con té recién hecho habló sobre su trayectoria como artista. Salió el 2018 de Artes Visuales de la Universidad de Chile y el 2019 encontró trabajo en la galería El Real de Bellavista, ahí aprendió de todo un poco, ver órdenes de trabajo, cómo posicionar obras, venderlas y asesorar los enmarcados. Sin embargo, con la llegada de la pandemia eso cambió y se quedó sin trabajo.
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Obra Ludmilla de Melania Macaya[/caption]
“Los artistas emergentes son los que necesitan más ayuda"
Con apenas unos meses de cesantía, decidió crear la Galería MA, un proyecto artístico autogestionado cuya funcionalidad máxima es otorgarle espacio y visibilidad a artistas emergentes chilenos, personas que al igual que ella recién comienzan a desarrollar sus carreras profesionales y que debido a la falta de experiencia y trayectoria no son considerados en otras instituciones.
“Nosotros planteamos la galería como un trampolín para los artistas, no nos gusta esa idea de decir: 'ustedes son míos y tienen que estar acá'. Al contrario, ojalá les vaya super bien y vayan a otras galerías. De alguna manera eso es lo queremos dar a entender con la imagen o el logo de Galería MA que es una escalera. Es decir, somos una estructura que soporta y que permite a los artistas proyectarse de manera ascendente. Creo que hay que entender que los artistas emergentes son los que necesitan más ayuda, los consagrados ya la tienen”.
La miré un par de segundos en ese entonces, con el vapor de la infusión cruzando el aire, y de repente el tiempo se desvaneció. La vi recorriendo la cuarta exposición de la galería. No solo iba vestida diferente, se movía con rapidez, saludaba a todo el mundo, sonreía con los ojos pues la mascarilla cubría gran parte de sus rostro. Se veía feliz.
Galería MA no empezó con exposiciones presenciales de inmediato. De hecho, tuvieron que esperar a que las fases y el número de contagios por COVID-19 bajara para poder llevar el trabajo de diversos artistas a un espacio físico real. No obstante, las historias siempre tienen un punto de partida y en mayo del 2020 fue el comienzo de la galería a través de Instagram, una plataforma masiva, cercana y amigable tanto para el público como para gestores culturales como Melania.
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“A pesar de que este fuese un proyecto más personal y no un galerista clásico y consolidado, igual tomé ciertos parámetros para trabajar y hacer difusión, por eso elaboré un formulario de postulación: tres imágenes de la obra, una biografía del artista y sus datos de contacto. No pedí portafolio, porque sé que hay artistas que no lo tienen, a mí también me pasó que cuando partí no lo tenía y no sabía cómo hacerlo; entonces eso no podía ser solamente el filtro, tenía que ser algo un poco más accesible”.
En la primera convocatoria participaron aproximadamente 100 personas, pero solo tres quedaron seleccionadas. La mayoría no cumplió con los requisitos mínimos de postulación. En aquel entonces, más o menos en la misma época en que abrieron la primera convocatoria, Melania y Omar –su pareja y cofundador de la galería– decidieron realizar un curso sobre marketing para artistas visuales titulado Gestión de Emprendimientos Artísticos, una instancia que sirvió para encontrar a dos personas que se harían parte del equipo de la galería y ayudarían a innovar e organizar mejor el trabajo.
Jardín de gente
Melania sabe que levantar un proyecto autogestionado es difícil, pero no imposible. Lo que los mueve no es el dinero, sino la necesidad de crear espacios donde las personas puedan adquirir experiencia y trayectoria, donde se pueda aprender y no sufrir en el proceso, un lugar accesible para todo el mundo.
Si bien MA nació en forma digital vinculada directamente con las redes sociales, eso cambió con rapidez y expandió sus horizontes. Las posibilidades de llevar el trabajo de estos artistas emergentes al plano físico se hicieron cada vez más reales al visitar Jardín de Gente, una cafetería y espacio cultural ubicado en Lautaro Ferrer 3217.
Al principio el espacio no le convencía, pero cuando despejó la sala, pintó las paredes y colgó los cuadros esa suerte de bodega se convirtió en una galería de verdad. En la primera exposición mezclaron tango, música, café y arte, una fusión que volvieron a recrear para la última apertura del año.
“Ha sido bien interesante, porque durante todo el 2021 me ha comprado mucha gente que era primera vez que compraban obras, y lo pienso y digo: "Bueno, la galería está siendo un semillero para nuevos coleccionistas", entonces lo veo como una inversión a largo plazo, porque llegar a un coleccionista es super difícil. De alguna forma siento que somos los rebeldes, estamos trabajando en un espacio no convencional que no es una galería de arte, pero logramos transformarla en una”.
Al terminar, se levantó de la mesa y me invitó a ver el resto de la casa, vimos algunos de sus cuadros en otra habitación. Sonrió cuando le pregunté qué es lo que sigue para la galería, dice que el 2021 esa sala se convertirá oficialmente en la sede física de Galería MA, lo que significa que tendrán exposiciones todos los meses y que además seguirán haciendo ediciones anuales de la revista Ventana que ya va en su segunda edición. Si hay algo que no cambiará es la cuenta de Instagram donde todo empezó, seguirá siendo su canal de difusión predilecto, su boca boca y la responsable de su “microfama”.
