El desafío de garantizar seguridad laboral a los delivery
Durante 2020 se registraron más de 900 mil personas que declararon impuestos como personas naturales independientes, de acuerdo a cifras del Servicio de Impuestos Internos (SII), mientras que Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reveló que en el trimestre abril-junio de este año el trabajo informal contabiliza más de 2 millones de personas activas, un 30% más que el año anterior.
El delivery, una de las actividades laborales de mayor crecimiento en la última década, forma parte importante de ambas cifras, pues, según datos del Ministerio del Trabajo, el sector suma a más de 300 mil personas. Esta nueva realidad laboral presenta un desafío sin precedentes para las autoridades, ya que la gran mayoría de los trabajadores de plataformas digitales no cuenta con seguridad social, situación que los deja en una posición de gran vulnerabilidad ante accidentes o enfermedades laborales.
Lo anterior sería más grave aún si no existiera una fórmula para dar cobertura a este universo de trabajadores. Sin embargo, la legislación actual establece dos opciones de cotización para acceder a las prestaciones que entrega la seguridad social.
La primera es la cotización obligatoria para quienes emiten boletas de honorarios estables y frecuentes. En dicha modalidad la retención del impuesto (11,5%) es utilizada para el pago de las cotizaciones previsionales, a través de la declaración de renta del año siguiente, con cierta escala de jerarquía, como son parte del seguro de invalidez y sobrevivencia, seguro de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, la protección de la ley Sanna (que es la del seguro de acompañamiento para niños y niñas de enfermedades terminales), salud común (Isapre o Fonasa) y pensiones.
La otra posibilidad es la cotización voluntaria, en la que el trabajador determina cuánto debería cotizar. La cobertura en este caso es para el mes siguiente del pago. De este modo los trabajadores independientes que prestan servicios a plataformas digitales y cotizan en cualquiera de los dos modos, pueden acceder a la seguridad social, específicamente la seguridad laboral, cobertura que se realiza a través del sistema de mutualidades.
Siguiendo estos pasos, se puede contar con una serie de garantías ante accidentes del trabajo, de trayecto y enfermedades asociadas a su actividad laboral, sin embargo, la mayoría de los independientes desconocen cómo pueden ser parte de este sistema o lo ven como algo ajeno, encontrándose desprotegidos frente a estas eventualidades.
¿Cuál es la realidad de los repartidores de delivery?
Durante 2021 la Mutual de Seguridad realizó un estudio que buscó caracterizar y conocer el estado de los trabajadores que prestan servicios a las plataformas digitales, investigación que dio cuenta de que una de sus principales preocupaciones es justamente la falta de acceso a la seguridad laboral.
En este estudio se determinó que el 70% de ellos considera que el problema más grave que los afecta es la falta de acceso a la seguridad social, incluido el seguro de enfermedades y accidentes laborales. Por su parte, un 27% de los riders declaró que no cuenta con contrato de trabajo ni boletas de honorarios, pudiendo por tanto acceder a la seguridad social y laboral solo a partir de cotizaciones voluntarias.
Se trata de una situación que deja a estos trabajadores en un grave escenario de vulnerabilidad. Esto se suma a que casi un 60% no tienen espacios de descanso o para ir al baño, que un 35% trabaja más de 9 horas al día y una cifra similar lo realiza los 7 días de la semana, generando repercusiones sobre su salud física y mental.
Esta radiografía nos plantea una problemática social latente, la cual debe ser resuelta, más aún cuando los proyectos de ley que buscan regular las condiciones laborales de aplicaciones de servicios hoy se encuentran entrampados en el Congreso, existiendo una deuda pendiente con el deber de asegurar que todos los trabajadores tengan acceso a la seguridad social y por consiguiente la seguridad laboral.